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Descubre si es necesario castrar a un conejo y qué beneficios tiene
¿Es necesario castrar a un conejo? Es una pregunta que a menudo se hacen las personas que empiezan a convivir con uno de estos simpáticos animalitos. Y es comprensible: la castración sigue siendo una cuestión controvertida sobre la que aún existen ciertas dudas.
No obstante, la castración o esterilización, no solo de los conejos sino, en general, de las mascotas, es una práctica cada vez más extendida por buenas razones.
Lo cierto es que en general es muy recomendable, ya que, como verás a lo largo de este artículo, los beneficios (prevención de enfermedades y camadas no deseadas, desaparición de problemas de comportamiento, etc.) superan con mucho a los posibles inconvenientes.
A continuación, vamos a contarte qué supone exactamente castrar a un conejo: resolveremos todas tus dudas sobre este tipo de intervenciones y te explicaremos por qué tu pequeño peludo y tú mismo ganaréis en calidad de vida si te decides a hacerlo.

¿En qué consiste castrar a un conejo? Todo lo que debes saber
Para saber si es necesario castrar a un conejo, lo primero es comprender en qué consiste esta intervención.
La castración de un conejo supone extirpar o inutilizar sus órganos sexuales. En la castración de tipo quirúrgico los órganos reproductores del animal son retirados, mientras que en la esterilización el animal mantiene sus características sexuales, pero es infértil.
Al hablar de castración, lo más común es referirse a la primera opción: retirar totalmente los órganos sexuales del conejo (los testículos en el caso de los machos y los ovarios, u ovarios y útero, en las hembras).
La intervención es lógicamente diferente dependiendo del sexo del animal, pero en ambos casos es rápida y segura, al mismo nivel que en el caso de los perros y los gatos. Por lo general, los conejos se recuperan de la castración en unos pocos días.
La castración suele referirse a la extirpación de los órganos sexuales del animal: los testículos en los machos y los ovarios, u ovarios y útero, en las hembras.

Castrar a un conejo macho
En el caso de los conejos machos, la técnica para la castración es la orquiectomía. El objetivo de la intervención es la extracción quirúrgica de ambos testículos.
Hay que señalar que los conejos macho siguen siendo fértiles durante aproximadamente un mes después de la operación, ya que aún conservan espermatozoides vivos en los conductos de su aparato reproductor. Así pues, juntar antes de tiempo a un conejo recién castrado con una hembra fértil podría dar lugar a una preñez no deseada.

Castrar a un conejo hembra
Para la castración de una coneja hay dos posibles tipos de intervenciones: la ovariohisterectomía o la ovariectomía.
- En la ovariohisterectomía se retiran tanto los ovarios como el útero.
- En la ovariectomía se retiran solamente los ovarios.
La primera técnica es mucho más habitual, pero ambas son eficaces a la hora de prevenir las enfermedades ligadas a las hormonas ováricas que afectan con frecuencia a las hembras de conejo.
A diferencia de lo que sucede con los machos, las hembras son ya totalmente infértiles en cuanto se recuperan de la operación.

¿A qué edad es necesario castrar a un conejo?
Es recomendable castrar al conejo en cuanto alcanza la madurez sexual, lo que sucede entre los 3 y los 5 meses en el caso de los machos y entre y los 4 y los 6 meses en las hembras.
Cabe mencionar que los conejos de pequeño tamaño suelen desarrollarse a nivel sexual antes que las razas grandes, que en algunos casos suelen tardar hasta 9 meses en llegar a la madurez. Si no tienes claro de que raza es tu conejo o qué tamaño podría alcanzar, debería consultarlo con un veterinario especializado en estos animales.
(Por cierto, te recomendamos también echarle un vistazo a nuestro listado con los mejores conejos para tener en casa 😉).
La castración del conejo debe realizarse cuando alcance la madurez sexual. Las castraciones prematuras o excesivamente tardías pueden causarle problemas de salud.

Una castración prematura podría entorpecer el desarrollo físico del conejo, mientras que una demasiado tardía (cuando el conejo tiene ya varios años) podría ser peligrosa. Así pues, es importante elegir bien el momento.
Los conejos no solo son animales precoces a nivel sexual, sino que también excepcionalmente prolíficos. Como veremos enseguida, la castración resuelve numerosos problemas de salud y conducta, pero, por encima de todo, es la única forma de evitar camadas no deseadas si tienes dos conejos de diferente sexo y quieres que convivan.

¿Cuánto cuesta castrar a un conejo?
El precio de la castración de un conejo puede variar mucho en función del centro veterinario, el tipo de operación y las necesidades especiales que tenga tu mascota en particular, si las hubiera. A todo ello hay que sumar el coste de los medicamentos necesarios para la recuperación del animal.
Teniendo en cuenta todos estos factores, el precio de la intervención puede llegar a ser de entre 150 y 200€, aproximadamente. Ten en cuenta que este es un cálculo meramente orientativo, por lo que deberás consultar con tu veterinario de referencia para obtener una cifra exacta.

Beneficios de castrar a un conejo
Como decíamos al principio, ante la pregunta de si es necesario castrar a un conejo o no, tenemos una respuesta clara: sin duda, es muy recomendable. La castración es una solución sencilla y segura para numerosos problemas que habitualmente presentan estos lagomorfos.
Podemos dividir los beneficios de la castración del conejo en tres grandes grupos:

Prevención de enfermedades
La castración evita numerosos problemas de salud en los conejos. En el caso de las hembras, con esta intervención desaparece el riesgo de que sufran enfermedades como hiperplasia, pólipos endometriales, piómetra o mucómetra, por citar solo algunas.
También se evitan los tumores uterinos, que son un riesgo muy real: hasta un 85% de las conejas hembras no castradas acaban desarrollándolos entre los 3 y los 5 años.
En los machos se previenen afecciones como la orquitis, la epididimitis y la neoplasia testicular.
Hasta un 85% de las hembras no castradas desarrolla tumores en el útero. La castración es una forma muy efectiva de prolongar la vida de tu mascota y mejorar su salud.

Eliminación de problemas de comportamiento
Al eliminar los impulsos sexuales, el carácter de los conejos mejora notablemente. Tanto machos como hembras pierden la agresividad y el instinto territorial, por lo que ya no se pelearán ni con otros conejos ni con los demás animales que pueda haber en la casa. Un conejo castrado será mucho más cariñoso, sociable y tranquilo que antes de la intervención.
También se previene el problema de las pseudogestaciones o embarazos nerviosos de las conejas, un trastorno similar al del embarazo psicológico de los gatos (del que te hablamos en nuestro artículo sobre cómo saber si una gata está embarazada).
El marcaje territorial, típico en conejos que acaban de llegar a la madurez, desaparece igualmente con la retirada de los órganos sexuales. Los conejos castrados no defenderán su territorio (puede que incluso dejen de morder los barrotes de la jaula), utilizarán su arenero con mayor facilidad y, como apunte extra, tendrán una orina mucho menos olorosa.

Se evitan las camadas no deseadas
Como ya hemos mencionado, con la castración desaparece también el problema de las preñeces no deseadas que hacen que los dueños se encuentren con camadas no saben, no quieren o no pueden atender. No hay que olvidar que la cría irresponsable es una de las principales causas del abandono de animales en refugios o directamente a la intemperie. Además, los conejos son animales muy prolíficos, como te contamos en nuestro artículo de curiosidades sobre los conejos.
La castración es, pues, imprescindible para asegurarte de que tendrás el número exacto de conejos que deseas y de los que puedes ocuparte, ni más ni menos.

¿Cómo cuidar a un conejo recién castrado?
La castración es una operación rápida y normalmente podrás llevarte a tu conejo a casa ese mismo día. El período de recuperación también suele ser breve, de 1 o 2 días para los machos y 3 o 4 días para las hembras.
Durante ese tiempo el conejo puede mostrarse aletargado y un poco inapetente. También es posible que al principio rechace el contacto físico, ya que se sentirá extraño y dolorido (sobre todo si es una hembra, cuyas castraciones son más invasivas).
Son comportamientos normales después de la operación, por lo que tendrás que ser paciente y no forzar a tu conejo a hacer nada que no quiera. De hecho, es recomendable que esté tranquilo y no participe en juegos demasiado agresivos durante estos primeros días, por lo que deberás vigilar a los demás animales que tengas por casa y evitar que lo molesten o alteren.
La castración es una operación rápida y sencilla. Generalmente podrás llevarte al conejo a casa ese mismo día. El período de recuperación durará menos de una semana.

Es aconsejable retirar el heno de la jaula del conejo durante unos días y colocar en su lugar un empapador o una toalla. Así reducirás el riesgo de que la herida se ensucie o infecte. En cualquier caso, deberás revisarla con frecuencia, tanto para comprobar que se mantiene limpia como para cerciorarte de que el conejo no la manipula.
Por lo demás, asegúrate de que tu peludo tiene alimento y agua fresca a su disposición (puede que al principio no tenga ganas de comer, pero estos animales NO deben ayunar ni antes ni después de la operación) y dale tiempo para recuperarse. No te olvides de darle su medicación y acude puntualmente a las revisiones veterinarias: ¡en pocos días volverá a estar en pie de guerra!