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Te contamos cómo saber si un gato tiene calor y qué puedes hacer
Cuando llegan los meses de sol y las altas temperaturas, es importante tener claro cómo saber si un gato tiene calor. Y es que los gatos, como los perros, son vulnerables ante los golpes de calor (de los que te hablaremos un poco más abajo) y, en general, tienen pocos mecanismos para regular su temperatura corporal.
El pelo de los gatos les proporciona cierto nivel de aislamiento tanto frente al frío como frente al calor, pero, más allá de eso, su única forma real de evacuar el exceso de calor del cuerpo son la saliva y las glándulas sudoríparas que tienen en las almohadillas de los pies. A diferencia de los perros, los gatos no jadean.

Es cierto que los gatos no realizan el mismo nivel de ejercicio que los perros y, en general, tienden a buscar la sombra en los momentos más calurosos del día. Aun así, si la temperatura es excesiva pueden llegar a pasar demasiado calor.
Para evitar que tu gato lo pase mal por las temperaturas elevadas o incluso sufra un golpe de calor, te traemos esta guía sencilla sobre cómo saber si un gato tiene calor y, por supuesto, cómo ayudarle a refrescarse de diferentes formas. ¡Sigue leyendo!

Cómo saber si un gato tiene calor: 6 síntomas del calor excesivo en gatos
La temperatura corporal normal de los gatos es más elevada que la de las personas y se sitúa entre los 38 y los 39°C.
Los gatos son originarios de territorios desérticos, por lo que poseen cierto nivel de tolerancia al calor, pero todo tiene su límite: con una temperatura corporal de 41-42°C los felinos entran en la zona de riesgo de los golpes de calor.
Con una temperatura corporal de más de 40°C, los gatos están en riesgo de sufrir un golpe de calor.
Para saber si un perro tiene calor, el jadeo excesivo es una pista muy valiosa. No obstante, y como ya hemos mencionado, los gatos no jadean para liberar el exceso de calor, por lo que tendrás que fijarte en otras señales. Son las siguientes:
- Huellas húmedas al caminar. Como hemos comentado, las únicas glándulas sudoríparas del gato se encuentran en las almohadillas de los pies. Por eso, un gato con mucho calor sudará por esa zona y puede dejar huellas húmedas al caminar. Si dudas sobre cómo saber si un gato tiene calor, esa puede ser una buena pista.
- Hipersalivación. Un gato con mucho calor tenderá a salivar más de lo normal: es la otra forma que tiene su cuerpo de reducir la temperatura.
- Inactividad y debilidad. Los gatos pasan muchas horas tumbados y durmiendo (hasta un 50% de su vida, como te contamos en nuestras curiosidades sobre los gatos), pero si notas a tu felino más apático e inactivo de lo normal, puede ser por el exceso de calor. Su cuerpo tratará de utilizar tanta energía como sea posible para regular su temperatura.
- Temblores musculares.
- Lengua de color azulado (cianosis).
- Consumo de agua anormalmente elevado, para compensar la deshidratación y tratar de refrescar el cuerpo (consulta nuestro artículo: por qué mi gato bebe mucha agua).

Todos los gatos pueden pasarlo mal si hace demasiado calor, pero son especialmente vulnerables:
- Los cachorros.
- Los gatos ancianos.
- Gatos enfermos.
- Gatos obesos.
- Los gatos especialmente activos y nerviosos.
- Los gatos sin pelo.

¿Cuál es la temperatura ambiental ideal para los gatos?
En los días más calurosos, los gatos en general tenderán a reducir su actividad al mínimo y buscarán lugares tan sombríos y frescos como sea posible.
No obstante, esto a veces puede ser difícil dentro de una casa. Si el ambiente es sofocante y no hay corrientes de aire o la sombra escasea, el gato puede tener problemas y, al final, sufrir un calor excesivo.
Respecto a la temperatura que pueden soportar los gatos con comodidad, lo cierto es que varía significativamente dependiendo de la raza.
Los gatos están cómodos entre los 18 y los 30°C, pero los las temperaturas ideales específicas dependen de cada raza. Por lo general, los gatos de pelo corto aguantan mejor el calor.
En general, los gatos viven confortablemente entre los 18 y los 30°C, pero las razas de pelo largo pueden empezar a pasarlo mal a partir de los 25°C, mientras que, en el otro extremo, los gatos sin pelo como los Sphynx tolerarán mal temperaturas por debajo de los 20°C.

Golpe de calor en gatos: qué es y cuáles son sus síntomas
El golpe de calor en gatos, nombre coloquial que recibe la hipertermia, se produce cuando el organismo del gato se colapsa a causa del calor excesivo.
Es un riesgo que no debe tomarse a la ligera, ya que los gatos son mucho más vulnerables ante los golpes de calor que los seres humanos y pueden sufrirlos con cierta frecuencia. Para los gatos más débiles o que no reciban atención inmediata, el golpe de calor puede ser mortal.

Los síntomas del golpe de calor en gatos son similares a los del calor excesivo, con los siguientes añadidos:
- Cianosis más pronunciada: el gato puede tener no solo la lengua, sino toda la mucosa de la boca de color morado o un azul intenso, debido a la caída del flujo de oxígeno. Incluso la piel puede adquirir un tono azulado.
- Temblores musculares y convulsiones.
- Desequilibrio al caminar.
- Ronchas y erupciones de color rojizo en la piel.
- Vómitos, en ocasiones acompañados de sangre.
- Diarrea, en ocasiones acompañada de sangre.
- Boca entreabierta y jadeos.
- Respiración irregular.
- Ritmo cardíaco acelerado, incluso en reposo.
El golpe de calor en gatos afecta con mayor frecuencia a los felinos muy jóvenes, ancianos, con exceso de peso o con alguna enfermedad crónica.

Qué hacer cuando un gato sufre un golpe de calor
Si tu gato está sufriendo un golpe de calor, el procedimiento que debes seguir es similar al que se aconseja cuando la víctima es un perro:
- Mantén la calma y contacta con el centro veterinario más cercano para informarles del problema. Sigue sus instrucciones para atender al gato o llévaselo directamente para que puedan tratarlo ellos.
- Haz que la temperatura corporal del gato descienda, pero no de forma brusca. Muévelo con suavidad hasta un rincón fresco, con sombra y, si es posible, pon un ventilador. Moja un paño en agua fría (no helada) ve humedeciendo su cabeza, cuello, ingles y axilas. Dale agua fresca, pero procura que beba poco a poco.
Cuando estés en la clínica, el veterinario continuará monitorizando la evolución del gato y seguramente le realizará diversas pruebas para asegurarse de que no ha sufrido ningún daño permanente. También es posible que le administre algún tipo de tratamiento para acelerar su recuperación.

Cómo hacer que un gato no tenga calor: 8 consejos para mantenerlo fresco
Ahora que ya tienes claro cómo saber si un gato tiene calor, lo siguiente es hablar de cómo mantener fresco a tu felino para evitarle incomodidades y, por supuesto, los temidos golpes de calor.
Para mantener a tu gato fresco y confortable, te recomendamos seguir estos consejos:
- Asegúrate de que dispone de un suministro constante de agua fresca y limpia. Si hace mucho calor, puedes añadir cubitos de hielo al bebedero (este consejo también es válido para los roedores, como te contamos en nuestro artículo sobre si los hámsters se pueden bañar).
- No dejes que salga al exterior (balcones, terrazas, jardines, etc.) durante las horas más calurosas del día.
- Evita los ratos de juego intensos en los momentos de mayor calor.
- Utiliza el aire acondicionado para refrescar la estancia en la que se encuentre el gato. También puedes utilizar un ventilador, dirigiendo el aire directamente hacia el cuerpo del felino.
- Crea un rincón fresco en una zona sombría de la casa empleando, por ejemplo, una toalla húmeda y una botella de plástico llena de hielo. Muéstrale la zona a tu gato y deja que la utilice cuando quiera.
Mantener a tu gato fresco durante los días calurosos es fundamental para evitar los golpes de calor. Pero no caigas en el error de raparle el pelo: pasaría aún más calor (y podrías causarle problemas adicionales).

- Nunca dejes a tu gato a solas dentro del coche, ni siquiera durante unos pocos minutos.
- Nunca rapes a tu gato pensando que así le aliviarás el calor. Como te contamos en nuestro artículo sobre si hace falta cortarle el pelo a un gato, el rapado debe realizarse solo cuando lo aconseje un profesional. El motivo es que el pelo protege al felino también frente a las altas temperaturas, por lo que un gato rapado en realidad pasará aún más calor.
- Como medida a largo plazo, procura que tu gato haga ejercicio con regularidad y controla la cantidad de comida que le das. Los gatos obesos son mucho más vulnerables ante los golpes de calor.