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¿Qué puedo hacer si mi perro tiene miedo a la calle?
Mi perro tiene miedo a la calle y no quiere salir, o se echa a temblar e intenta escapar en cuanto salimos del portal, cuando escucha ciertos ruidos o ve a otros perros… ¿Te suena familiar?
Para la mayor parte de los perros el del paseo suele ser un momento de alegría y diversión. Por puro condicionamiento, se excitan mucho en cuanto su dueño se acerca a la correa o coge las llaves.
Pero también hay perros que sienten todo lo contrario y que viven las salidas a la calle como un auténtico suplicio. Tiemblan, lloran, intentan escapar o directamente se quedan plantados, sin moverse, cuando su dueño se les acerca correa en mano.
Si tu peludo es uno de estos a los que les aterroriza la calle, este artículo es para ti. Vamos a contarte cuáles son las causas más frecuentes por las que puede pasar esto (porque puede haber otras razones más allá del simple temor, ya te lo adelantamos) y cómo puedes trabajar junto a tu perro para ir venciendo, poco a poco, su miedo.

¿Por qué mi perro tiene miedo a la calle? 4 causas habituales
El primer paso para ayudar a un perro que tiene miedo a la calle es comprender qué lo provoca. El miedo es una emoción compleja, pero siempre tiene un motivo concreto y surge en un contexto determinado.
Debes entender que este problema no consiste en que a tu perro se le haya antojado, de pronto, no salir a la calle. Por eso, ya te adelantamos que no serán los enfados y las riñas los que te ayuden a resolverlo (en realidad nunca se soluciona nada con los perros actuando de esa forma), sino la observación y la paciencia.
El miedo es una reacción instintiva: lo primero será comprender qué lo causa y, a partir de ahí, armarse de paciencia. De nada de servirán ni los gritos ni las riñas.

El miedo es una respuesta adaptativa e instintiva que tiene como objetivo proteger al perro en una situación que entiende como desconocida, amenazadora o peligrosa.
Un can que sienta temor mostrará señales como estas:
- Sobresaltos o ladridos continuos ante diferentes estímulos no amenazadores: coches, niños, otros perros, etc.
- Mira continuamente hacia los lados y hacia atrás.
- Tirones constantes de la correa.
- Intenta volver a casa o salir corriendo sin un objetivo concreto.
- Trata de quitarse el collar o arnés.
- Se queda quieto o incluso se tumba, sin responder a las indicaciones de la correa.
- Se mueve constantemente en círculos o en zigzag.
- No presta atención a las instrucciones de su dueño y evita el contacto visual.

Así las cosas, la pregunta es: ¿por qué tu perro ha llegado a percibir la calle de esa forma?
Para averiguarlo, hay varias preguntas que deberías hacerte sobre la relación entre tu perro y el exterior. Por ejemplo: ¿es tu perro de naturaleza miedosa o se comporta con seguridad salvo cuando llega el momento de salir? ¿Hay pasado por alguna experiencia traumática en alguno de vuestros paseos? ¿Cómo ha sido su proceso de socialización y cómo suele comportarse, en general?
Pregúntate si tu perro es miedoso, en general, cómo ha sido su socialización y si ha pasado por malas experiencias que hayan podido cambiar su actitud hacia la calle.
Las respuestas a estas preguntas pueden ayudarte a entender mejor cómo es y cómo ha evolucionado la relación del animal con el exterior y sus estímulos. En cualquier caso, los motivos más frecuentes por los que un perro desarrolla miedo a la calle son los siguientes:

Mala socialización
Si te preguntas por qué mi perro tiene miedo a la calle, una de las respuestas más habituales es un mal proceso de socialización.
El concepto de socialización hace referencia a la exposición al perro desde que es pequeño a todo tipo de ambientes, entornos, estímulos y, por supuesto, a otros canes. Un perro mal socializado podría sentirse asustado o reaccionar de forma agresiva en situaciones que sean nuevas para él precisamente porque nunca ha tenido la oportunidad de conocerlas y acostumbrarse a ellas.
Un perro con un mal proceso de socialización también podría sentirse incómodo con los perros que se encuentre por la calle, ya que no conocerá los códigos y pautas de comportamiento propios de sus congéneres.

Experiencias negativas pasadas
Perderse, una pelea con otro perro, un fuerte susto por algún ruido inesperado, una mala reacción de un desconocido… en realidad son muchas las situaciones que pueden hacer que un perro le coja miedo a la calle, especialmente si es joven o de naturaleza un poco aprensiva.
Repasa vuestras excursiones y salidas previas y pregúntatelo: ¿puede que tu perro haya pasado por alguna mala experiencia que haya cambiado su forma de ver la calle? Si es así, ya sabes de dónde procede su miedo.

Tiene ansiedad
Un perro con un ansiedad o estrés estará siempre muy alerta, de forma natural. Puede sufrir o ponerse especialmente nervioso en todo tipo de situaciones, y en especial en aquellas en las que haya más estímulos y situaciones imprevistas.
Dicho de otra forma: si tu perro sufre de ansiedad, por el motivo que sea, puede que las salidas a la calle desborden sus sentidos y le provoquen inseguridad.

Es un cachorro
Para los cachorros todo es nuevo y eso incluye, por supuesto, las cosas que se encuentran en sus salidas a la calle. Muchos cachorros viven los paseos como un juego emocionante, pero también pueden llegar a asustarse con facilidad.
Como ya hemos mencionado al hablar de la socialización, es importante exponer a los cachorros a todo tipo de situaciones para que no desarrollen miedos en el futuro. Sin embargo, la aclimatación al exterior debe ser progresiva. Además, siempre que sea posible es aconsejable contar con la compañía de perros adultos bien adiestrados y socializados.

Otras posibles causas del miedo de un perro a la calle
Cuando nos preguntamos por qué mi perro tiene miedo a la calle normalmente no nos planteamos la posibilidad de que el temor no sea la causa.
Hay otras posibles razones. Algunos perros, sin ir más lejos, sin especialmente sensibles a las temperaturas muy altas o muy bajas y podrían resistirse a pasear en esos días. También hay canes a los que no les hace gracia salir cuando la lluvia es muy intensa, si hay viento fuerte o de noche.
Algunos perros se niegan a salir a la calle por motivos que no tienen que ver con el miedo. Puede ser por el calor, el frío, la lluvia, por sentir dolor al caminar…

Los perros que sufren displasia de cadera o artrosis y sienten dolor al caminar también podrían evitar salir a la calle, sin que el miedo tenga nada que ver en su resistencia: simplemente saben que se les va a hacer andar y se niegan a ello.
De nuevo, la clave para saber lo que le sucede a un perro que parece tenerle miedo a la calle es observar. Reflexiona sobre cuál es su estado de salud y cómo han sido vuestras salidas pasadas.
Por cierto: si tu peludo tiende a salir corriendo cuando se asusta, piensa en un localizador GPS para perros, para evitar sustos y disgustos.

5 consejos para pasear a un perro que le tiene miedo a la calle
Si el motivo por el que tu perro se niega a salir a la calle es el miedo, has de saber que darle la vuelta a esa situación es posible, pero no sencillo. Exigirá mucho cariño y, sobre todo, mucha paciencia.
El miedo es una emoción potente. Deberás esforzarte con tu perro, utilizar el refuerzo positivo (en ningún caso castigos -mucho menos castigos físicos- ni regañinas) y fijarte objetivos a largo plazo.
Quitarle el miedo a la calle a un perro es un proceso largo y complejo. Deberás marcarte objetivos a largo plazo, tener mucha paciencia y, si es necesario, recurrir a un adiestrador profesional.
Teniendo eso claro, los consejos que te damos para conseguir que tu perro le pierda el miedo a la calle son los siguientes:

Busca avances graduales
Busca siempre avances graduales, paso a paso. Quitarle a tu perro el miedo a la calle y a los paseos es, como decimos, un proceso a largo plazo, así que tendrás que comenzar por salidas cortas y exposiciones breves a nuevas situaciones.
A medida que tu perro se vaya desensibilizando, podrás ir aumentando el tiempo de exposición de forma progresiva.
Llévalo a entornos diferentes y tranquilos
Te será de mucha ayuda, sobre todo al principio, pasear a tu perro por lugares diferentes de los habituales. Llévalo a sitios que no conozca, tranquilos y alejados de todo aquello que normalmente le dan miedo: coches, otros perros, los ruidos de la ciudad, etc.
De esta forma, tu perro comenzará a percibir los paseos como una rutina agradable y divertida.

Transforma los estímulos negativos en positivos
Siempre que tu perro se exponga a aquello que lo asusta, ofrécele una de sus chucherías preferidas. Es condicionamiento positivo, siempre muy eficaz con los canes; de esta forma, poco a poco los estímulos que ahora asocia a emociones negativas se transformarán en positivos.

Muéstrate firme y calmado en todo momento
Cuando estáis en la calle, tu actitud influye, y mucho, en la de tu perro. Por ello, es importante que no cometas el error de pararte cada pocos pasos, abrazarlo, intentar consolarlo, etc. Si hicieras todo eso, lo que tu perro entendería es efectivamente está pasando algo malo y debe preocuparse.
Adopta la actitud contraria. Mantente calmado, como si todo fuera normal, y conduce a tu perro con seguridad (pero sin tirones excesivos ni, por supuesto, hacerle daño) y firmeza.
Este consejo también es aplicable en otras situaciones como, por ejemplo, si tu perro tiene miedo a los cohetes. Te lo contamos en ese artículo.

Pídele ayuda a un adiestrador o etólogo canino
Ya hemos señalado que puede ser difícil eliminar el miedo de un perro a la calle. Sin embargo, si no lo consigues con el tuyo, no tienes tiempo o es un caso especialmente grave, no deberías resignarte.
En esa situación, te recomendamos que te pongas en manos de un adiestrador profesional o un etólogo canino y reanudes el trabajo con tu perro siguiendo sus indicaciones.

¿Qué hacer si tu perro no quiere salir a la calle?
En este artículo estamos hablando sobre qué hacer cuando un perro tiene miedo a salir, y lo cierto es que el primer problema con el que suelen encontrarse los dueños de estos animales es que muchas veces ni siquiera quieren poner un pie en la calle, para empezar.
Además, una vez en el exterior los tirones de la correa también pueden convertirse en un problema serio, ya que hay perros que llegan a hacerse daño (y hacer daño también a sus dueños) de tanto insistir.

Para solucionar estos dos problemas, aquí tienes dos consejos:
- Sustituye la correa por un arnés: solo con esto no reducirás los tirones, pero sí conseguirás que tu perro no se haga daño en el cuello. Para que además tire menos de la correa, te recomendamos probar los arneses antitirones para perros.
- Desensibiliza a tu perro frente al arnés o la correa: tu perro sabe bien que cuando tocas la correa es porque os vais a la calle… y donde otros peludos se emocionarían, el tuyo quizás reaccione tumbándose, escapando, llorando, etc. Cambiar esto es el primer paso para que pierda el miedo a la calle, así que deberás trabajar para acostumbrarle al arnés o la correa dentro de casa, en lo que percibe como su zona segura. Ponle ambos sin salir a la calle y dale paseos diarios por dentro la vivienda, siempre acompañados de snacks a modo de refuerzo positivo.