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Guía sobre el bozal para perros: todo lo que debes saber sobre este accesorio
El bozal para perros es un complemento que puede ser muy útil, e incluso obligatorio, en ciertas situaciones. Son accesorios de cuero, plástico o metal diseñados para cubrir el hocico del perro e impedirle abrir completamente la boca, de forma que no pueda morder, pero sí respirar sin problemas.
Puede que tu perro no lo necesite nunca o casi nunca, pero, por precaución, el bozal debería formar parte del equipo básico que siempre tengas a mano, junto con el comedero, el bebedero o la camita.
Aunque el bozal en sí no es un objeto complejo de manejar o colocar, hay unas cuantas cuestiones relacionadas sobre su uso que es recomendable tener en cuenta. Por ejemplo, es importante que el bozal sea de calidad y siempre hay que acostumbrar previamente al perro a su uso. Además, hay contextos en los que el uso del bozal no es recomendable aunque a ti, como dueño, pueda resultarte útil.
De todas estas cuestiones vamos a hablarte en este artículo, en el que te traemos una guía completa sobre el uso del bozal para perros. Si quieres conocer más a fondo esta herramienta y entender cómo utilizarla adecuadamente, sigue leyendo.

¿Cuándo debería llevar bozal un perro?
Al hablar sobre cuándo debe llevar bozal un perro debemos hacer una puntualización: hay situaciones en las que el bozal puede ser útil, pero en otras, y concretamente con ciertos perros, será obligatorio según la legislación española y de otros países.
Respecto a la obligatoriedad, hay que señalar que por el momento en España la ley exige que los considerados como Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) paseen con bozal y correa en lugares y espacios públicos. Sin embargo, esta es una cuestión que está a punto de cambiar con la nueva Ley de Bienestar Animal, aprobada en febrero de 2023.
También es obligatorio que los perros lleven bozal dentro de muchos medios de transporte. Por ejemplo, al viajar en tren, al viajar en avión con ciertas aerolíneas, en el metro de algunas ciudades, etc.
El bozal es útil en ciertas situaciones y obligatorio en otras (perros potencialmente peligrosos, medios de transporte, etc.). Por si acaso, siempre debería formar parte del equipo básico de tu perro.

En general, es muy recomendable consultar y conocer las normativas autonómicas y municipales relacionadas con el uso del bozal, ya que pueden ampliar la obligatoriedad del bozal en ciertas circunstancias o para perros con determinadas características.
El bozal para perros también puede resultar muy útil en situaciones en las que un perro se estrese mucho o hacia las que haya desarrollado miedo: visitas al veterinario, al cortarle el pelo, etc.
Cuando el bozal se utiliza no para prevenir mordeduras sino para trabajar en la eliminación de conductas indeseables, hay que tener en cuenta que nunca debe ser la única medida que se tome.
El bozal puede ser una herramienta interesante, pero siempre utilizándolo con mesura y bajo la supervisión de un adiestrador profesional. En ningún caso hay que emplearlo como un parche; por ejemplo, poniéndoselo a tu perro siempre que se quede solo en casa para evitar que cause daños a los muebles.

¿Qué tipos de bozales para perros hay?
Existen cuatro tipos de bozales para perros, todos ellos con sus ventajas, inconvenientes y, en algunos casos, limitaciones. Vamos a ver cuáles son:
Bozal para perros con forma de tubo

Este tipo de bozal para perros tiene forma cilíndrica y suele estar fabricado en tela, nailon o cuero. También se los conoce como bozales cerrados, porque encajan perfectamente en el hocico del perro y no le permiten abrir la boca. Son los modelos más económicos.
Estos bozales previenen tanto los mordiscos como los ladridos, por lo que algunas personas los utilizan no para evitar malas reacciones del perro, sino como bozales antiladridos.
El problema de los bozales de tipo tubo es que impiden el jadeo, que es el método que utilizan estos animales para regular su temperatura corporal, así que son especialmente peligrosos cuando el perro tiene calor.
También impiden que el perro coma o beba. Y si en algún momento regurgita, podría acabar tragándose el vómito.
Por todos estos motivos, estos bozales no son nada recomendables y de hecho están prohibidos en algunos lugares.
Los bozales cerrados de tela o nailon impiden que el perro jadee, coma y beba. Pueden ser peligrosos, por lo que no son nada recomendables e incluso están prohibidos en algunos sitios.
Bozal de cabeza o collar halti

Lo que se llama bozal de cabeza en realidad es un tipo de collar con una cinta que se pasa alrededor del hocico del perro.
Son muy populares, pero es importante señalar que no son realmente bozales, ya que no impiden que el perro abra la boca. Están diseñados para evitar no ataques, sino tirones excesivos, de forma parecida a los arneses antitirones.
Con estos accesorios, el perro puede comer, beber y jadear sin problemas, por supuesto, pero también puede morder. Por esa razón los collares de cabeza no cumplen con los requisitos que exige la ley y, si te ves envuelto en alguna situación problemática, se considerará que el perro iba sin bozal.
Bozal para perros estilo cesta

Estos bozales, también llamados de rejilla o de canasta, son una alternativa mucho más recomendable que las anteriores. Están fabricados en distintos materiales (cuero, metal, plástico, caucho…) y previenen eficazmente los mordiscos, pero permitiendo que el perro pueda comer, beber y jadear.
Como son los bozales más cómodos para los perros, es más fácil acostumbrarlos a ellos y conseguir que lleguen a aceptarlos. Así pues, si tienes que elegir un bozal, esta es seguramente tu mejor opción.
Bozal para perros braquicéfalos

Los bozales para perros braquicéfalos no son realmente un tipo de bozal diferente, sino bozales diseñados específicamente para perros de hocico corto como el carlino o el bóxer, por ejemplo.
Estos perros tienen propensión a sufrir ciertos problemas de salud relacionados con la respiración y el calor, por lo que con ellos la elección adecuada del bozal es incluso más importante.
Encontrarás muchos diseños diferentes de bozales adaptados para perros braquicéfalos (aunque no se venden en todas las tiendas), pero te recomendamos, de nuevo, recurrir a los bozales de estilo cesta. La comodidad y libertad que aportan son importantes para todos los perros, pero especialmente para estas razas, que sufrirían mucho más con un bozal cerrado.
Para los perros braquicéfalos, que a menudo sufren problemas relacionados con la respiración, contar con un bozal que les permita jadear es incluso más importante. Los bozales de estilo cesta son la mejor opción.

Cómo elegir el bozal para perros más adecuado
Como ya hemos comentado, los bozales de estilo cesta son los más aconsejables por su combinación entre funcionalidad (previenen los mordiscos, lo que es su objetivo principal) y comodidad para el perro.
Por supuesto, existen numerosos modelos de bozales de cesta, por lo que puede resultar difícil saber cuál es el mejor para tu perro. Para ponértelo más fácil, te recomendamos fijarte en estas características:
- Asegúrate de que es adecuado para la raza, el tamaño y las características físicas de tu perro. Piensa en cuánto tiempo lo llevará puesto y en qué circunstancias.
- Escoge un bozal con buenos materiales, de forma que sea resistente y fuerte. Merece la pena gastar un poco más para estar seguro de que el bozal no se romperá o deteriorará con rapidez.
- Procura que sea lo más cómodo posible para el perro. Puede que te interese buscar modelos de bozales acolchados, que son más suaves y llevaderos.

¿Cómo acostumbrar a un perro a usar bozal?
Una vez has elegido un bozal para perros, llega el momento de acostumbrar a tu perro a utilizarlo. Ten en cuenta que el bozal es un elemento extraño para ellos, por lo que ponérselo directamente no es buena idea: el perro se sentirá molesto y lo verá como un castigo.
Para familiarizar a tu perro con el bozal y lograr que lo perciba de forma positiva, sigue estos pasos:
- Es importante utilizar el refuerzo positivo. Para ello, empieza enseñándole el bozal a tu perro, sin ponérselo, y dándole una de sus chucherías favoritas cuando se acerque a olerlo. Después guárdalo. Hazlo varias veces al día durante uno o dos días.
- Hecho esto, llega el momento de enseñarle a tu perro que introducir el hocico en el bozal también es positivo. Lo conseguirás mediante un proceso parecido al anterior: pon el bozal en el sueño, coloca una chuchería en el fondo y deja que el perro introduzca el hocico para cogerla. Repite el proceso durante varios días hasta que estés seguro de que el perro no tiene miedo de meter el hocico en el bozal.

- Por fin llega el momento de ponérselo. Empieza con sesiones cortas, de unos pocos minutos, sin dejar de darle golosinas a tu perro. Si la actitud de tu perro sigue siendo buena, ve aumentando la duración de los ratos con bozal y espaciando la entrega de las golosinas.
- Cuando veas que tu perro se siente cómodo llevando el bozal, empieza a realizar pruebas en otros contextos: en la calle, en el parque, en compañía de otros perros o personas, etc.
Es importante acostumbrar a tu perro al bozal antes de ponérselo por primera vez. Emplea el refuerzo positivo y sé paciente, ya que el proceso puede llevarte varios días.

Lo que NO debes hacer con el bozal
Aquí tienes también unos cuantos consejos importantes que te ayudarán a usar el bozal correctamente y evitar que tu perro acabe rechazándolo:
- Nunca fuerces al perro a llevarlo ni, como ya hemos dicho en el apartado anterior, se lo pongas de golpe sin haberlo acostumbrado previamente.
- No utilices el bozal solo en situaciones que estresen al perro (como las visitas al veterinario) o acabará rechazándolo por condicionamiento negativo.
- No utilices el bozal para “resolver” problemas como ladridos excesivos o comportamientos destructivos en casa. El bozal puede ayudar con ese tipo de problemas, sí, pero siempre como una ayuda en el marco de un trabajo de adiestramiento realizado por un profesional.
- No uses el bozal para hacer que dos perros dejen de pelearse: solo aumentarás su nivel de ansiedad y, además, pueden hacerse daño incluso llevándolo.
- Nunca utilices el bozal como una forma de castigo, ya que podrías acabar provocando una reacción agresiva por parte del perro.

Preguntas frecuentes sobre el uso del bozal para perros
¿Durante cuánto tiempo puede estar un perro con el bozal?
Piensa en el bozal como si fuera el arnés del perro: es un accesorio que tiene sentido y debe ser empleado en ciertas situaciones, pero siempre es incómodo para el perro. Así pues, te recomendamos que no se lo dejes puesto durante más tiempo del que sea estrictamente necesario según las circunstancias de cada caso.

¿Qué pasa si mi perro se duerme con el bozal?
Siempre y cuando sea un modelo de bozal que le permita jadear y respirar con comodidad, no hay problema en que tu perro se eche una siesta con él puesto. No obstante, no debería convertirse en una costumbre: incluso aunque tu perro acepte bien el bozal, no deja de ser un elemento extraño y estará más cómodo sin él.
¿Cómo sé cuál es la talla de bozal de mi perro?
Lo primero es tener en cuenta si tu perro es o no braquicéfalo, ya que el modelo de bozal será distinto.
Partiendo de esa base, has de tener en cuenta que los bozales se venden por tallas adaptadas a las diferentes longitudes y circunferencias de hocico. Por lo tanto, lo primero será tomarle las medidas a tu perro y después escoger el modelo más adecuado según las indicaciones del vendedor o fabricante.