INDICE
¿Por qué mi gato me bufa?
Mi gato me bufa, ¿cuál puede ser el problema? Si compartes tu vida con un felino, es probable que en alguna ocasión te hayas visto en esa situación y te hayas hecho justo esa misma pregunta. Los gatos tienen un lenguaje corporal muy especial e interesante, pero, de todas sus reacciones, el bufido es probablemente una de las que más nos suele llamar la atención.
Es comprensible, ya que los bufidos de los gatos normalmente suelen tener un sentido negativo e indican que el animal se siente asustado o amenazado. En cierto sentido el bufido puede ser similar, salvando las distancias, al gruñido de los perros.
En cualquier caso, cuando tu gato te bufe es importante que mantengas la calma, sin asustarte ni enfadarte con él. Míralo de esta forma: un bufido es un aviso, es la forma que tiene tu gato de decirte algo sin llegar a la agresión, una reacción que sería mucho peor.
La clave es, pues, estudiar el contexto y el lenguaje corporal de tu gato para entender qué es lo que intenta comunicarte y cuál es el problema. Esto no siempre resulta sencillo y, por eso, para comprender mejor lo que significa el bufido de un gato y qué puedes hacer, te invitamos a seguir leyendo: vamos a contarte cuáles son los motivos más habituales por los que un gato bufa.

¿Cómo es el bufido de un gato?
El bufido de un gato es fácil de identificar: suena como un soplido (precisamente eso significa bufar), una exhalación de aire rápida y densa que el gato realiza entreabriendo la boca y arrugando el hocico.
Como advertencia o señal de peligro, el bufido suele ir acompañado de estas señales:
- Gruñidos que suenan como un ronroneo muy fuerte.
- Mirada fija en ti o en la amenaza que el gato haya identificado, aunque sin perder de vista el entorno.
- Bruscos movimientos oscilantes con la cola, de arriba abajo (quizás golpeando el suelo con la punta) o de un lado a otro.
- Una o ambas patas delanteras en tensión, en ocasiones con las uñas parcialmente expuestas.
- Orejas giradas hacia atrás.
- En ocasiones, cuando se sienten muy intimidados o irritados, los gatos pueden incluso enseñar los dientes mientras bufan, arquear el lomo y erizar el pelo (estos dos últimos gestos hacen que el animal parezca más grande y amenazador, como te contamos en el artículo sobre por qué se eriza un gato).
El bufido es una forma de comunicación que normalmente indica que el gato se siente amenazado o asustado. Es importante mantener la calma y estudiar la situación para averiguar qué es lo que le desagrada.

Es fundamental tener claro que el bufido de un gato no es una señal de agresividad.
El bufido es, como decimos, una forma de comunicación que indica miedo, inseguridad, territorialidad, dolor, etc. Así pues, que tu gato bufe en un momento dado no debe hacerte pensar que tiene, necesariamente, un problema de conducta.

Mi gato me bufa: 4 motivos por los que puede pasar y qué hacer en cada caso
Ahora que sabes cómo identificar sin lugar a duda el bufido de un gato, es el momento de hablar con detalle sobre los posibles motivos por los que mi gato me bufa y qué deberías hacer en cada caso.
Es importante recordar lo que hemos mencionado en el primer apartado: en ningún caso debes enfadarte con tu gato ni regañarle cuando te bufe. El bufido es, como hemos visto, una forma que tiene el animal de comunicarse: no pretende asustarte ni desagradarte, sino simplemente expresar cómo se siente.
Enfadarte con tu gato o reñirle cuando bufe no es buena idea: podría arañarte si le presionas demasiado o, en futuras ocasiones, pasar directamente a la agresión cuando algo le desagrade.
Reñir o presionar al gato en esos momentos podría llevarle a arañarte o morderte. Además en futuras ocasiones, cuando se sienta amenazado, se salte el paso del bufido (que es, insistimos, un aviso) y pase directamente a la agresión.
Veamos cuáles son los 4 motivos más frecuentes por los que un gato bufa:

El gato bufa por miedo o advertencia
En situaciones que perciba como amenazadoras o agobiantes, el gato puede bufar como advertencia.
Esto puede suceder, por ejemplo, cuando el felino se encuentra en un sitio nuevo o con personas u otros animales desconocidos. También puede ser señal de que el gato ha sido maltratado o ha pasado por algún tipo de experiencia traumática que le hace sentir desconfianza.
Por último, pero no menos importante, hay que señalar que cada gato tiene un carácter diferente y, por lo tanto, sus propios gustos y límites.

Si crees que el miedo puede ser la causa por la que tu gato te bufa, te recomendamos estudiar el contexto en el que esto suela pasar. Puede que a tu felino no le guste que le toques de ciertas maneras, que se sienta acorralado si intentas abrazarlo, etc.
Lo más importante es que respetes sus preferencias y utilices siempre el refuerzo positivo para conseguir, poco a poco, que tu gato deje sus miedos atrás. Quizás también debas aceptar que ciertas atenciones no le gustan; por ejemplo, puede que a tu gato no le guste que le cojas en brazos, y no hay nada de malo en ello. ¡Dale cariño de formas que también él pueda disfrutar!
Los bufidos más comunes son los que se producen por miedo o como advertencia. El refuerzo positivo y la paciencia serán tus mejores aliados en estos casos.

Bufidos por instinto territorial
Los gatos, como los perros, tienen un instinto territorial muy marcado y normalmente no les gusta compartir el espacio que sienten como suyo. Por eso, puede que empieces a escuchar bufidos si traes un segundo gato a casa (u otro animal: un perro, un hurón…) o si hay gatos callejeros cerca.
Ten en cuenta que, siempre y cuando no haya agresiones entre ellos, los bufidos entre gatos que se están conociendo o hacia animales recién llegados pueden ser una parte normal y aceptable del proceso para establecer una jerarquía entre ellos.
En cualquier caso, cuando juntes a dos gatos deberás vigilar con atención el comportamiento (bufidos incluidos) de ambos para entender cómo evoluciona su relación y asegurarte de que no surjan problemas reales.

El gato bufa porque siente dolor
Si tu gato normalmente es pacífico y cariñoso pero un buen día te bufa de forma inesperada al tocarlo o levantarlo, es posible es que sienta molestias en alguna parte de su cuerpo y que al manipularlo le hayas hecho daño.
Examina a tu gato con atención para averiguar qué es exactamente lo que no quiere que hagas (cogerlo, tocarlo en un sitio determinado, etc.) y, si el comportamiento persiste durante varias horas o días, no lo dudes: llévalo al veterinario para que le haga un chequeo completo. ¡Más vale prevenir!
Si tu gato es muy cariñoso y pacífico y de pronto empieza a bufar cuando intentas cogerlo o tocarlo puede que esté enfermo o que sienta alguna molestia. Llévalo al veterinario.

El gato bufa jugando
Los felinos también pueden bufar por la emoción del juego, sobre todo si son cachorros o gatos jóvenes. Es un tipo de bufido normal y el contexto y la actitud del gato (que no dará señales de sentirse amenazado como las que te hemos descrito líneas arriba) ya te indicarán que no hay nada de lo que preocuparte.
Normalmente los gatos abandonan poco a poco la costumbre de bufar mientras juegan a medida que van creciendo.