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¿Por qué mi gato maúlla por la noche?
Mi gato maúlla por la noche y no me deja dormir… ¿Te suena familiar?
Si es así, es posible que te hayas enfrentado a más de una noche de insomnio por los maullidos de tu gato y no sepas qué hacer.
En realidad, no es raro escuchar algún que otro maullido a lo largo de la noche, sobre todo si tu gato es propenso a vocalizar.
La tendencia a maullar varía según la especie y el individuo, pero está claro que todos los gatos lo hacen de vez en cuando.
El problema viene, por supuesto, cuando los maullidos nocturnos son continuos y no consigues pararlos.
No solo perjudicarán tu necesario descanso (y quizás también el de tus vecinos), sino que además pueden indicar que el gato tiene algún problema o alguna necesidad no resuelta.

Pero si tu gato maúlla mucho y está inquieto por la noche, ¡no te preocupes!
En este artículo vamos a explicarte con detalle todas las posibles causas de esos maullidos nocturnos y a aconsejarte qué deberías hacer en cada caso.
Los maullidos son una parte del lenguaje de tu gato: te está diciendo algo
Antes de nada, es importante entender que el maullido es una de las herramientas de comunicación que tienen los gatos.
No maúllan por placer, por capricho o de forma aleatoria, sino porque intentan decir algo.
De hecho, los gatos maúllan mucho más cuando están con personas que cuando se quedan solos o están en compañía de otros gatos.
Esto se debe a se dan cuenta de que vocalizar es la forma más eficaz de transmitir sus necesidades a sus cuidadores humanos.
En resumen: los gatos aprenden de la experiencia y, por lo tanto, saben que cuando nos “hablan” les hacemos caso.

Así pues, no pienses que tu gato maúlla simplemente porque le parece divertido que vayas con ojeras al trabajo o a clase.
Tal y como decíamos, tu felino intenta transmitir algo, por lo que es importante mantener la calma, prestar mucha atención, tratar de averiguar cuál es el problema y buscar una solución.
Si te enfadas con él o le castigas, no lograrás nada: no comprenderá lo que haces, le crearás estrés y, por supuesto, seguirá haciendo ruido por la noche.
Si tu gato maúlla por las noches, es porque intenta decirte algo. Préstale atención e intenta averiguar el motivo.
8 motivos por los que un gato maúlla por la noche y qué hacer en cada caso
Veamos ahora cuáles son los 8 posibles motivos por los que tu gato maúlla por la noche y qué podrías hacer para recuperar tus horas de descanso en cada uno de ellos.

1. Tu gato está especialmente activo por la noche
Existe la creencia popular de que los gatos son animales nocturnos, por lo que podrías pensar que ese es el motivo de tus episodios de maullidos: son sus horas de estar despierto. Pero no es así.
Lo cierto es que los gatos realmente son animales crepusculares, lo que significa que sus horas de mayor actividad son las del amanecer y el anochecer.
Además, con los años los gatos van adaptándose de forma progresiva (y hasta donde su naturaleza se lo permite) a los horarios de sus dueños.
No obstante, los gatos más jóvenes sí que tienden a mostrarse más activos por la noche.
La razón es que los instintos de caza de los felinos de menor edad están aún a flor de piel, y las horas nocturnas son precisamente el mejor momento para buscar presas.

Los gatos no son realmente animales nocturnos, sino crepusculares. Además, tienden a adaptarse a las rutinas de sus dueños.
O sea que, si tu gato maúlla mucho por la noche, quizás se deba a que es aún muy joven.
Si ese es el problema, te recomendamos tener paciencia: los maullidos nocturnos deberían ir reduciéndose de forma progresiva a medida que tu gato madure y se vaya amoldando a los ritmos de tu casa.
2. Tu gato maúlla porque se siente solo
Puede que tu gato se pase la noche maullando porque se siente solo durante todas esas largas horas que tú pasas encerrado en tu habitación. Si cuando llegas a casa tu gato empieza a seguirte a todos lados, es que claramente te echa de menos.
Tendemos a pensar en los gatos como animales independientes y autónomos, y en líneas generales es cierto (sobre todo si los comparamos con los perros), pero… cada animal es un mundo aparte.
Tal vez tu gato sea más gregario o dependiente que la media y no lleve nada bien esas separaciones nocturnas.
En el caso de los cachorros, la soledad es claramente un problema: los gatitos, que están llenos de energía y curiosidad, son mucho más dependientes que los ejemplares adultos y siempre quieren tener cerca alguien con quien jugar y que les haga caso.

Adoptar un segundo gato puede ser la solución más sencilla y efectiva para aliviar la soledad de tu felino.
La mejor solución en este caso es un segundo gato.
La introducción de otro felino en la casa suele funcionar muy bien con los gatitos y, con un correcto proceso de aclimatación, también con la mayor parte de los gatos adultos.
Así, mientras tú duermes plácidamente, los dos gatos podrán entretenerse el uno al otro de mil maneras diferentes. En poco tiempo verás cómo se amasan entre ellos y se dan cariño y compañía.
Incluso aunque no hagan nada concreto, estando juntos no se sentirán solos, y eso ayudará a evitar los maullidos nocturnos.
3. El gato maúlla por la noche porque se aburre o le falta estimulación
Otro posible problema de un gato que maúlla por la noche puede ser el aburrimiento o la falta de estímulos.

En este caso no se trata de que el gato se sienta solo, sino de que llega a la noche con demasiada energía y la mente muy activa.
Si tu gato es especialmente nervioso y juguetón, los maullidos nocturnos pueden ser básicamente una forma de decir: “pero bueno, ¿ya hemos acabado de jugar? ¿Tan pronto?”.
Para evitar que un gato maúlle por la noche por aburrimiento, te recomendamos combinar estas dos posibles soluciones:
- Asegúrate de que haya suficientes ratos de juego y entretenimiento con tu gato durante el día. Puede ser buena idea que haya siempre un rato de juego antes de irte a dormir, de forma que el gato se quede cansado y satisfecho justo en ese momento.
- Por si acaso, déjale a la vista sus juguetes para gatos favoritos para que pueda entretenerse durante la noche, si es que aún le quedan fuerzas.
Es importante que tu gato haya tenido actividad física y mental antes de dormir. Pero ojo: los tiempos de juego los marcas tú, no él.
Sin embargo, cuidado: los ratos de juego y mimos son necesarios, pero debes decidirlos tú.
Si siempre que tu gato maúlle le empezaras a prestar atención, podrías acabar agravando el problema y provocando… que maúlle más aún.

4. Tu gato tiene hambre o sed
La mayor parte de los gatos prefiere comer cantidades más pequeñas, pero varias veces al día.
Y ya habrás notado que durante el día los episodios de maullidos se incrementan a medida que se acerca la hora de comer, así que puede que por la noche esté pasando lo mismo.
Si el problema de tu gato es que te está pidiendo la cena, la mejor solución podría ser un comedero automático programable.
Un dispositivo de este tipo no solo le dará de comer sin que tú tengas que preocuparte, sino que además mantendrá al gato entretenido un rato.
Otra opción más sencilla es acostumbrarte a darle una pequeña cantidad de comida a tu gato justo antes de irte a dormir.
Por supuesto, en ambos casos el gato deberá disponer en todo momento de agua limpia en abundancia a su alcance.

De todos modos, y como ya te decíamos en el apartado anterior, eres tú el que debe tener el control, tanto de los tiempos de juego como de la comida.
Darle a tu gato comida siempre que maúlle sería un error, ya que, de nuevo, estarías reforzando ese comportamiento.
Tu gato no puede pasar hambre, por supuesto, pero tampoco debería llegar a aprender que, si maúlla lo suficiente, obtendrá comida siempre que quiera.
Darle a tu gato una pequeña cantidad de comida antes de irte a dormir puede ayudar a aliviar su ansiedad durante la noche.
5. Siente ansiedad, estrés o miedo
Hay un gran número de posibles razones por las que un gato podría sentir miedo, estrés o ansiedad durante la noche y, como consecuencia, maullar sin parar Por ejemplo:
- Puede que sea un gato muy joven, o un cachorro, y aún se sienta vulnerable ante lo que le rodea.
- Tras una mudanza, el gato puede necesitar un tiempo para acostumbrarse a su nuevo hogar.
- Incluso tras una reforma de la casa, puede sentirse confuso y asustado al verse en un entorno que solo le resulta conocido en parte.

- Fuegos artificiales, tormentas fuertes, ruidos… dependiendo de lo miedoso o sensible que sea tu gato, cualquier situación inesperada que rompa con su rutina podría causarle miedo o ansiedad por las noches.
- Si tu gato es semicallejero y durante el día tiene mucha libertad, quizás por las noches se sienta atrapado entre las paredes de casa.
- Otros cambios en la rutina del gato: introducción de más animales, nuevos habitantes en la casa o ausencia de alguno de los habituales…
Nuestro consejo en estas situaciones en las que un gato maúlla por la noche es que reflexiones sobre qué ha cambiado en su vida o qué lo altera y veas de qué manera podría resolverse.
En muchos casos, la solución será simplemente esperar y dejar que el gato se acostumbre.
En otros, quizás debas tomar alguna decisión como, por ejemplo, hacer que el gato duerma en una habitación alejada de los ruidos que lo perturban, instalar una trampilla para que salga a la calle por la noche, si es eso lo que necesita, etc.

6. Tu gato puede estar enfermo
Si tu gato maúlla por la noche, puede que esté intentando expresar algún malestar de tipo físico.
Y es que, al igual que las personas, los gatos se quejan cuando algo les duele o molesta.
Hay diversas enfermedades que podrían estar causando que tu gato vocalice en exceso durante las noches: dolores en las articulaciones o los órganos internos, problemas en los riñones o en la tiroides, diabetes…
Una vocalización nocturna excesiva puede ser síntoma de una enfermedad. O también señal de que el gato se queja de dolores, malestar…
Para saber si el gato maúlla por un problema de salud, te recomendamos que lo observes con atención para descubrir cualquier otro posible síntoma adicional que dé pistas sobre lo que le pasa: si ves al gato erizado, con falta de apetito, apatía, fiebre, o si hay caída de pelo, heridas en la boca (una señal de calicivirus felino), cambios en sus deposiciones, etc.
Naturalmente, si sospechas que tu gato puede estar enfermo, lo mejor será que lo lleves al veterinario lo antes posible. Y, si ya lo has hecho y tienes que darle algún medicamento, puede interesarte esta guía sobre cómo darle una pastilla a un gato.

7. Tu gato tiene las hormonas revolucionadas
Y cuando hablamos de cuestiones hormonales nos referimos, por supuesto, al celo.
Como todos sabemos, las gatas en celo pueden experimentar cambios significativos en su comportamiento, y uno de ellos es, precisamente, volverse mucho más maulladoras.
La gata en celo vocaliza constantemente para indicar que está disponible para aparearse.
Esto les sucede incluso a las felinas más tranquilas: el celo puede modificar su carácter y comportamiento de forma radical.

También es posible que tu gato macho haya percibido a una gata en celo en alguna zona cerca de tu vivienda (y es que los gatos tienen muy buen olfato).
Si es así, hará todo lo que pueda por llegar hasta ella; en ese caso, los maullidos nocturnos serán una expresión de su ansiedad por no poder salir de casa.
La solución para este problema es evidente y muy recomendable tanto para machos como para hembras: la castración.

Castrando a tu gato no solo cortarás de raíz el problema tanto en este momento como de cara al futuro, sino que evitarás muchas otras complicaciones, empezando por posibles preñeces y cachorros no deseados.
Los gatos castrados pierden totalmente el interés por aparearse y, en general, son más tranquilos e incluso más cariñosos.
La castración evitará los maullidos excesivos derivados del celo, además de otros problemas de salud y comportamiento del gato.
8. Se está haciendo mayor
El paso de los años nos afecta a todos y los gatos no son ninguna excepción.
Los gatos de edad avanzada pueden desorientarse con facilidad, sobre todo si empiezan a perder visión u oído.
Durante la noche, y totalmente solo, tu gato podría estar maullando por sentirse asustado o confuso acerca de dónde está o qué está haciendo.

Más allá de la pérdida natural de facultades debida a la edad, los gatos y perros de edad avanzada también pueden sufrir el llamado Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC), una dolencia que es equivalente a la enfermedad de Alzheimer en los humanos.
El SDC presenta diversos síntomas, y uno de ellos es precisamente los maullidos nocturnos.
En el caso de los gatos con SDC, el veterinario debería confirmar el diagnóstico y decidir cuál es el mejor tratamiento, que generalmente incluirá una combinación de medicamentos y pautas de comportamiento.
(Por cierto: para hacer frente a ese y otros problemas de salud inesperados, puede serte de mucha ayuda contar con un seguro para mascotas. En este post te lo contamos todo ellos)
Si el problema de tu gato es solo la edad, te damos tres ideas que podrían ayudarle:
- Déjale luces encendidas en la zona en la que suela dormir y junto a su comida y agua.
- Juega un poco con él antes de acostarte para que llegue a la noche cansado.
- Permite que duerma contigo en la cama, o en tu habitación, para evitar que se sienta perdido por la casa.
Los gatos de edad avanzada pueden desorientarse y asustarse en la oscuridad de la noche, incluso aunque no tengan ningún problema cognitivo.

Cómo tranquilizar a un gato por la noche: un resumen general de qué debes hacer (y qué debes EVITAR hacer)
Incluso antes de entrar en las causas por las que un gato maúlla por la noche, hay una serie de pautas que pueden venirte bien para enfrentarte al problema:
- Mientras averiguas qué es lo que sucede, haz que el gato duerma en una habitación alejada de la tuya. Es una solución provisional, y a él no le gustará, pero ten presente que tu descanso es siempre lo primero.
- Como regla general, jugar con tu gato y alimentarlo justo antes de irte a dormir es una buena rutina.
- Déjale agua y, si tienes un comedero automático, prográmalo para que sirva pienso un par de veces durante la noche.
- Cerciórate de que su arenero está limpio antes de irte a dormir.
- Ignora a tu gato. Puede parecer difícil, pero es buena idea probarlo, sobre todo si estáas seguro de que el gato está sano, bien alimentado y sin problemas derivados del celo o de un mal comportamiento. Y es que, como ya hemos visto, a veces los gatos utilizan el maullido como una táctica para conseguir alimento adicional o más atención.

Qué NO debes hacer:
- NO te enfades con él ni le grites. Como te decíamos antes, el gato no lo entenderá, por lo que solo servirá para ponerlo ansioso o asustarlo.
- NO te levantes para darle comida o jugar con él en medio de la noche. Con eso más bien conseguirás reforzar el mal comportamiento: el gato aprenderá que la insistencia al final tiene recompensa.
¿Deberías llevar a tu gato al veterinario si maúlla por las noches?
Ya hemos visto que si el gato maúlla por la noche puede ser por algún problema de salud, pero no es lo más habitual.
Otros de los motivos que te hemos mencionado -aburrimiento, ansiedad, celo, etc.- son mucho más comunes.
No obstante, sí que podría ser aconsejable llevar a tu gato al veterinario en el caso de que los maullidos comiencen de forma repentina.

Es decir: si tu gato siempre ha pasado las noches tranquilo y eso cambia de un día para otro, quizás puedas sospechar que se está quejando de algún dolor o molestia.
Aunque solo sea para que te quedes tranquilo y descartes cualquier problema físico, una visita al veterinario podría ser de mucha ayuda.