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¿Tu gato te quiere? Compruébalo con este rápido truco
No cabe duda de que adoras a tu gato y es seguro también que en más de una ocasión te habrás preguntado si tú también eres importante para él.
Obviamente no te lo va a decir con palabras -¡todo sería mucho más sencillo con las mascotas si pudieran hablar!-, pero lo cierto es que los gatos, como los perros, tienen otras formas de comunicarse. Maúllan, ronronean, bufan… sea lo que sea lo que quieran comunicar, tanto lo positivo como lo negativo, lo cierto es que los felinos pueden ser bastante expresivos.
Y sí, si tu gato te quiere, es muy posible que también te lo esté transmitiendo. Aunque puede que no te hayas dado cuenta. ¿Cómo saberlo? La clave es un pequeño truco: fijarte en un comportamiento que hasta ahora quizás se te haya pasado desapercibido.
Una de las partes del cuerpo más expresivas de los gatos, y que más claramente reflejan su estado de ánimo, son los ojos. Como lo oyes: para los felinos, como para nosotros, los ojos son los espejos del alma.
El beso de gato
Tal y como explica la especialista en comportamiento animal Amy Shojay, de The Spruce Pets, existe un movimiento que hacen los gatos con sus párpados que refleja relajación y afecto. Es lo que se conoce como beso de gato.
Seguro que en muchas ocasiones ocasión has visto a tu gato con los párpados entrecerrados, como si estuviera somnoliento. En uno de esos momentos, prueba a devolverle la mirada realizando un parpadeo lento y espera unos instantes. Si el gato te lo devuelve, ahí lo tienes: es, según indica Shojay, una clara muestra de cariño y confianza.
Los gatos: más independientes, pero también afectuosos y cariñosos
Es posible que ya conocieras este truco para saber si tu gato te quiere, pero, si no es así, te invitamos a probarlo. No solo da lugar a momentos enternecedores, sino que demuestra que los humanos y los felinos podemos tener muchas más formas de comunicarnos de las que creemos.
Especialistas como la psicóloga Karen McComb, de la Universidad de Sussex (Reino Unido), explican que este comportamiento en concreto tiene, de hecho, un equivalente humano. Podría ser equiparable a el estrechamiento de nuestros ojos cuando sonreímos.
Por lo tanto, ya lo sabes: si tu gato te devuelve ese bonito gesto, puedes tomártelo como una sonrisa y un beso. En definitiva, como una muestra de que, por independiente y arisco que pueda mostrarse en ocasiones, en el fondo le importas.
Fuente: Las Provincias.
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