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El efecto positivo de las mascotas en las personas mayores
Mascotas y personas mayores ganan mucho, a todos los niveles, cuando viven juntas. Según cuenta la doctora Paula Calvo, antrozoóloga y etóloga de la Cátedra de Animales y Sociedad de Universidad Rey Juan Carlos (URJC), pasados los 70 años la relación entre animales y personas es incluso más beneficiosa que a edades más tempranas y ayuda a mitigar problemas como la soledad o el abandono.
Es un hecho conocido que, por desgracia, cada vez más personas viven solas a partir de los 65 años y hasta un 40% de ellas lo percibe como un problema. La soledad es, sin duda, una de las principales epidemias en las sociedades occidentales.

Y es una epidemia no solo por su rápida expansión, sino también por sus efectos negativos. El aislamiento tiene un tremendo impacto en la calidad de vida y provoca problemas como depresión, tristeza y ansiedad. De hecho, las personas en soledad tienen un mayor riesgo de morir de forma prematura que las que pertenecen a un grupo.
El hecho es que, además de personas solitarias, también hay cada vez más animales abandonados. Y la unión entre aquellos que necesitan compañía y los animales que buscan un hogar (y también compañía, claro) es una gran oportunidad para mejorar la calidad de vida y potenciar la salud emocional de muchas personas mayores. Tal y como te contamos en nuestro artículo de curiosidades sobre los perros, las mascotas literalmente nos alargan la vida.
Cada vez más personas viven en soledad y también hay un número creciente de animales abandonados. Unir a mascotas y personas mayores es una excelente oportunidad para mejorar la calidad de vida de ambos.

Mayores y mininos: un proyecto para luchar contra la soledad
Esa es la idea que hay detrás del programa Mayores y Mininos, una iniciativa surgida en el seno de la Cátedra Institucional de Animales y Sociedad de la URJC y con la que colaboran las entidades de protección animal ANAA, Asociación Feel, PROGAT Tortosa y Doganzo.
Unir a mascotas y personas mayores es, según explica la doctora Calvo, un excelente antídoto contra la soledad. Tener gatos, por ejemplo, implica la obligación de seguir una serie de rutinas diarias, hacer un poco de ejercicio y, por encima de todo, mantener contacto con un ser vivo cuya presencia e interacciones con nosotros benefician enormemente a nuestro organismo.
Las estudios indican que convivir con una mascota tiene efectos muy beneficiosos en nuestra salud física y mental. Los animales, en definitiva, alargan nuestra vida.

Estadísticamente, las personas que conviven con gatos tienen una salud cardiovascular más robusta y un menor nivel de presión arterial. Y la salud mental también se ve beneficiada: las personas mayores que conviven con un animal se sienten más acompañadas, menos aisladas, y sienten también que aún son capaces de asumir responsabilidades y cuidar de otro.
Un último dato para avalar esta iniciativa: tras la pandemia de COVID, que supuso una prueba de aislamiento para toda la población española, se comprobó que aquellos que convivían con un animal salieron del confinamiento con un menor deterioro psicológico que los que tuvieron que afrontarlo en soledad.
Fuente: El Correo de Andalucía.
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