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¿Cómo son los animales nocturnos más curiosos del mundo?
En la naturaleza podemos encontrar seres sorprendentes, con hábitos y adaptaciones al medio de todo tipo, y entre los más curiosos se encuentran, sin duda, los animales nocturnos.
Para los seres humanos la idea de vivir sin luz resulta casi incomprensible, pero existe un gran número de especies que han hecho de la oscuridad su hogar.
Para ello, y como te contaremos enseguida, han desarrollado un sofisticado equipamiento sensorial que les permite orientarse, cazar y vivir con comodidad con solo una mínima luminosidad. O incluso con nada de luz.
Así, normalmente estos animales duermen o se esconden durante el día y salen a buscar alimento y realizar el resto de sus actividades habituales durante el crepúsculo o por la noche. En la biología, a este ciclo de comportamiento se lo denomina nocturnidad, y es el opuesto a la mucho más habitual diurnalidad.
Más allá de su preferencia por la noche y de haber desarrollado adaptaciones en muchos casos similares, los animales nocturnos son muy diferentes entre sí y en ningún caso puede considerárselos un grupo homogéneo. En esta lista encontrarás desde pequeños insectos hasta grandes felinos, pasando por aves, roedores y muchos otros.
Lo que tienen en común los animales nocturnos es que son muy interesantes y sin duda vale la pena conocerlos. Ese es el motivo por el que queremos contarte más detalles sobre ellos en este artículo. Si quieres conocerlos a fondo y descubrir a las especies más curiosas y fascinantes de entre que las que habitan en la oscuridad, sigue leyendo.

¿Por qué existen animales que son nocturnos?
Quizás te hayas hecho esa pregunta en algún momento: ¿por qué existen especies de animales que se han adaptado a vivir en la oscuridad? ¿Qué ventajas tiene la noche para ellos?
Lo cierto es que la respuesta específica dependerá de cada especie y cada entorno, pero en general, y como sucede todas las adaptaciones evolutivas, la vida nocturna tiene como objetivo maximizar las posibilidades de supervivencia.
Para los animales que viven en entornos desérticos, por ejemplo, hacer su vida en la oscuridad les sirve para esquivar las abrasadoras temperaturas diurnas. Y para las criaturas más pequeñas e indefensas o que vivan en entornos repletos de depredadores, vivir por la noche puede ser la mejor forma de pasar desapercibidas. Los propios depredadores nocturnos, por su parte, pueden cazar con mayor facilidad a los animales diurnos que se muestran torpes o desorientados por la noche.
Existen incluso plantas de flores nocturnas, que se han adaptado para ser polinizadas solo o principalmente por especies de animales que aparecen en las horas de oscuridad, como los murciélagos.
Los animales pueden llevar vidas nocturnas para pasar desapercibidos, para huir del calor, para cazar mejor… en definitiva, para maximizar sus probabilidades de sobrevivir y prosperar.

¿Cómo son los sentidos de los animales nocturnos?
Si no hay nada o casi nada de luz, ¿cómo consiguen estos animales moverse sin problemas por su entorno?
Como ya hemos mencionado, las criaturas que salen por la noche han adaptado sus cuerpos de diferentes maneras, bien para aprovechar al máximo la poca luz existente, bien para orientarse y detectar a los demás animales por otros métodos.
Veamos cómo suelen ser los sentidos de estas especies tan interesantes:

La visión de los animales nocturnos
Seguro que más de una vez has visto los ojos de perros y gatos -ambas especies crepusculares- brillando en la oscuridad, ¿verdad?
La causa es una membrana especial situada detrás la retina que recibe el nombre de tapetum lucidum y sirve para proyectar sobre la retina, y así aprovechar al máximo, la luz que entra en el luz. De ella te hablamos en nuestros artículos sobre cómo ven los gatos y cómo ven los perros.

Eso ya nos indica que los ojos de los animales que viven con poca luz no son como los nuestros. Pero hay más diferencias:
- Tamaño de los ojos: las criaturas nocturnas suelen tener los ojos mucho más grandes en relación con sus cabezas y pupilas con un amplio rango de apertura. Piensa, por ejemplo, en los ojos de los búhos y las lechuzas: son casi iguales que los del ser humano, cuando sus cabezas son mucho más pequeñas que las nuestras.
- Forma de los ojos: no es una característica que compartan todos los animales nocturnos, pero sí puede verse en ciertos peces y especies de aves: los ojos no tienen forma esférica, sino tubular, lo que facilita el aprovechamiento de la poca luz que hay en el ambiente.
- Tipos de células fotosensitivas: la proporción de células fotosensitivas no es igual en los animales nocturnos y en los seres humanos. Los primeros poseen una mayor cantidad de las células llamadas bastones (sensibles al movimiento y a la luz), mientras que nosotros tenemos más conos (sensibles a los colores y detalles). Por eso los animales nocturnos ven mejor en la oscuridad y reaccionan con rapidez ante los movimientos, pero, en general, no perciben tan bien los detalles.
Los ojos de estos animales en muchos casos están adaptados para aprovechar al máximo la escasa luminosidad que hay por la noche. Ven bien con poca luz, pero a cambio de una menor percepción de detalles y colores.

Más adaptaciones a la vida nocturna
Otros ejemplos de adaptaciones sensoriales para la vida nocturna son:
- Un oído muy sensible, que en algunas especies puede incluso detectar no solo mínimos sonidos, sino también pequeñas vibraciones en el entorno.
- Olfato desarrollado que puede captar a otros animales e incluso fuentes de agua a largas distancias.
- Un sentido del tacto más desarrollado que puede depender de elementos externos como pelos o bigotes como los de los gatos. Sin necesidad de ver, los animales nocturnos con un tacto especialmente sensible reciben información sobre la posición y distancia de los objetos que los rodean.

- Algunos animales, como las serpientes, también obtienen mucha información sobre su entorno a través del gusto.
- Elementos externos al propio animal, como la tela de las arañas y sus vibraciones cuando algo entra en contacto con ella.
- Ecolocalización, esto es, emisión de ondas sonoras e interpretación del eco que devuelven los objetos en los que aquellas rebotan.
20 animales nocturnos con características y fotos
Sin más dilación, vamos a conocer a 20 animales que se han adaptado para vivir con poca o ninguna luz:
ARAÑA CAMELLO (Solifugae)

Las arañas camello son un orden de arácnidos de gran tamaño compuesto por más de cien mil especies. Se diferencian de las arañas por poseer dos grandes pinzas y el cuerpo segmentado. Viven en las regiones tropicales de todo el mundo.
Estos arácnidos reciben también el nombre de solífugos, que significa “los que huyen del sol”. Esto hace referencia a las costumbres nocturnas de varias especies de arañas camellos, que rechazan la luz hasta el punto de que durante el día corren de una sombra a otra.
Como las arañas con las que están emparentados, los solífugos son voraces depredadores solitarios que capturan a sus presas con sus patas delanteras.
AYE-AYE (Daubentonia madagascariensis)

El aye-aye, del que también te hablamos en nuestro artículo sobre los animales más raros del mundo, es un primate endémico de la isla africana de Madagascar. Destaca por poseer un equipamiento sensorial muy desarrollado, con grandes ojos y unas orejas capaces de detectar hasta el más leve sonido.
Estas últimas las utilizan no solo para moverse por su entorno, sino también como una especie de sónar biológico para cazar: los aye-aye golpean con el dedo los troncos en los que se esconden las orugas de las que se alimentan y las localizan a través de las vibraciones.
BOA DE TUMBES (Boa constrictor longicauda)

El siguiente animal nocturno es la boa de Tumbes, una subespecie de Boa constrictor que puede encontrarse en las junglas occidentales de Sudamérica.
Son grandes serpientes terrestres, de hasta 2 m de longitud, que se mueven de forma sigilosa en la oscuridad en busca de presas de tamaño pequeño o mediano. Su método de caza es sencillo: enrosca su cuerpo alrededor de su víctima y aprieta hasta asfixiarla.
Sin embargo, las boas de Tumbes son inofensivas para el ser humano, motivo por el que los aficionados a la serpientes las crían con frecuencia.
BÚHO (Strigidae)

Búho es el nombre genérico que recibe un grupo de aves de la familia de los estrígidos, o aves rapaces nocturnas. Se diferencian de las lechuzas, de las que hablaremos enseguida, por las plumas alzadas parecidas a cejas u orejas (aunque no son ni lo uno ni lo otro) que los búhos poseen a ambos lados de la cabeza.
Existen más de 200 especies de búhos distribuidas por todo el mundo. Más allá de sus diferencias morfológicas y de aspecto, todos los búhos son excelentes cazadores nocturnos, con una vista penetrante y una gran habilidad para volar y atacar en completo silencio.
CALAMAR GIGANTE (Architeuthis)

El calamar gigante no es exactamente un animal nocturno, sino más bien un animal que vive toda su vida en una total o casi total oscuridad.
Es una de las muchas criaturas extrañas que viven en las profundidades abisales del océano, a las que creemos que es interesante mencionar en esta lista porque también han desarrollado numerosas adaptaciones físicas para vivir en una región a la que no llega la luz del Sol.
Los calamares gigantes son cefalópodos de gran tamaño, con una longitud que con frecuencia supera los 10 m. Sus ojos, adaptados a la oscuridad, miden 25 cm de diámetro, lo que los convierte en los más grandes del reino animal. Se cree que los calamares gigantes no pueden distinguir colores, pero sí mínimas variaciones de tono, lo que resulta fundamental para detectar potenciales presas.
CHINCHILLA (Chinchilla lanigera)

La chinchilla que todos conocemos es un roedor doméstico criado a partir de dos especies de chinchilla, la de cola corta y la de cola larga, ambas endémicas del sur de los Andes.
Estos pequeños roedores son muy populares como mascotas, debido a su carácter dócil y cariñoso y sus fáciles cuidados. Antes de adoptar una chinchilla hay que tener en cuenta, eso sí, que son de hábitos nocturnos: las escucharás corretear, chillar y jugar en su jaula durante la madrugada.
COYOTE (Canis latrans)

El siguiente animal del que queremos hablarte es el coyote, un cánido de tamaño medio que puede encontrarse solamente en América. Son cazadores solitarios y muy adaptables que han prosperado cerca de las ciudades humanas.
Al igual que los lobos y los propios perros, los coyotes son animales crepusculares que se muestran especialmente activos en las primeras horas de la noche. Sin embargo, cuando viven cerca de áreas urbanas adoptan hábitos más nocturnos para evitar encontrarse con seres humanos.
ESCORPIÓN (Scorpiones)

Los escorpiones son artrópodos arácnidos fáciles de reconocer por su cuerpo segmentado, grandes pinzas y cola acabada en un aguijón venenoso.
Hay muchas especies de escorpiones, con una gran diversidad de tamaños y hábitos, pero la mayor parte de ellos son depredadores nocturnos que pasan las horas del día escondidos en su madriguera.
GECO (Gekkonidae)

Los gecos son una familia de reptiles de tamaño pequeño y mediano (desde 1 cm hasta medio metro, dependiendo de la especie) que pueden encontrarse en las regiones templadas y cálidas de todo el mundo. Solo suelen estar activos durante las horas nocturnas.
A menudo los gecos se cuelan en el interior de las viviendas humanas, pero suelen ser tolerados porque son inofensivos y se alimentan de todo tipo de insectos. También son muy rápidos y escurridizos, en parte gracias a su sorprendente habilidad para escalar incluso paredes totalmente lisas y verticales.
LECHUZA (Tyto alba)

Lechuza es un nombre que reciben muchas aves estrigiformes o rapaces nocturnas de diferentes familias. Concretamente se suele denominar lechuzas en lugar de búhos a las aves que no tienen las plumas alzadas de las que te hemos hablado antes.
El ave que de forma más habitual recibe este nombre es la lechuza común o lechuza blanca (Tyto alba), una depredadora nocturna que puede encontrarse en todo el mundo. Es fácil de reconocer por su rostro en forma de corazón.
Como los búhos, las lechuzas gozan de una excelente visión incluso en la penumbra. Además, sus alas están diseñadas no para vuelos prolongados, sino más bien para volar de forma silenciosa.
LINCE IBÉRICO (Lynx pardinus)

El siguiente de los animales nocturnos es el lince ibérico, un felino endémico de la Península Ibérica y muy conocido por los esfuerzos que se han hecho durante las últimas décadas para la preservación de la especie.
Como otras criaturas de esta lista, los linces son cazadores solitarios de costumbres nómadas. Son crepusculares durante su juventud y van mostrándose cada vez más activos durante la noche a medida que maduran.
LUCIÉRNAGA (Lampyridae)

Las luciérnagas o lampíridos son una familia de insectos conocidos principalmente por su capacidad para emitir luz, es decir, por poseer bioluminiscencia. Suelen preferir los entornos húmedos y pantanosos.
Las luciérnagas utilizan la luz de su abdomen como reclamo durante las épocas de reproducción. Son capaces de encender y apagar la luz a voluntad y se llaman la atención entre ellas mediante diferentes patrones lumínicos. Cuando se sienten amenazadas, se quedan a oscuras.
MAPACHE (Procyon)

Los mapaches son mamíferos carnívoros de tamaño mediano que solo pueden encontrarse en América. Son fáciles de reconocer por su cola anillada, sus orejas en punta y su máscara facial negra y blanca.
Los mapaches solo suelen salir por la noche. Tienen un olfato excelente y unas manos muy ágiles (aunque sin pulgares oponibles) que les permiten manipular objetos de forma parecida a un ser humano.
También reciben el apodo de “osos lavadores”, debido a la curiosa costumbre de lavar en los ríos los alimentos antes de comérselos.
MONO NOCTURNO (Aotus)

Todo, desde su propio nombre hasta los enormes ojos, sugiere que estos primates son, en efecto, de naturaleza nocturna. Los aótidos o monos nocturnos pueden encontrarse en las junglas tropicales de América, desde Centroamérica hasta el norte de Argentina.
En su entorno, estos animales cumplen dos funciones muy importantes: sirven para mantener controladas las poblaciones de insectos nocturnos y contribuyen a dispersar el polen de diversas especies vegetales.
MURCIÉLAGO (Chiroptera)

Seguramente pocos animales nocturnos son tan conocidos y representativos como los murciélagos o quirópteros, un amplio orden de mamíferos compuesto por 1.400 especies distribuidas por todo el mundo salvo las regiones árticas. Hay murciélagos que miden unos pocos centímetros, mientras que otros pueden llegar al medio y medio de longitud.
Los murciélagos tienen varias características interesantes. Son los únicos mamíferos capaces de volar (sus alas son en realidad sus extremidades posteriores, extendidas) y utilizan la ecolocalización para moverse en la oscuridad y detectar a sus presas.
Tal y como te contamos en nuestro artículo sobre cómo duermen los animales, los murciélagos tienen la extraña costumbre de dormir cabeza abajo: así pueden remontar el vuelo con facilidad cuando se despiertan.
OCELOTE (Leopardus pardalis)

Los ocelotes son felinos carnívoros de tamaño medio (pesan alrededor de 10 kg) originarios de Sudamérica y Centroamérica. Viven en entornos tropicales, normalmente en terrenos diferentes de los que ocupan jaguares y pumas, sus principales competidores.
Son de naturaleza nocturna, por supuesto, y pasan las horas del día dormitando en las ramas de los árboles, a los que son capaces de escalar con gran agilidad. Cuando cae el sol, salen a cazar.
PANTERA NEBULOSA (Neofelis nebulosa)

Continuamos con otro felino: la pantera nebulosa o leopardo longibando, originario del Sudeste Asiático. Pesa de 10 a 20 kg y posee los dientes caninos más largos de todos los felinos, en relación con el tamaño de su cuerpo.
Las panteras nebulosas pasan casi toda su vida en los árboles, por los que se mueven con mucha facilidad. No solo son capaces de saltar de rama a rama, sino que incluso pueden desplazarse por ellas cabeza abajo.
POLILLA (Heterocera)

Las polillas o heteróceros son un grupo de insectos lepidópteros que también suelen denominarse mariposas nocturnas. Presentan una enorme diversidad, por lo que es difícil establecer características comunes entre ellas, más allá de su naturaleza fundamentalmente nocturna.
Muchas polillas tienen cuerpos grandes, pelo y pequeñas escamas en el abdomen. Suelen ser de colores pardos u oscuros, con toques de color en las alas que les sirven para disuadir a los posibles depredadores.
ZORRO (Vulpini)

Los zorros o raposas son una familia de cánidos compuesta por 27 especies. La más conocida de ellas es el zorro rojo o común (Vulpes vulpes), que puede encontrarse en Europa y Norteamérica.
Los zorros son más pequeños y ligeros que otros cánidos y poseen ciertas características particulares: largo hocico, grandes orejas y una cola amplia y voluminosa. Son animales solitarios, por lo que es raro verlos en manadas.
Pese a ser de naturaleza nocturna, los zorros no ven bien en la oscuridad. No obstante, su oído y olfato son excelentes.
WÓMBAT (Vombatidae)

El último de los animales nocturnos de esta lista es el wómbat, un mamífero de extraño aspecto procedente de Australia.
Son animales fuertes y compactos, con un aspecto similar al de un oso y cubiertos por un denso pelaje. Prefieren salir de noche, aunque también pueden mostrarse activos durante el día si necesitan buscar alimento.
La característica más conocida de los wómbats es el hecho de que sus excrementos tienen forma cúbica, debido a la estructura y la tensión de su sistema intestinal.