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Saber cómo limpiarle las orejas a un gato, ¿por qué es tan importante?
Limpiarle las orejas a un gato con regularidad es una de las mejores ayudas que puedes ofrecerle a tu amigo peludo.
Porque sí, los gatos son muy limpios, como todos sabemos, y se pasan el día acicalándose, pero las orejas son precisamente uno de los pocos sitios a los que les cuesta llegar.
El gato depende mucho de su fino sentido del oído, por lo que al mantener sus orejas limpias estarás contribuyendo de forma directa a su bienestar, a que se mueva y se comporte con normalidad y seguridad.

Y no solo eso: también estarás protegiendo su salud. Porque la suciedad que se acumula en las orejas suele dar lugar a infecciones de oídos y problemas de parásitos.
Limpiar con regularidad las orejas de tu gato te ayudará a prevenir o al menos detectar con rapidez infecciones y parásitos.
Aun así, puede que sientas cierta aprensión ante la idea de manipular las orejas de tu gato. Quizás te dé miedo hacerle daño o que se resista, o tal vez no tengas claro qué productos es seguro utilizar.
De esas y otras dudas que tengas podrás olvidarte con este artículo: vamos a explicarte cómo limpiarle las orejas a un gato paso a paso y sin molestias.

Antes de empezar: tranquiliza al gato y examínale las orejas
Adoptar la rutina de limpiarle las orejas al gato (te recomendamos hacerlo una o dos veces al mes) también te dará la oportunidad de examinarlas con regularidad.
Como norma general, te aconsejamos que le dejes la tarea a tu veterinario siempre que en el examen preliminar detectes problemas como irritación, hinchazón, sangre, rojez, cerumen de color muy oscuro o parásitos.

Ten en cuenta que limpiarle los oídos al gato cuando tiene algún tipo de enfermedad (incluso aunque no sea algo grave) resulta especialmente molesto para él, e incluso podrías causarle algún tipo de daño de forma involuntaria, por lo que sería mejor que se ocupase un profesional.
Pero, si le examinas las orejas y solo ves suciedad o cerumen, adelante: a tu gato le vendrá muy bien la sesión de higiene.
Si al examinar las orejas de tu gato detectas algún síntoma extraño -rojez, irritación, etc.- déjaselo a tu veterinario.

Cómo tranquilizar al gato para limpiarle los oídos
Por supuesto, que la limpieza sea buena para tu gato no significa que le vaya a hacer gracia.
De hecho, las orejas son una de sus zonas más sensibles, por lo que muchos gatos se resistirán e incluso morderán (de hecho, recientemente te hablamos de cómo enseñar a un gato a no morder en esta y otras situaciones) y arañarán para intentar librarse.
Si tu gato es tranquilo, bastará con que te acerques a él, lo cojas y lo manipules sin movimientos bruscos. Háblale con suavidad, acarícialo y dale alguna chuchería.

Si tu gato se resiste a la limpieza de orejas, prueba a envolverlo con una toalla para protegerte de los arañazos y mantenerlo quieto.
No empieces a tocarle las orejas directamente: recorre su cuerpo con tus manos, haz que se sienta a gusto, y avanza poco a poco hacia la zona de la cabeza.
Si, por el contrario, tu gato es un poco rebelde, te recomendamos utilizar el truco de envolverlo en una toalla como si fuera un burrito, que te explicamos con todo detalle en el post cómo darle una pastilla a un gato (otra situación que a los felinos no les suele gustar nada, ya sabes).
Cuando tengas a tu gato tranquilo y dispuesto, empezará la revisión.

Examinando el oído externo
En primer lugar, échale un vistazo al oído externo del gato, es decir, su pabellón auditivo y la pinna (esa pequeña bolsita que verás junto al borde de las orejas).
Un oído externo sano y sin problemas será de color rosado y estará cubierto por una capa de pelo continua, sin calvas.
Tampoco deberías encontrar costras, heridas ni ninguna de las otras señales de problemas de salud que te hemos mencionado en el apartado anterior.

Examinando el oído interno
En segundo lugar, hay que revisar el oído interno.
Esta es seguramente la parte que más le molestará a tu gato, así que asegúrate de que lo tienes bien sujeto -con suavidad, pero también con firmeza- y, si quieres, recompénsale de nuevo con una de sus chucherías.
Hecho esto, deberás doblar con mucho cuidado su oreja para examinar el interior del conducto auditivo.
Es importe comprobar que las partes externa e interna del oído están totalmente sanas antes de proceder con la limpieza.
Si el gato está sano, el oído interno será también de color rosado y no desprenderá ningún olor desagradable.
Puede haber cerumen acumulado (eso es lo que vamos a limpiar), pero no en cantidades excesivas ni de color extraño.
Demasiada cera puede significar que el gato sufre algún tipo de infección, en especial si tiene un color muy oscuro o si va acompañada de olores inusuales.

Cómo limpiarle las orejas un gato paso a paso y sin molestias
Una vez hayas comprobado que no hay señales de ningún problema de salud, llega el momento de limpiarle las orejas al gato.
Es un procedimiento sencillo, como vas a ver, así que no temas: tu amigo peludo solo estará incómodo durante unos minutos.
Por cierto: también podrías aprovechar para hacer un examen general y decidir si hace falta cortarle el pelo al gato.
1. Lo más básico que necesitas para limpiarle las orejas a un gato
En el mercado encontrarás diversos productos para limpiarle las orejas a un gato con mayor facilidad y eficacia (enseguida te hablaremos de ellos), pero lo cierto es que todo lo que necesitas para una limpieza básica seguramente lo tienes ya en casa:
- Gasa de algodón (estéril, si es posible).
- Una toalla pequeña limpia.
- Jabón para gatos.
- Chucherías para gatos.

Hay muchos productos interesantes para mejorar la limpieza de los oídos de tu gato, pero lo básico para empezar lo tienes en casa.
2. Los pasos para limpiarle los oídos a un gato
- Pon un poco del jabón de tu gato en un cuenco con agua templada.
- Moja una esquina de la toalla y utilízala para limpiar con suavidad la parte externa de la oreja, en la que a veces puede quedarse suciedad, y el borde.
- Coge ahora la gasa. Para una mayor higiene, puedes humedecerla en suero fisiológico, pero si lo haces asegúrate de escurrirla muy bien para que no gotee dentro del oído.
- Dobla la oreja del gato son suavidad y pasa la gasa por toda la zona interna, muy poco a poco, retirando cualquier resto de suciedad o cerumen. Esta parte de la oreja es muy delicada, por lo que deberás ir con cuidado.

- No intentes limpiar en exceso el interior del oído o podrías provocarle una infección a tu gato por el exceso de manipulación o por derramar alguna gota de suero en el conducto auditivo.
- Durante todo este proceso mantén la cabeza del gato sujeta para evitar que la sacuda (es lo que le pedirá su instinto). Cuando termines, déjale que lo haga: se sentirá mucho más cómodo.
- Revisa la oreja del gato para asegurarte de que no te has dejado ningún resto de suciedad. Comprueba también que esté bien seca.
- ¡Turno de la otra oreja!

3. Productos útiles para limpiarle las orejas a un gato
Como te decíamos antes, hay varios tipos de productos que puedes adquirir para reforzar la higiene ótica de tu gato y facilitar el proceso de limpieza.
Aquí tienes algunos ejemplos que creemos que te resultarán muy útiles, y que en muchos casos sirven tanto para gatos como para perros:
Soluciones de limpieza ótica
Estos limpiadores no solo higienizan los oídos del gato, sino que también ayudan a disolver el cerumen acumulado para que sea más fácil retirarlo.
En algunos casos poseen, además, propiedades calmantes o incluso cicatrizantes.
Vienen bien tanto para las limpiezas rutinarias como en los casos en los que exista otitis u otros problemas de oídos.
- Limpiador de oídos Otifree. 60 / 160 ml. – 8,25€ / 9,99€
- Limpiador de oídos Otoclean. 18 x 5 ml. – 15,99€.
- Limpiador de oídos Ocucan Rex. 100 ml. – 13,50€.

Gotas para los oídos
A diferencia de las soluciones de limpieza (a las que complementan), las gotas para los oídos de los gatos tienen un objetivo preventivo: se aplican una o dos veces por semana para mantener las orejas en perfectas condiciones. Pueden prevenir la aparición de ácaros y hongos.
- Gotas óticas Virbac. 100 ml – 10,85€.
- Gotas óticas AniForte. 20 ml – 17,99€.
- Gotas óticas Institut Katharos. 30 ml – 8,86€.

Toallitas de limpieza para mascotas
Este tipo de toallitas sustituyen a las gasas estériles y la toalla. Son suaves, de tacto agradable, lo que viene muy bien para la limpieza de zonas especialmente delicadas como los oídos o los ojos.
Algunas son de olor neutro, mientras que otras deprenden diversas fragancias.
- Toallitas húmedas San Dimas. 50 uds. – 4,69€.
- Toallitas húmedas Yes!pH. 40 / 120 uds. – 3,99€ / 6,99€.
- Toallitas húmedas Petpost. 100 uds – 16,97€.

Dedales de limpieza
Son similares a las toallitas de limpieza, pero están hechas con forma de dedal, lo que facilita la tarea limpiar las orejas del gato utilizando el dedo.
Con este tipo de toallitas es más sencillo llegar a todos los rincones de la oreja del gato, pero causándole las mínimas molestias posibles.
- Dedales de limpieza de oídos Artero. 50 uds. – 6,19€.
- Dedales de limpieza de oídos Nutrani. 50 uds. – 14,99€.
- Dedales de limpieza de oídos Vet’s Best. 50 uds. – 5,49€.

Muchos de los productos para limpiar oídos de mascotas -toallitas, líquidos, etc.- son comunes para gatos y perros.
Señales de que tu gato podría tener un problema en los oídos
Cuando antes te hemos hablado de cómo limpiarle las orejas a un gato, hemos mencionado algunas señales externas comunes que podrían indicarte que tu gato sufre de otitis, ácaros u otros problemas similares.
Sin embargo, las posibles dolencias que puede experimentar un gato en sus oídos son más numerosas.

Por eso, queremos aprovechar para recordarte que estés atento ante la aparición de otros síntomas como:
- Rascado continuo de las orejas.
- Desorientación.
- Pérdidas de equilibrio sin motivo aparente.
- Pérdida de audición.
- Continuas sacudidas de la cabeza.
Si tienes la sospecha de que tu gato podría sufrir algún tipo de trastorno de audición, llévalo a tu veterinario lo antes posible para que determine qué es lo que está causando sus síntomas.
Por lo demás, ahora sabes cómo limpiarle las orejas a un gato y qué productos podrías necesitar, así que está en tus manos: ya no hay excusa para que tu felino no lleve las orejas relucientes 😉