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Descubre cuánto dura el embarazo de una perra y otros detalles clave de esta etapa
Si tu perra se ha quedado preñada o acabas de adoptar a una que lo está, seguramente te estarás preguntando cuánto dura el embarazo de una perra, además de cuáles son los cuidados que deberás proporcionarle a tu amiga peluda durante esta etapa.
Es posible, además, que te surjan muchas otras dudas relacionadas con esta cuestión. Por ejemplo, ¿dura lo mismo la primera preñez que las que vengan después? ¿Es igual la duración del embarazo para todos los perros… desde un chihuahua a un gran danés?
En este artículo vamos a centrarnos en la duración del embarazo y las señales fundamentales a las que debes prestar atención: te contaremos cuánto dura el embarazo de una perra y cuáles son los síntomas que delatan que hay cachorros en camino… y cuándo están, por fin, a punto de nacer. ¡Sigue leyendo para resolver todas tus dudas!

¿Cuánto dura el embarazo de una perra?
Empezamos respondiendo a la pregunta que da título a este artículo: el embarazo de una perra dura unos 63 días, dos meses, de media.
La duración es aproximada, como en el caso de los humanos, por lo que algunas perras parirán unos pocos días antes y otras, algo después. La horquilla se sitúa entre los 56 y los 68 días, lo que significa que a partir del día 55 de embarazo deberás estar atento, puesto que el parto podría producirse en cualquier momento (más adelante te contaremos cuáles son las señales que lo indican). Normalmente tu veterinario te indicará en qué fecha es más probable que para tu perra.
En cualquier caso, no debes preocuparte: no hay ninguna diferencia entre un embarazo a los 56 días y uno a los 68, y que la duración sea mayor o menor normalmente no se debe a ninguna patología.
La duración media del embarazo de una perra es de 63 menos. En algunos casos el embarazo puede durar más o menos, pero no te preocupes: eso no suele suponer ningún problema.

Podemos establecer que en general cuanto mayor sea la camada que se espere, menor será la duración del embarazo, ya que los cachorros ocupan más espacio. De la misma manera, y como veremos adelante, los perros de mayor tamaño suelen tener gestaciones ligeramente más largas.
Por supuesto, si pasados los 68 días tu perra aún no ha parido sí que será recomendable que la lleves al veterinario por si hubiera algún problema.
Por cierto: si lo tuyo son los felinos, en este artículo te contamos cuánto dura el embarazo de una gata.

¿Cuánto dura el embarazo de una perra primeriza?
No hay diferencias en la duración del embarazo entre una perra primeriza y una que ya haya parido con anterioridad: serán dos meses, más o menos, en ambos casos.
Lo que puede ser diferente es la duración del propio parto. El parto de una perra suele durar entre 12 y 24 horas, dependiendo del número de cachorros que vengan, pero en una perra primeriza podría alargarse hasta las 36 horas.

¿Cuánto dura el embarazo de un perro pequeño? ¿Y el de una perra grande?
Como decíamos antes, la duración del embarazo suele ser ligeramente mayor en los perros grandes que en los perros enanos y pequeños. No obstante, no es una gran diferencia: hablaremos siempre de unos días más o menos dentro de la horquilla que hemos mencionado: entre 56 y 68 días, aproximadamente.
Los embarazos de los perros grandes suelen durar un poco más que en el caso de los perros pequeños, pero siempre dentro de la horquilla de 56 a 68 días.

Señales de que una perra está embarazada
Ahora que ya sabes cuánto dura el embarazo de una perra, la siguiente pregunta es evidente: ¿cómo saber si una perra está preñada? Es una duda muy frecuente, ya que no siempre que hay cópula se produce fecundación.
Lo cierto es que hay ciertas señales que delatan el embarazo de una perra, pero no siempre aparecen todos ellos, o no de manera igual de clara. En general, será difícil notar nada antes de al menos 25 días de embarazo, o incluso ya entrado el segundo mes.

Cuando ya es posible detectar el embarazo, los síntomas a los que deberás prestar atención son las siguientes:
- Abultamiento del vientre: este síntoma, uno de los más claros, empieza a hacerse evidente hacia finales del primer mes de embarazo. Algunas perras pueden llegar a ganar hasta un 50% de su peso a lo largo del proceso.
- Cambios en los pezones: aumentarán de tamaño y se irán poniendo de un color rosado cada vez más intenso.
- Pérdidas de flujo vaginal: a menudo una perra embarazada tendrá pérdidas de flujo vaginal, un líquido que será de color blanquecino o transparente.
- Vómitos.
- Cambios en la alimentación: algunas perras embarazadas reclaman más comida, mientras que otras rechazan su alimentación habitual.
Cabe mencionar que en algunos casos una perra mostrará todos o muchos de los síntomas típicos del embarazo, pero sin que haya cachorros en camino. Es el embarazo psicológico en perras, un trastorno del que te hablamos con detalle en ese artículo.
Es difícil que notes nada antes de los primeros 25 días de embarazo. La señal más evidente suele ser el abultamiento del vientre y de los pezones.

¿Cómo saber en qué punto del embarazo está mi perra?
Saber en qué punto del embarazo está una perra solo es posible con una visita al veterinario, quien realizará una ecografía y una exploración completa del animal para determinar en qué día de gestación se encuentra. También es posible que le realice una palpación abdominal, radiografías y pruebas de ultrasonidos.
De todos modos, puedes fijarte en las señales que te hemos indicado en el apartado anterior para tratar de averiguar en qué punto del embarazo se encuentra la perra. La hinchazón abdominal, que solo se hace evidente tras el primer mes de embarazo, puede ser una buena referencia. A lo largo del segundo mes el vientre irá aumentando de tamaño y llegará un punto en el que podrías notar los movimientos de los cachorros.

Señales de que una perra parirá pronto
Sabiendo cuánto dura el embarazo de una perra es sencillo prever, de forma aproximada, cuándo llegará el parto. Además, hay ciertas señales que te ayudarán a reconocer ese momento:
- Las mamas de la perra están especialmente hinchadas y pueden tener pequeñas pérdidas de leche.
- La perra se muestra nerviosa y deja de comer.
- Descenso de la temperatura corporal en las 12 – 24 horas previas al parto.
- Lamido constante de la vulva.
- La perra pasa cada vez más tiempo en el nido que previamente habrá preparado en algún rincón de la casa.
- Expulsión del tapón mucoso del cuello uterino en algún momento de las 24 horas previas al parto.
- Contracciones rítmicas cada pocos minutos. Una vez comiencen, el parto será inminente.