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Diferencias entre perros y lobos: muy parecidos y a la vez muy diferentes
¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las diferencias entre perros y lobos? Los perros son seguramente los animales de compañía más populares en todo el mundo, pero, al mismo tiempo, muchas personas tienen una percepción negativa sobre sus parientes más cercanos, los lobos, o al menos no los conocen demasiado.
También es frecuente tener dudas sobre la relación exacta entre ambas especies: ¿tienen un ancestro común o el perro viene del lobo? ¿Son dos especies completamente diferentes? ¿Cómo puede estar un pequeño chihuahueño emparentado con un enorme lobo? 😉
Lo cierto es que es interesante conocer mejor a los lobos y ponerlos frente a frente con los perros, puesto que son sus parientes más cercanos y también, más allá de los tópicos, animales fascinantes por derecho propio.
Por eso, en este artículo vamos a explicarte de forma sencilla cuál es la relación exacta entre estas dos especies y cuáles son las principales diferencias entre perros y lobos. También te contaremos, por último, qué sucede cuando perros y lobos se mezclan en la actualidad. ¡Vamos allá!

Pero, ¿lobo y perro son la misma especie?
Muchos especialistas consideran que el perro es una subespecie del lobo (Canis lupus) mientras que otros lo clasifican como una especie diferente. Dependiendo del enfoque, el perro puede recibir el nombre científico de Canis lupus familiaris o Canis familiaris.
Lo que está claro, en cualquier caso, es que los lobos y perros modernos comparten un ancestro común, concretamente una especie de lobo ya extinta. Los perros comenzaron a separarse de esa línea y fueron domesticados por el hombre hace entre 19.000 y 32.000 años en el continente europeo.
Los perros son los cánidos más similares a los lobos grises modernos, pero, así y todo, está claro que son animales muy distintos (enseguida te hablaremos de todas sus diferencias).

El motivo es que la domesticación del perro fue un proceso gradual y largo que implicó no solo el acercamiento entre ambas especies, sino también una intensa cría selectiva para potenciar diferentes características: obediencia, inteligencia, tamaño, capacidad de trabajo, resistencia, agresividad, etc.
En cierta forma la relación entre perros y seres humanos es un ejemplo de simbiosis: ambas especies han necesitado a la otra para subsistir. Si quieres conocer más a fondo cómo ha sido este proceso, te lo contamos en nuestro artículo sobre el origen del perro.
El resultado de este largo viaje a través de los siglos es que los perros no solo son diferentes de los lobos, como ya hemos dicho, sino también, y sobre todo, entre ellos. Con más de 300 razas reconocidas oficialmente en la actual, los perros son, de hecho, los mamíferos más diversos que existen.
Así pues, sí, perros y lobos pueden considerarse parte de la misma especie. Más concretamente, el perro es una subespecie del lobo. Pero miles de años de evolución y selección humana los han separado hasta extremos como, por ejemplo, los que encontramos en el lobo gris, el gran danés y el chihuahueño: tres animales que a primera vista costaría creer que están tan emparentados.

Diferencias entre perros y lobos: así son estas dos interesantes animales
Ahora que conoces el origen común entre estos dos animales, vamos a hablar sobre cuáles son las principales diferencias entre perros y lobos, tanto a nivel físico (en este caso muchas diferencias pueden ser evidentes a simple vista, pero no todas) como en el comportamiento:
Diferencias físicas entre perros y lobos
- Tamaño: en general, los perros son más pequeños y menos corpulentos que los lobos. Su musculatura es menos poderosa y su resistencia suele ser también menor. También es interesante señalar que todos los lobos suelen tener un tamaño más o menos similar, mientras que entre los perros hay, como ya sabes, enormes diferencias según la raza.
- Hocico: los lobos siempre tienen el hocico alargado, mientras que muchas razas de perros lo tienen más corto o incluso totalmente chato.
- Mandíbula: perros y lobos tienen el mismo número de dientes, pero los de los lobos suelen ser de mayor tamaño. También pueden ejercer una presión mayor: el lobo promedio puede morder el doble de fuerte que un pastor alemán.

- Cola: la cola de los lobos suele estar caída, mientras que la de los perros en muchos casos se curva hacia arriba.
- Pelaje: los lobos tienen dos capas de pelo, lo que comparten con muchas razas de perros, pero su melena suele ser más corta y densa. La variedad de colores de los lobos también es mucho menor.
- Orejas: los perros pueden tener las orejas caídas o erguidas, pero las de los lobos siempre están erguidas.
- Ojos: los lobos tienen los ojos de color marrón o ámbar, mientras que en los perros encontramos una gran variedad de colores (incluyendo perros con heterocromía, es decir, con un ojo de cada color).
- Cerebro: el cerebro de los perros es aproximadamente un 10% más pequeño que el de los lobos.

Diferencias de comportamiento entre perros y lobos
- Actitud general: los lobos, que viven en entornos salvajes y peligrosos, son mucho más tímidos que los perros, más cautelosos y propensos a desconfiar o incluso a mostrarse agresivos en situaciones que no conocen. Los perros suelen ser más abiertos y sociables.
- Estructura social: los lobos viven en manadas con complejas estructuras sociales que van cambiando a lo largo del tiempo. Los lazos familiares de los perros son también muy fuertes, pero menos numerosos y más simples.
- Comunicación: los lobos suelen aullar y, aunque son capaces de ladrar, es muy raro que lo hagan. Con los perros es justo al contrario, aunque esto depende mucho de la raza: existen desde perros que no ladran nunca hasta canes que, como los lobos, prefieren aullar.

Otras diferencias entre perros y lobos
- Alimentación: los lobos son carnívoros estrictos, pero los perros son carnívoros facultativos u oportunistas. Aunque la carne debe ser su alimento básico, la evolución a nuestro lado les ha dotado de la capacidad de digerir cantidades moderadas de vegetales y alimentos con almidón.
- Sentidos: los perros son excelentes rastreadores con unos sentidos del olfato y el oído mucho más finos que los del ser humano, pero los lobos los superan. En general, casi todos sus sentidos son más agudos que los de los canes. Por otra parte, la visión de los perros y la de los lobos funciona de forma similar.

- Desarrollo: aunque nacen tan indefensos como los perros, los cachorros de lobo se desarrollan con mucha rapidez y comienzan a explorar el mundo que los rodea a las dos semanas de edad. Son más independientes y proactivos que los cachorros de perro, que “esperan” que los humanos los alimenten y cuiden y difícilmente sobrevivirían en la naturaleza.
- Reproducción: las perras tienen dos celos al año (como te contamos en nuestro artículo sobre el primer celo de una perra), mientras que las lobas tienen solo uno.

¿En qué se parecen los perros y los lobos?
Pese a sus muchas diferencias, el parentesco entre perros y lobos es evidente. Estas dos especies comparten un 98,8% de su ADN e incluso pueden cruzarse y tener descendencia fértil.
Tanto perros como lobos son animales sociales y, potencialmente, excelentes rastreadores y cazadores. Su lenguaje corporal y formas de comunicación también son, en líneas generales, similares: vocalización, movimientos de orejas y cola, erizamiento del pelo, etc.
Por último, la longevidad de ambas especies es también parecida. Es cierto que los lobos rara vez suelen llegar a los 8 o 9 años en la naturaleza, pero eso se debe a las duras condiciones en las que viven; en cautividad, en cambio, pueden alcanzar fácilmente los 14 años.

Cuando perros y lobos se mezclan: los perros lobo o wolfdogs
Hay muchas diferencias entre perros y lobos, como ya hemos visto, pero el parentesco entre estas dos especies es aún tan fuerte que incluso pueden tener descendencia: son los llamados perros lobo o wolfdogs. No nos referimos a perros con aspecto de lobo, sino a auténticos híbridos.
Los perros lobo, que en ningún caso deben considerarse mascotas (su tenencia en España y en muchos otros países es ilegal, sin ir más lejos) rara vez surgen de forma natural, sino que suelen ser fruto de cruces deliberados. Son especialmente abundantes y se venden en algunas zonas de Estados Unidos.
Hay que señalar que los perros lobo no son en realidad un grupo homogéneo, sino que cada ejemplar mestizo hereda diferentes características de sus progenitores. Es frecuente que sean más grandes, fuertes y saludables que sus progenitores (es un fenómeno conocido como heterosis), pero no necesariamente tienen una apariencia lobuna. Su carácter tampoco es predecible.
Los perros lobo suelen ser animales no solo saludables, sino también capaces de comunicarse con normalidad y de reproducirse. Este hecho refuerza la idea de que perros y lobos pertenecen a la misma especie.