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Descubre si hace falta cortarle el pelo a un gato
El de si hace falta cortarle el pelo a un gato es, junto con la cuestión de los baños, uno de los dilemas que con más frecuencia se plantean las personas que comparten su vida con un felino.
Es fácil entender por qué: en los días calurosos vemos a los gatos envueltos en todas esas capas de pelo y pensamos que a la fuerza deben de estar pasando mucho calor.
Cortarle el pelo al gato quizás sería una forma de refrescarlo y ayudarle a pasar el verano más a gusto… ¿no?
Otro motivo es el de la estética. Hay cortes de pelo para gatos se ponen de moda cada cierto tiempo y no son pocos los dueños que se animan a probarlos. Al fin y al cabo, ¿quién no quiere que su gato luzca lo mejor posible?

Son razones comprensibles, pero lo cierto es que deberías pensártelo dos veces antes de ir a por las tijeras o la maquinilla. Como norma general no, no hace falta cortarle el pelo a un gato.
Puede que en algunos casos sí sea aconsejable, sobre todo si el gato tiene la melena deteriorada (mechones de pelo enredado, nudos, suciedad, etc.), pero no suele ser así.
La respuesta breve es que no, no hace falta cortarle el pelo a un gato. Pero sí es necesario mantener una rutina de cuidados para su melena.
Lo que sí es importante, por supuesto, es mantener una buena rutina de higiene y cuidados para la melena de tu gato, lo que en ocasiones implica recortar el exceso de pelo y eliminar los nudos. Casi siempre será suficiente con eso.
En este artículo vamos a contarte por qué normalmente no es necesario cortarle el pelo a un gato. No obstante, también te daremos algunos consejos para hacerlo, por si crees que a tú felino en particular sí que le vendría bien un repaso.

¿Por qué los gatos no suelen necesitar cortes de pelo?
Como hemos mencionado, la respuesta a la duda de si hace falta cortarle el pelo a un gato será, casi siempre, que no.
Cuando pensamos que al gato le vendrá bien un corte de pelo o incluso un afeitado para soportar el calor del verano, lo que estamos haciendo es algo muy frecuente: proyectar nuestras necesidades en el animal.
Lo cierto es que el pelo de los gatos, que es muy diferente del nuestro, cumple un papel importante a la hora de proteger sus cuerpos tanto del frío del invierno como del calor del verano. El pelo es, de hecho, un regulador natural de la temperatura corporal del gato. Sin él, ¡pasarían más calor!
(En nuestro artículo sobre cómo saber si un gato tiene calor te damos trucos para refrescarlos sin recurrir a la maquinilla).

¿Cómo es el pelo de los gatos?
- La melena de los gatos, igual que el pelo de los perros, tiene dos capas: el pelo primario (largo, grueso y áspero: protege al gato frente a agentes externos) y el pelo secundario (corto, fino y suave: protege frente al frío).
- Los gatos que viven en la naturaleza o en la calle hacen sendas mudas de pelo al año en las dos épocas con temperaturas moderadas (primavera y otoño). Pero, al vivir en entornos con la temperatura controlada por la calefacción y el aire acondicionado, los gatos domésticos tienden a perder pelo durante todo el año.
- El pelo del gato es un órgano sensorial: a través del pelo, el animal recibe continuamente información sobre su entorno.
- El pelo es un indicador de la salud del animal. Un gato en buen estado de salud lucirá una melena limpia, sedosa y con aspecto lustroso.
- Una curiosidad: el pelo del gato también es una herramienta de comunicación. Por ejemplo, verás a tu gato erizado cuando esté a la defensiva o se sobresalte.
El pelo del gato es complejo y cumple diversas e importantes funciones, entre ellas la de protegerle del frío y el calor.

Como ves, el pelo es una parte compleja e interesante del cuerpo de tu felino. Cumple muchas funciones, la termorregulación entre ellas, por lo que normalmente no le harás ningún favor con un corte de pelo.
Eso no quita que, como ya hemos mencionado, haya situaciones en las que puede ser necesario recortar ciertas partes del pelo, eliminar nudos y otros retoques similares.
Pero lo que nunca deberías hacer, salvo que sea por recomendación de un profesional de la salud felina por falta de alternativas, es afeitar la melena de tu gato.
Hacerlo puede traer todo tipo de consecuencias negativas: aumentar su temperatura corporal, dejarle sin protección frente al sol, hipersensibilidad al tacto, dificultad para comunicarse adecuadamente con otros gatos, alopecia del pelo primario, etc.

Cuándo sí hace falta cortarle el pelo a un gato y cómo hacerlo en casa paso a paso
El corte de pelo de un gato debería tener como objetivo no aliviarle frente al calor -ya hemos visto que en general no lo necesitan-, sino mantener su melena en buenas condiciones y libre de nudos.
Y es que el exceso de nudos sí que puede convertirse en un problema. Ese es el motivo por el que con más frecuencia hace falta cortarle el pelo a un gato.
Revisa de forma periódica el pelo de tu gato en busca de nudos. Un exceso de nudos puede deteriorar su melena y causarle problemas en la piel.
Con demasiados nudos la piel del felino no se oxigenará de forma adecuada, lo que podría causarle problemas de salud como irritación, sequedad, sarpullidos o eccemas.
Además, los nudos también pueden hacer que el gato se sienta incómodo y tenga problemas de movilidad.

Por último, una melena en malas condiciones aumentará el problema de las bolas de pelo que ingiere el gato (los tricobezoares), que pueden llegar a causar graves problemas digestivos.
Vamos a ver, pues, cómo cortarle el pelo a tu amigo peludo para mantenerlo siempre en perfectas condiciones y evitarle problemas de salud.

1. Prepara todo lo que necesitarás para el corte de pelo
Ahora que has decidido que sí hace falta cortarle el pelo al gato, lo primero es reunir todo lo que necesitarás para la operación, que en realidad no es mucho:
- Cepillo para gatos.
- Peine.
- Jabón para gatos.
- Tijeras de varios tamaños (dos o tres) para llegar cómodamente y sin riesgos a todas las zonas.
- Recortadora para mascotas (en algunos casos).
- Toalla.
Antes de empezar, recuerda que el baño y el corte de pelo son dos experiencias que pueden resultar bastante traumáticas para muchos gatos.
Así pues, piensa en cómo es el carácter de tu gato y si está o no acostumbrado a que le corten el pelo. Si crees que será demasiado complicado, lo más recomendable será que acudas a una peluquería para mascotas.
Otra alternativa es llevar a tu gato al veterinario y que este decida si es procedente suministrarle un sedante ligero que haga que los cortes de pelo sean más sencillos. En caso afirmativo, y de cara a futuros cortes, quizás te interese leer nuestra guía sobre cómo darle una pastilla a un gato.
Si no tienes mucha experiencia y crees que tu gato se resistirá, podría ser buena idea llevarlo a una peluquería para mascotas y dejarlo en manos de profesionales.

2. Baña y peina al gato
Aunque no es imprescindible, te recomendamos empezar bañando a tu gato.
Es cierto que a muchos gatos el rato del baño no les hace demasiada gracia (si te suena familiar, aquí te enseñamos a prevenir el problema de los mordiscos), pero, si el tuyo lo consiente, el corte posterior te resultará más sencillo.
Intenta que el animal se relaje y perciba el baño como una experiencia positiva. Dale varias de sus chucherías favoritas y, mientras tanto, utiliza el peine para empezar a desenredar su pelo y localizar los posibles nudos.
Te sugerimos utilizar, además del jabón especial para gatos, un acondicionador o crema desenredante. No solo le dejará el pelo suave y sedoso (perfecto para el cepillado y corte posterior), sino que también ayudará a prevenir la formación de más nudos en el futuro.
También podrías aprovechar el baño para limpiarle las orejas al gato, si lo ves necesario.

3. El corte de pelo paso a paso
- Coloca a tu gato sobre una superficie amplia, sécalo y cepíllalo con cuidado. En este punto ya deberías tener localizados tanto los nudos superficiales, que pueden desenredarse, como los más resistentes, para los que deberás recurrir a la tijera.
- Al cortar, aleja los nudos de la piel del gato tanto como te sea posible y utiliza tus dedos como barrera. Así evitarás hacerle daño si se mueve.
- Utiliza las tijeras más grandes para las zonas sencillas (lomo, vientre) y ve bajando de tamaño según lo veas necesario. Ten especial cuidado con el pelo de alrededor de genitales, ano y pezones (en el caso de las hembras).
Ten mucho cuidado con la cabeza y otras zonas delicadas del cuerpo del gato: genitales, pezones, ano, dedos…

- Ve eliminando e igualando poco a poco el pelo de las distintas zonas del cuerpo del gato. Intenta que el conjunto quede equilibrado y, lo que es más importante, sin nudos. Recuerda: ante la duda, es mejor quedarte corto que pasarte.
- Si ves necesario cortar en la zona de la cabeza, hazlo con moderación y ten mucho cuidado con las vibrisas (los bigotes del gato).
- Como norma general, te recomendamos evitar la recortadora. Incluso las diseñadas para mascotas, que son más silenciosas, resultan muy desagradables e invasivas para un gato. Además, con una recortadora es muy sencillo pasarte y cortar de más. Si tu gato tiene el pelo tan descuidado que la recortadora parece imprescindible, lo mejor será que lo lleves a una peluquería de mascotas.
- Cepilla de nuevo al gato para eliminar los pelos cortados que se le hayan quedado en el cuerpo.
¡Y listo!
Ahora ya sabes que no hace falta cortarle el pelo a un gato con regularidad, pero también podrás ponerte manos a la obra sin problema si en algún momento a tu felino le hace falta un buen repaso 😉