INDICE
¿Por qué mi gato me amasa? Te lo contamos
La de por qué mi gato me amasa es seguramente una de las preguntas que con más frecuencia se hacen los que comparten su vida con un felino.
Se trata, sin duda, de un comportamiento de lo más curioso: de pronto tu gato se acerca a ti y comienza a amasarte la barriga, la pierna u otra parte de tu cuerpo moviendo forma rítmica sus patas delanteras.
Puede que tu gato acompañe ese movimiento de ronroneos o maullidos, y también es posible que en ocasiones te amase a ti, pero otras veces lo haga con su manta. Algunos gatos amasan con las uñas retraídas, mientras que otros las sacan.
Sea como sea, el amasado es frecuente en los gatos, y a nosotros, aunque nos resulta agradable, suele dejarnos un poco desconcertados. ¿Por qué lo hacen?
En este artículo vamos a contarte por qué los gatos amasan y cuáles son los 5 motivos más aceptados por los que lo hacen. Si quieres conocer a tu felino un poco mejor y entender lo que intenta decirte cuando se pone a amasarte, sigue leyendo.
Tu gato puede amasarte a ti, a una manta, a otros miembros de tu familia… incluso a otros animales, como perros y roedores. Y siempre hay un motivo.

Por qué los gatos amasan: el origen de esta conducta tan curiosa
Así pues, y como decíamos, ¿por qué mi gato me amasa? Para entenderlo, lo primero es saber de dónde surge ese comportamiento.
Los gatos aprenden a amasar cuando son cachorros y aún están en la fase de lactancia. El amasado de las mamas con las patas delanteras ayuda a empujar la leche de la madre para que salga mejor y el gatito pueda alimentarse con mayor facilidad.
Así, el amasado se convierte en un reflejo que el gato mantiene durante toda su vida.

El amasado es un reflejo cuyo origen se encuentra en la fase de lactancia, cuando los gatitos aprietan a su madre para obtener más leche.
Antes se creía que el amasado en la edad adulta no era una conducta natural, sino un problema fruto de un destete prematuro.
Sin embargo, con el tiempo se ha comprobado que la inmensa mayoría de los gatos siguen amasando cuando son adultos, independientemente de lo pronto o tarde que fueran separados de sus madres.
Que el amasado, en origen, sirva para facilitar la alimentación del gatito no quiere decir que tu gato te amase porque quiera alimentarse o porque crea que eres su madre.
Solo significa que es un comportamiento adquirido en las primeras fases de su vida y que -y esta es la primera clave que te damos- está muy asociado a la relajación y el bienestar.
Por qué mi gato me amasa: estas son las 5 razones por las que lo hace
Hay muchas teorías que intentan explicar por qué los gatos amasan, pero estas 5 que te vamos a explicar son las más citadas y que más aceptación tienen entre los expertos en comportamiento felino.
Si este comportamiento de tu gato te preocupa, quédate tranquilo: sea cual sea el motivo por el que tu gato te amasa, es una conducta totalmente normal.
El gato se prepara para descansar
El primer motivo por el que los gatos amasan es para prepararse un lugar de descanso cómodo.
En este primer caso, puede que el comportamiento tenga su origen en la necesidad de los gatos que vivían en estado salvaje de aplastar las hojas y ramas del suelo para crearse un hueco confortable en el que descansar.

También puede tener relación con el momento en el que las hembras preñadas preparan un nido para sus futuros cachorros, amasando y compactando una pequeña zona en la que luego dar a luz.
Sea cual sea el origen, tanto las hembras como los machos pueden ponerse de forma instintiva a amasar una manta, el sofá o tus piernas para después tumbarse con mayor comodidad.

El gato está marcando su territorio
Los gatos son animales territoriales, así que otro motivo por el que un felino puede amasar una superficie o a una persona es para marcar su territorio.
Los gatos poseen una serie de glándulas odoríferas (es decir, que producen olor y feromonas) en las almohadillas de sus patas que se activan al amasar una superficie.
Puedes suponer que tu gato está intentando marcar lo que está amasando, incluso a ti mismo, si además de hacer eso también se frota con las mejillas, el mentón o los bigotes. Esto sucede de forma más habitual (pero no solo) cuando hay varios gatos conviviendo en la misma casa.
Así pues, ante la duda de por qué mi gato me amasa, la respuesta quizás sea… que ha decido que le perteneces. 😉
Si tu gato te amasa, puede que esté intentando decirle al mundo (y a tus otras mascotas) que eres suyo.

Tu gato te amasa porque se siente feliz
En muchas ocasiones, el gato amasa simplemente porque se siente cómodo y a gusto, tal y como te contamos también en nuestro artículo sobre cómo saber si tu gato es feliz.
Ten en cuenta que, como hemos explicado, el gato asocia el amasado a una situación de gran bienestar: cuando era pequeño y estaba a salvo con su madre y alimentándose. Por eso, el amasado puede surgir como un reflejo cuando el animal se encuentra relajado y se siente bien. ¡Buena señal!

Tu gato te amasa porque tiene un vínculo emocional contigo
Al contrario de lo que se suele pensar, los gatos establecen vínculos con sus dueños humanos, e incluso con las otras mascotas de la casa, y disfrutan mucho de su compañía, hasta el punto de seguirles siempre por toda la casa.
Así, el amasado también puede ser una demostración de afecto, de la existencia de ese vínculo emocional. En otras palabras: puede que tu gato te amase simplemente porque te quiere y disfruta estando contigo. Esto es especialmente probable si el tuyo es de las razas de gatos más cariñosos del mundo.
De hecho, si tienes dos gatos en casa, un perro o incluso un roedor, puede que veas a tu felino amasándolos también, e incluso lamiéndolos o mordisqueándolos al mismo tiempo. Al fin y al cabo, los gatos bien socializados no tienen ningún problema en convivir con otros animales, perros incluidos, y también pueden crear vínculos de afecto con ellos.
El amasado casi siempre es una muestra de afecto o un indicador de que el gato está satisfecho y relajado.

El gato amasa porque se está estirando
En un artículo reciente sobre curiosidades sobre los gatos te explicamos que estos animales se pasan gran parte de su vida durmiendo. Y tras esas largas siestas, suelen llegar los estiramientos, un movimiento que a los gatos les proporciona especial placer.
Así, el amasado puede ser una señal de lo mucho que está disfrutando tu gato de tu sesión de estiramientos en el sofá. Se trata, como ya hemos visto, de la fuerte asociación que existe en la mente del animal entre el amasado y la sensación de bienestar.

Diferencias entre un gato amasando y otros comportamientos parecidos
Ahora que ya sabes cuáles son los motivos más frecuentes de este comportamiento, la próxima vez que te preguntes por qué mi gato me amasa, entenderás mejor a tu compañero peludo.
Ten en cuenta, eso sí, que hay algunos comportamientos de los gatos que podrían llegar a confundirse con el amasado, aunque no tengan ninguna relación con él.
No debe confundirse el amasado con otros comportamientos que podrían parecérsele, como el afilado de uñas o la posición de monta de las gatas en celo.
Los dos ejemplos más frecuentes son:
- Posición de monta de las gatas durante el celo. Una de las señales típicas de que una gata está en celo es un movimiento rítmico de sus patas traseras, que suelen realizar mientras ladean la cola y exponen los genitales. Es la posición de monta o lordosis, sin relación con el amasado. Dicho esto, es cierto que muchas gatas tienden a amasar con mayor frecuencia cuando se encuentran en celo.
- Afilado de las uñas. El amasado también es diferente del afilado de las uñas, un movimiento que los gatos realizan clavando y arrastrando las uñas de las patas delanteras en diferentes superficies. El objetivo de este comportamiento es mantener las uñas en buenas condiciones y marcar territorio.

Qué hacer si tu gato te clava las uñas al amasarte
Ya hemos mencionado que no es raro que los gatos saquen las uñas cuando amasan algo o a alguien.
Ese gesto puede convertir el amasado en un momento muy doloroso, pero es importante entender que el gato no tiene ninguna intención de hacerte daño. Es solo un acto reflejo.
Por eso, si tu gato te hace daño con las uñas al amasarte, es importante que reprimas el impulso de apartarlo rápidamente. Tampoco le grites ni le castigues. Si haces cualquiera de esas cosas, el gato seguramente no las asociará a las uñas, sino al hecho de amasarte o, aún peor, a estar encima de ti.

Nunca riñas ni castigues a tu gato por clavarte las uñas al amasarte. Quizás entienda que no es seguro tumbarse sobre ti o incluso acercársete, lo que podría crear problemas de comportamiento.
Es decir: quizás harías que tu gato entienda que no es seguro estar encima de ti, una idea que podría crear problemas de comportamiento en el futuro.
Es difícil evitar que tu gato saque las uñas al amasar si tiene esa costumbre, por lo que tu mejor arma es la prevención. Si tu gato suele subirse encima de ti y amasarte en momentos concretos (cuando estáis en el sofá, en la cama, en una silla de oficina, etc.), ten cerca una toalla gruesa y póntela sobre las rodillas cuando tu gato se suba.
Por supuesto, para minimizar daños también es muy recomendable que te asegures de que sus uñas estén recortadas y en buenas condiciones.
Por cierto: si el problema de tu gato no son las uñas, sino los dientes, échale un vistazo a nuestra guía sobre por qué un gato muerde y cómo evitarlo.

Qué hacer si no quieres que tu gato te amase
Puede que el amasado de tu gato sea doloroso incluso poniendo una toalla entre sus “armas” naturales y tú. Si es así, quizás quieras enseñarle a amasar en otro sitio.
Para conseguirlo, deberás utilizar un cojín viejo o una manta que no te importe que tu gato llene de marcas. Cada vez que tu gato empiece a amasar, muévelo con suavidad hacia ese sitio y dale un pequeño premio. Tal vez necesites utilizar sus juguetes para gatos favoritos para llamar su atención.
Puede que al principio tu gato se quede desconcertado y deje de amasar, pero al final acabará aprendiendo que el lugar de amasar es ese cojín y no tus piernas.