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Ansiedad por separación en perros: uno de los problemas más habituales de los peludos
La ansiedad por separación en perros es un problema muy frecuente y que puede llegar a ser serio y condicionar en gran medida la vida tanto del propio animal como de su familia. Se calcula que entre un 20 y un 40% de los peludos sufre este trastorno y, como consecuencia, se comportan de forma problemática o destructiva cuando se quedan a solas en casa.
Este problema puede aparecer por diversos motivos, como veremos enseguida, y tener varios niveles de gravedad. Para algunos perros la ansiedad por separación supone solo un rato de angustia y lloros, pero otros sufren enormemente, defecan en casa y la emprenden con todo lo que los rodea por puro estrés.
La ansiedad por separación puede ser difícil de corregir, por lo que te sugerimos que sigas leyendo: en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre este problema -causas, síntomas, pautas de actuación, etc.- para que puedas ayudar a tu perro y mejorar tanto vuestra forma de relacionaros como su actitud cuando se queda a solas. ¡Vamos allá!

¿Qué es la ansiedad por separación en perros?
La ansiedad por separación en perros es un trastorno que se manifiesta como un estado de intenso estrés cada vez que el dueño se aleja del animal. Al verse solo, el perro con ansiedad por separación se siente inseguro, confuso y desequilibrado, lo que le ocasiona un gran sufrimiento y puede llevarla a desarrollar toda clase de comportamientos destructivos.
No hay que interpretar la ansiedad por separación como una cuestión (necesariamente) de dependencia. El problema de base es, más bien, que el perro no puede o no sabe cómo gestionar la soledad.
Puede que no esté acostumbrado a ella o que la asocie con algo negativo, pero, sea como sea, el hecho es que cuando te ausentas tu perro siente que se queda sin la figura que él asocia a la seguridad y a la protección. La base de la ansiedad por separación normalmente es, pues, la inseguridad, el miedo.
La ansiedad por separación no está necesariamente relacionada con la dependencia. Es más bien una cuestión de miedo e inseguridad.

Como avanzábamos al principio, no todos los perros experimentan este problema de la misma forma ni el origen del problema es siempre el mismo. Los expertos en comportamiento canino suelen distinguir entre tres tipos de ansiedad por separación:
- Tipo A o hiperapego primario: este trastorno por separación es fruto de un destete temprano, es decir, se produce cuando un cachorro ha sido separado de su madre y sus hermanos de camada demasiado pronto. La consecuencia es que el perro no ha tenido tiempo para aprender a estar lejos de su centro de seguridad (su madre, en este caso). Por este motivo, no es recomendable adoptar a perros de menos de tres meses de edad.
- Tipo B o hiperapego secundario: en este caso, el perro desarrolla ansiedad por separación por haber pasado mucho tiempo junto a su dueño y haber desarrollado una cierta relación de dependencia. Puede suceder, por ejemplo, después de unas vacaciones o una baja laboral, si el dueño fallece, tras una mudanza, etc. Sin su figura de referencia cerca, el perro se desequilibra.
- Tipo C: este último tipo de ansiedad surge cuando el perro vive una experiencia traumática mientras está solo. El estrés aparece solo cuando el perro se enfrenta de nuevo al estímulo o la situación que teme.

Es muy importante entender que la ansiedad por separación en perros es, como estamos viendo, un trastorno de conducta.
No tiene nada que ver con el aburrimiento ni es, como creen algunas personas, la forma que tiene el perro de vengarse por haberlo dejado solo (un perro sencillamente no puede razonar de esa forma: estamos atribuyéndole motivaciones y comportamientos humanos, ajenos a su naturaleza).
Así pues, aunque las consecuencias de la ansiedad por separación (heces, orina, destrozos en la casa, restos de saliva, etc.) puedan irritarte mucho, has de recordar que enfadarte con tu perro no es la solución. Tu peludo tiene un problema y no puede controlarse, y eso es algo que no se cambia a base de castigos.
Un perro con ansiedad por separación tiene un trastorno de conducta. No es, por lo tanto, un problema de aburrimiento ni una venganza (que es un concepto humano) por haber dejado al animal solo.

¿Por qué un perro desarrolla ansiedad por separación?
Las causas de la ansiedad por separación están relacionadas con las formas que adopta este trastorno, de las que hemos hablado en el apartado anterior. Las más habituales son las siguientes:
- Cachorro destetado antes de tiempo (concretamente antes de los 3 meses).
- Cambios en la rutina: pasar de forma brusca de estar mucho tiempo con el perro a dejarle solo durante horas.
- Cambios en las circunstancias familiares: mudanzas, cambio de horarios, fallecimiento del dueño, etc.
- Experiencias traumáticas vividas en ausencia de su persona de referencia.
- Factores hereditarios: no está del todo claro qué papel juega la genética en este trastorno, pero hay expertos que creen que ciertos perros pueden tener de forma natural mayor predisposición a desarrollarlo.
- Vínculo inseguro entre el perro y su dueño o dependencia excesiva.

Hay que señalar, por último, que ningún perro está libre de sufrir ansiedad por separación, independientemente de su raza o edad. Sin embargo, suele ser más frecuente en perros adoptados o que hayan pasado mucho tiempo en refugios. Por otra parte, también hay casos en los que la ansiedad por separación aparece sin que haya un motivo claro.
Cada perro tiene su propio umbral de tolerancia, pero en general la soledad no es algo con lo que ninguno de ellos disfrute (te lo mencionamos en nuestro artículo cómo saber si mi perro me quiere). Al fin y al cabo, son animales de manada cuyo instinto les dice que estar rodeados por los suyos es sinónimo de comodidad y seguridad.

Ansiedad por separación en perros: los síntomas más frecuentes
La ansiedad por separación puede manifestarse de varias formas, pero es difícil que pase desapercibida. Sin embargo, al principio sí que puede confundirse con otros problemas e incluso ciertas enfermedades, ya que muchos de los síntomas (falta de apetito o defecar dentro de casa, por ejemplo) son inespecíficos.
Para facilitar la identificación de este trastorno, a menudo sus síntomas suelen dividirse en dos tipos: productivos y deficitarios. Los primeros son comportamientos que el perro desarrolla por causa de la ansiedad por separación, mientras que los segundos hacen referencia a cosas que el perro deja de hacer.
Muchos de los síntomas de la ansiedad por separación son tan genéricos (falta de apetito, defecar en casa, etc.) que es fácil confundirla con otros trastornos o enfermedades.

- Síntomas productivos de la ansiedad por separación:
- Comportamiento destructivo: cuando se queda solo en casa el perro destroza muebles, cables y otros objetos, esparce la basura… es probablemente la señal más típica de la ansiedad.
- Vocalización anormal y excesiva: ladridos, lloros, aullidos y gemidos.
- Defecar y orinar dentro de casa.
- Vómitos y diarrea.
- Hipersalivación.
- Jadeos constantes.
- Lamido excesivo.
- Movimientos repetitivos como, por ejemplo, dar vueltas en círculo o seguir una línea una y otra vez.
- Síntomas deficitarios de la ansiedad por separación:
- Anorexia: el perro no come si su dueño no está presente.
- No beber nada.
- Apatía, depresión y falta de actividad.
- Desinterés por sus juguetes y accesorios.

Además de todo esto, un perro con ansiedad por separación normalmente se mostrará muy estresado cada vez que crea que su dueño va a salir de casa y exageradamente feliz cuando regrese.
Incluso aunque parezca estar claro que tu perro sufre de ansiedad por separación, es recomendable que lo lleves al veterinario en cuanto repares en los síntomas que te hemos mencionado. Para enfocarse en corregir la ansiedad es importante haber descartado previamente cualquier otro posible problema orgánico que pudiera tener síntomas similares.

¿Cómo corregir la ansiedad por separación en perros? 4 pautas clave que te ayudarán
Si has comprobado que tu perro sufre de ansiedad por separación, es importante que comiences a trabajar lo antes posible para corregirla. Hay que decir, antes de nada, que es un problema que puede ser difícil de solucionar. Por ello, te recomendamos que te pongas en manos de un experto en educación canina si no tienes claro por dónde empezar o no obtienes los resultados que esperas.
Para empezar a modificar la ansiedad de tu mejor amigo y equilibrar su comportamiento en tu ausencia, estas 4 pautas te ayudarán mucho:

1. Cambia la forma de relacionarte con tu perro
El primer paso para corregir la ansiedad por separación es modificar la forma en la que te relacionas con tu perro en los momentos clave (las salidas y entradas en casa) para evitar reforzar de manera involuntaria su conducta problemática.
Para ello, ten en cuenta estas dos indicaciones:
- Ignóralo hasta que se tranquilice: en los momentos previos a la salida y al llegar a casa seguramente tu perro será un manojo de nervios y ladrará, correrá o llorará. Es importante que no le hagas caso (evita incluso las miradas o los gestos o palabras de desaprobación) hasta que se tranquilice, si acabas de llegar, o hasta que te vayas. Tu perro irá asumiendo que en este estado no recibe ni atención ni cariño.
- Nunca vuelvas a entrar en casa: de la misma forma, sería un error volver a entrar en casa si al cerrar la puerta empiezas a escuchar ladridos o aullidos, ya que estarías reforzando ese comportamiento. Una vez hayas cerrado la puerta, continúa con tus planes.
El primer paso para corregir la ansiedad por separación es evitar reforzar los comportamiento problemáticos del perro, algo que probablemente has estado haciendo incluso sin darte cuenta.

También es recomendable que aumentes el nivel de ejercicio físico, los juegos y la estimulación mental (por ejemplo, con juguetes interactivos para perros) que le ofreces a tu peludo.
Aunque esto no te servirá de forma directa para corregir la ansiedad por separación, sí hará que el trabajo resulte más sencillo. Tu perro quemará energía física y mental y diferenciará con mayor facilidad los momentos en los que la tranquilidad es recompensada y, en el otro extremo, los ratos de excitación y diversión.

2. Haz que tus salidas de casa sean previsibles
No es buena idea mantener a tu perro en un estado de ansiedad permanente por creer que puedes salir de casa en cualquier momento. Para evitar esto, es recomendable que utilices siempre las mismas señales de salida. Es decir, señales que que tu perro pueda identificar con facilidad y que hagan que tus salidas sean previsibles: coger las llaves, ponerte un abrigo concreto, etc.
De esa forma, tu perro aprenderá a mantenerse calmado, para empezar, siempre que no vea esas señales: su ansiedad se reducirá a los momentos precisos en los que salgas de casa y se quede solo. Es una forma eficaz de acotar el problema para trabajar en él con mayor facilidad.

3. Aumenta de forma progresiva la duración de las salidas
Para empezar a desensibilizar al perro, empieza a hacer salidas falsas de unos pocos minutos, sin necesidad de ir a ningún sitio. Empieza por ausencias de 5 minutos, por ejemplo, tantas veces al día como puedas. Poco a poco tu perro irá viendo que no pasa nada cuando sales y que siempre vuelves a casa. Recuerda no prestarle nada de atención ni durante los minutos previos a la salida ni cuando regreses.
Si compruebas que las salidas cortas funcionan y el perro se mantiene tranquilo, empieza a alargar poco a poco la duración de tus ausencias: primero haz salidas de 10 minutos, después de 15… también puedes intercalar las salidas largas con las cortas que hacías al principio.
A base de hacer salidas cortas, tu perro irá entendiendo que no pasa nada cuando se queda solo y que siempre vuelves a casa. Aumenta poco a poco la duración de tus ausencias y vigila el comportamiento de tu perro.

Durante este proceso deberás realizar un seguimiento continuo del comportamiento y los síntomas de tu perro. Para ello, te recomendamos colocar una cámara en casa, o utilizar un viejo móvil con una aplicación de vídeo. Sea cual sea el método que emplees, mantener a tu perro controlado te servirá para comprobar si el trabajo está realmente dando resultados.
Si en algún momento tu perro vuelve a mostrar síntomas de ansiedad normalmente significará que has aumentado el tiempo de las salidas con demasiada rapidez. En ese caso, deberás volver a las salidas más breves y continuar trabajando desde ese punto.
La clave de este proceso es, sin duda, la constancia. Conseguir que tu perro aguante varias horas de soledad sin mostrar síntomas de ansiedad es difícil y llevará tiempo, por lo que es muy importante que seas paciente y no dejes el trabajo a medias. Si no, será como volver a la casilla de salida y todo lo que hayas conseguido hasta ese punto no habrá servido para nada.

4. Ofrécele un ambiente estimulante en tu ausencia
Una parte importante del trabajo para corregir la ansiedad por separación en perros pasa por ofrecerle a tu amigo peludo un ambiente que sea lo suficientemente estimulante e interesante en tu ausencia. Puede que tu hogar te parezca entretenido y acogedor, pero ¿lo es también para él?
El objetivo es que tu perro tenga algo que hacer y que el ambiente de la casa sea parecido a cuando estás tú. Para ello, te recomendamos dos tipos de acciones:
- Deja luces encendidas, música e incluso la televisión puesta. Ninguno de esos trucos va a hacer creer a tu perro que sigues en casa, pero contribuirán a distraerlo y a que no sienta una diferencia tan radical en tu ausencia.
- Déjale “deberes” a tu perro en forma de comida sembrada por la cocina o en una alfombra olfativa, juguetes dispensadores como el kong, mordedores, etc. Es posible que compruebes que el perro los ignora en tus primeras salidas, pero sé paciente: acabará por prestarles atención.

¿Cuánto dura la ansiedad por separación en perros?
Incluso siguiendo de forma estricta estas indicaciones o contando con la ayuda de un adiestrador, la ansiedad por separación no es un problema que se resuelva de un día para otro.
Cada perro es diferente, pero necesitarás entre 15 días y un mes de trabajo para ver, con un poco de suerte, los primeros resultados. Recuerda que si en algún momento interrumpes el proceso tendrás que volver a empezar desde el principio.
Aunque el adiestramiento de tu perro dé buenos resultados, tendrás que mantenerte vigilante y cuidar tu relación con él. Así evitarás que el problema resurja.
Corregir la ansiedad por separación puede ser difícil y siempre lleva tiempo. No esperes ver los primeros resultados hasta pasadas dos semanas o un mes.

Cabe mencionar, por cierto, que contrariamente a lo que se suele creer la adopción de un segundo perro NO sirve para solucionar este problema. Tu primer perro seguirá siendo incapaz de controlar su miedo e inseguridad incluso aunque haya otro peludo en casa.
Lo que es peor, el segundo perro podría acabar desarrollando los mismos síntomas que el primero. Por lo tanto, lo más recomendable es que trabajes para corregir la ansiedad de tu perro antes de lanzarte a adoptar otro.