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¿Los perros tienen frío o es solo un mito?
¿Los perros tienen frío cuando bajan las temperaturas? ¿Es necesario taparlos o es solo un capricho, ya que les basta con su abrigo natural de pelo? Son dudas razonables y muy frecuentes que les surgen a muchos dueños de perros durante los meses de otoño e invierno. Al fin y al cabo, si nosotros nos abrigamos, ¿por qué ellos no?
En este artículo vamos a responder a todas tus preguntas sobre los perros y el frío: te contaremos si sienten el frío cómo nosotros, qué consecuencias tiene para ellos y cómo saber si un perro tiene frío o calor.
Así que si estabas pensando en comprarle un buen abrigo a tu perro, sigue leyendo: es el momento de descubrir si es o no necesario. 😉

¿Los perros sienten frío?
Es lo primero que hay que dejar claro: sí, los perros tienen frío. O pueden tenerlo, ya que, como nosotros, experimentan los cambios de temperatura y son capaces de sentir tanto frío como calor. Esto es aplicable a todas las razas, independientemente de sus características físicas (edad, tamaño, longitud del pelo, capas de pelo, etc.).
En lo que difieren los perros, en comparación tanto con nosotros como entre ellos, es en el grado de tolerancia al frío. Y ahí sí que influyen el tamaño y la melena, entre otros factores. Dicho de otra forma: cada perro tiene su propio umbral de tolerancia al frío, que es importante conocer.
En cualquier caso, sí: los perros tienen frío y llegado el caso pueden sufrir las consecuencias negativas asociadas a este, como veremos enseguida.
Los perros, como nosotros, pueden pasar frío (y calor). La diferencia es el grado de tolerancia al frío, que varía según la raza y las características físicas de cada animal.

¿A qué temperatura tiene frío un perro?
Los perros cuentan con dos herramientas naturales para protegerse frente al frío: el pelo y su capa de grasa natural. Naturalmente no todos los perros tienen la misma cantidad de pelo y grasa, por lo que la raza es un factor fundamental a la hora de saber si un perro será más o menos friolero. Además, por normal general los perros de mayor tamaño suelen aguantar mejor el frío que los perros enanos.
Así, un husky siberiano o un malamute de Alaska, ambos perros de nieve, pueden soportar temperaturas extremadamente bajas (incluso -20 o -30°C), mientras que un chihuahueño podría tener problemas bastante antes de llegar a temperaturas bajo cero. Los perros sin pelo también sufrirán de forma especial con las bajas temperaturas.

Como cada perro es diferente, cualquier cifra que te demos será más o menos arbitraria; no obstante, a modo de guía orientativa quédate con estas:
- A partir de los 7 – 8°C los perros menos protegidos o más vulnerables (razas con poca protección frente al frío, cachorros y perros ancianos) pueden empezar a dar muestras de que tienen frío.
- A 0°C, la mayoría de los perros vulnerables tendrán frío. Incluso aunque no estén en riesgo grave (eso dependerá de cada perro), podrían enfermar y desde luego se sentirán incómodos.
- A partir de los -5 o -10°C hablamos de un frío muy intenso que, si no se toman medidas, puede ser peligroso para la mayor parte de los perros, salvo para los que estén mejor protegidos.
Ten en cuenta también que, al igual que nos sucede a nosotros, los perros lo pasan peor cuando circunstancias como el viento, la humedad o la falta de abrigo exacerban el frío.
A temperaturas bajo cero, la mayoría de los perros tendrán demasiado frío. La situación puede ser peor en condiciones si la humedad es elevada o si hay viento.

Consecuencias del frío para los perros
Ahora que ya sabes que los perros tienen frío, es importante que conozcas también las consecuencias de la exposición a bajas temperaturas durante demasiado tiempo o sin la protección adecuada.
En realidad, los efectos del frío excesivo en los perros no son muy diferentes de los que experimentamos nosotros. Por ejemplo, si un perro pasa mucho frío durante un tiempo sin que se lo abrigue ni asista de ninguna manera, podría sufrir una hipotermia.
Incluso sin llegar a una situación tan extrema, un perro que haya pasado mucho frío podría contraer enfermedades como la pulmonía, la bronquitis e incluso un resfriado, entre otras.

Dependiendo de la edad del perro y el estado de su sistema inmunológico, las consecuencias podrían ser graves, por lo que es importante que, si crees que tu perro se ha puesto enfermo debido al frío, lo lleves al veterinario lo antes posible.
Más allá de las dolencias que provoca el frío excesivo, durante los meses de invierno también deberías estar atento a las almohadillas de tu perro, que pueden dañarse o quemarse por el contacto con el hielo. También es peligrosa la sal que en muchos sitios se echa por las calles, que podría provocarle a tu perro una quemadura química.
En invierno un perro puede sufrir no solo debido al frío, sino también por el hielo y la sal, que pueden dañar las almohadillas de sus patas.

¿Cómo saber si un perro tiene frío?
Para saber si un perro lo está pasando mal por el frío, te recomendamos fijarte en estas señales:
- Escalofríos y temblores: el cuerpo de los perros, como el nuestro, reacciona con movimientos musculares involuntarios para tratar de generar calor. Pero ten en cuenta que hay muchos motivos por los que un perro puede temblar.
- El perro se acurruca, hecho una bola, con la cola entre las patas.
- Rigidez muscular.
- Aletargamiento y movimientos lentos.
- Respiración más lenta.
- Somnolencia.
- Sequedad en la piel.
- Quejas y lloros.
Ten en cuenta que un perro puede sentir frío incluso aunque su cuerpo no parezca estar frío al tocarlo, así que te recomendemos que te fíes más de estas señales que del tacto.
Por cierto: como el frío no dura para siempre, te recomendamos consultar también nuestro artículo sobre cómo saber si un perro tiene calor.

¿Tengo que tapar o abrigar a mi perro?
Según las recomendaciones de los veterinarios, sí, puede ser necesario abrigar a algunos perros si es necesario salir con ellos a la calle en días especialmente fríos. Un abrigo puede ser un buen recurso para ayudar al perro a mantener su temperatura corporal y prevenir resfriados y otras enfermedades.
En este punto hay que señalar que no es lo mismo abrigar a un perro que, en general, vestirlo. Hay personas que realizan grandes inversiones para llevar a sus peludos a la última moda, pero es algo que no te recomendamos.
Puedes abrigar puntualmente a tu perro si es especialmente vulnerable al frío, pero no es recomendable vestirlo y pensar en términos de moda. Humanizar a un perro no le hace bien, y además muchos de ellos rechazan la ropa.

En primer lugar, esa costumbre implica humanizar al perro: no se le ayuda en ningún sentido, sino que se le impone algo ajeno a su naturaleza solo para nuestro disfrute; en segundo lugar, y a un nivel más práctico, muchos perros rechazan las prendas de ropa.
Así pues, te aconsejamos que abrigues a tu perro si en algún momento lo ves necesario (por ejemplo, si es especialmente vulnerable al frío y vives en una zona con muy bajas temperaturas), sí, pero siempre enfocándolo como una forma puntual y práctica de protegerlo, no pensando en la moda.

¿Qué hacer cuando un perro da señales de tener frío?
Si crees que tu perro está pasando mucho frío, sigue estos consejos para ayudarle y aliviarlo:
- En primer lugar, lo más evidente: llévalo a algún lugar cálido. Si ves que tu perro tiembla, se aletarga o respira con dificultad, vuelve a casa, al coche o entra en el lugar resguardado más cercano que tengas cerca.
- Abrígalo para ayudarle a recuperar una temperatura corporal normal. Si no tienes abrigos para perros, envuélvelo en una manta o similar.
- Frota con suavidad las partes del cuerpo que el perro tenga rígidas.
- Calienta agua dentro de una o varias botellas, envuélvelas en trapos para que el perro no se queme y pégaselas al cuerpo. Si es necesario, vuelve a calentarlas a medida que se vayan enfriando.
- Si el perro no parece recuperarse y sigue rígido o aletargado, llévalo inmediatamente a un veterinario de urgencia.