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La chinchilla y sus cuidados: un animal de compañía poco habitual que te encantará
Cada vez más personas preguntan y buscan información sobre la chinchilla, sus cuidados y características: no en vano, estos pequeños roedores procedentes de los Andes se han convertido en una de las mascotas más populares en los últimos años.
El motivo es que las chinchillas domésticas son, como verás enseguida, animales de compañía excelentes y llenos de virtudes: inteligentes, cariñosas y fáciles de mantener y criar. También son sociables, capaces de reconocer a las personas con las que conviven y muy comunicativas.
Eso sí: las chinchillas, como todos los animales, necesitan una serie de atenciones y unas condiciones de vida concretas para ser felices. Cuidar a una chinchilla no es difícil, no te preocupes, pero es importante tener claro qué es lo que necesitan (características de la jaula, alimentación, socialización…) para su bienestar.
Así pues, en este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber sobre la chinchilla, sus cuidados básicos, carácter y otras cuestiones interesantes. Si te estás planteando adoptar a uno de estos encantadores animales, ¡sigue leyendo!

¿Cómo son las chinchillas?
Las chinchillas domésticas son pequeños roedores originarios de Sudamérica. Se los reconoce por su denso y sedoso pelaje, que puede ser de varios colores (habitualmente grisáceo, pero también negro, blanco con manchas…), y sus grandes orejas y ojos oscuros. Las hembras pesan alrededor de 800 g y los machos, 600 g. Están emparentadas con la cobaya y el degú.
Como veremos con más detalle cuando hablemos de su alimentación, las chinchillas son herbívoras, aunque también pueden comer pequeños insectos.

En general son animales apacibles y tranquilos que raramente muestran agresividad. Precisamente por su carácter afable y lo sencillo que es cuidarlas, pueden ser una buena opción como la primera mascota de un niño pequeño. Es importarte tener presente que estos animales son más felices cuando llevan una vida tranquila, por lo que los niños deben aprender a tratar y manipular a la chinchilla con cuidado y respeto.
Al adoptar una chinchilla también hay que considerar que en cautividad son animales mucho más longevos que otros roedores, con una esperanza de vida media de entre 10 y 15 años. Una chinchilla, con los cuidados adecuados, y siempre y cuando no sufra ninguna enfermedad, llegará a vivir incluso 20 años.
(Si te interesa saber cuánto viven otros animales en comparación, aquí te dejamos nuestro artículo sobre cuánto viven las mascotas).
Así pues, adoptar a una chinchilla supone contraer un compromiso a largo plazo, pero también la garantía de que compartirás todo tipo de momentos entrañables y divertidos con ella durante mucho tiempo.
Las chinchillas son muy longevas: su esperanza de vida media es de 10 a 15 años y algunos ejemplares llegan a los 20 años. Adoptar una chinchilla supone un compromiso a largo plazo.

Comportamiento de las chinchillas
Las chinchillas destacan por ser animales muy sociables que establecen fuertes vínculos con sus cuidadores y detestan pasar tiempo solas.
Por eso, si te encantan las chinchillas pero sueles pasar muchas horas fuera de casa, es muy recomendable que adoptes al menos dos ejemplares. Su calidad de vida será muy superior si tienen a otro miembro de su especie para jugar y entretenerse. Es un rasgo que comparten con otros roedores como, por ejemplo, las ratas.
Para evitar preñeces no deseadas es recomendable que todas las chinchillas sean del mismo sexo o (mejor aún) que estén esterilizadas. Eso sí, nunca juntes a dos machos si hay hembras cerca, ya que acabarán enfrentándose.
Además de sociables, las chinchillas son inteligentes y comunicativas. Tienen facilidad para aprender todo tipo de trucos, reconocen a las personas y animales con las que conviven y expresan, a través de un amplio repertorio de sonidos (ladridos, chilliditos, cloqueos…), como se sienten: contentas, excitadas, tristes, enfadadas, amenazadas, etc. Sin duda, la convivencia con una chinchilla está llena de momentos interesantes y sorprendentes.

Otra característica de estos animales es que son muy ágiles, mucho más de lo que su aspecto rechoncho podría sugerir, y se mueven constantemente. En ese sentido son parecidas a los roedores de pequeño tamaño: les gusta ir de aquí para allá explorando su territorio y curioseando, por lo que no esperes que se tumben a tu lado en el sofá durante horas.
Es muy recomendable tener al menos dos chinchillas, ya que son animales muy sociables. También pueden convivir muy bien con otros animales: conejos, perros, gatos…
Por cierto, las chinchillas saltan… ¡Y mucho! Normalmente se desplazan a cuatro patas, pero sus fuertes patas traseras les permiten erguirse como los canguros y brincar.
Las chinchillas pueden convivir sin problemas con otras mascotas, pero con los perros y gatos la introducción debería hacerse con mucha cautela o, mejor aún, acostumbrándolos desde pequeños, si es posible. Un perro o gato adulto que se tope con una chinchilla por primera vez podría tomarla por un juguete o una presa.

Pros y contras de tener una chinchilla
Como sucede con cualquier animal, antes de adoptar una chinchilla es necesario pensar no solo en los cuidados que necesitará, sino también en su propia naturaleza, en si podremos adaptarnos a ella y darle todo lo que necesita para ser feliz y llevar una vida plena.
Al igual que los perros y los gatos y otros roedores como los jerbos, las chinchillas tienen sus propias ventajas como mascotas, pero también hay puntos negativos o un poco difíciles que no deberías olvidar a la hora de decidir si estos pequeños roedores son para ti.

PROS de tener una chinchilla:
- Sociabilidad y adaptabilidad. Las chinchillas pueden convivir bien con niños y otros animales y se adaptan sin problemas tanto a pisos pequeños como a viviendas de mayor tamaño. Son mascotas adorables que enseguida cogen confianza con sus dueños.
- Larga esperanza de vida. Como ya te hemos contado, una chinchilla puede llegar a vivir hasta 20 años. Si adoptas una chinchilla, tendrás un amigo peludo que compartirá mucho, mucho tiempo contigo.
- Fáciles de cuidar. Las chinchillas son animales bastante independientes que suelen tener buena salud, se asean solas y, en general, no necesitan cuidados excesivos.
Las chinchillas son muy fáciles de cuidar. Por eso a menudo se las escoge como la primera mascota de un niño, con la ventaja adicional de que permanecerá junto a él durante muchos años.

CONTRAS de tener una chinchilla:
- Costumbres nocturnas. Como sugieren sus grandes ojos y orejas, las chinchillas son animales básicamente nocturnos. Así pues, no te extrañe que tu chinchilla corretee, emita sonidos y haga de las suyas mientras duermes. Si tienes una casa pequeña y no puedes alejar la jaula del dormitorio o eres de sueño ligero, quizás esta mascota no sea para ti (de hecho, te hablamos de ellos también en nuestro artículo sobre los animales nocturnos).
- Ensucian mucho la jaula. Las chinchillas defecan muy a menudo, por lo que tendrás que darle un repaso a su jaula al menos dos veces al día. Las heces son pequeñas, compactas y fáciles de limpiar, pero, en cualquier caso, hay que retirarlas con frecuencia. La falta de limpieza podría afectar muy negativamente a la salud de tu chinchilla.
- Son escapistas. Su gran agilidad, unida a su curiosidad natural, convierte a las chinchillas en grandes escapistas. Las puertas y ventanas abiertas son una tentación muy fuerte para estos animales, por lo que hay que tener mucho cuidado al sacar a una chinchilla de la jaula para que no se pierda, se acerque a animales peligrosos para ella o se meta en algún sitio donde podría hacerse daño.
Cuidados básicos que necesita una chinchilla
Ahora que ya conoces mejor a estos roedores, es el momento de hablar de los cuidados de una chinchilla: todo lo que necesitan para vivir con bienestar y salud. Proporcionarles un alojamiento adecuado, alimentación de calidad y limpiezas regulares será la base, como verás, para que tu chinchilla esté a tu lado durante muchos años.
Descubrirás que cuidar de una chinchilla no solo es bastante sencillo, sino también, y sobre todo, ¡muy satisfactorio!

El alojamiento de la chinchilla y su ubicación
Ya hemos visto que las chinchillas son animales muy activos a los que les encanta brincar y explorar. Además, son nocturnas, lo que significa que su pico de actividad coincidirá con el momento del día en el que están dentro de la jaula.
Por ello, comprarle a tu chinchilla una jaula adecuada es muy importante. Debe ser espaciosa, de 80 cm – 1 m de largo, 50 cm de profundidad y al menos 1 m de altura.
Ya ves que, como estos animales adoran trepar y saltar, es mejor ganar en altura que en profundidad: prepara una jaula con varios niveles y reparte por ellos casetas, rampas, puentes y otros accesorios similares (mejor de madera que de plástico).
La jaula de una chinchilla ha de ser muy espaciosa. Es mejor que tenga más altura que profundidad, ya que a estos animales les encanta trepar y saltar.

Además de para todo esto, la jaula debe contar con suficiente espacio para el comedero de la chinchilla, un bebedero de al menos 300 cc y un lecho donde pueda hacer sus necesidades.
Las chinchillas también necesitan un recipiente donde darse sus baños de arena (te hablaremos de esto enseguida, en el apartado de higiene), que puede estar fuera de la jaula durante el día, pero debe caber sin problemas en el interior de la jaula para los ratos en los que la chinchilla esté dentro.
Otra cuestión importante es la ubicación de la jaula. Ha de estar en una zona tranquila de la casa, sin corrientes de aire ni un calor excesivo (la temperatura ideal estará entre 10 y 18 °C) y lejos de los demás animales. Así la chinchilla podrá estar cómoda y tranquila, sin que peligre tu descanso nocturno.

Juguetes y accesorios
Como animales curiosos juguetones que son, las chinchillas son mucho más felices si cuentan con accesorios y juguetes que las mantengan activas y entretenidas.
Los más básicos son los que ya te hemos mencionado en el apartado anterior, al hablar de la jaula: una caseta donde resguardarse, túneles, rampas, puentes… así su pequeño hogar le resultará mucho menos monótono.

Además de estos, podrías incluir:
- Rueda para chinchillas: así tu mascota podrá correr sin parar en sus momentos de mayor energía.
- Columpio: como a las chinchillas les encanta saltar y trepar, un columpio colgado del techo de la jaula será un éxito instantáneo.
- Mordedores: no solo mantendrán entretenida a tu mascota, sino que protegerán su salud dental al prevenir un crecimiento excesivo de los dientes. Las chinchillas, como los conejos, tienen una marcada tendencia a roer todo lo que encuentran.
- Juguetes interactivos: alfombras de olor, como las de los perros, en las que esconder premios, tubos de heno que cuelguen de la jaula a los que la chinchilla tenga que esforzarse por llegar… con un poco de imaginación, podrás elaborar todo tipo de juguetes que presenten interesantes retos para tu chinchilla.
(Por cierto: si también tienes perros, aquí te dejamos 4 ideas geniales de juguetes interactivos para perros que te vendrán muy bien 😉).

Sustrato
El sustrato o lecho es el material que se sitúa en el fondo de la jaula para proporcionarle una superficie cómoda a la chinchilla y absorber la orina en particular y los malos olores en general.
Los hay de muchos tipos y se diferencian entre sí por la capacidad de absorción y otras características más concretas (si se aglomeran o no con la orina, tamaño de los elementos que componen el sustrato, etc.).
Es importante señalar que hay dos sustratos que deberías evitar a toda costa: el papel de periódico y la arena para gatos.

El papel de periódico tiene una capacidad de absorción muy pobre. Además contiene tinta, que puede intoxicar a la chinchilla si esta la ingiere.
La arena para gatos, por su parte, es económica, pero puede provocarle a tu chinchilla problemas respiratorios y heridas en las patas. No es recomendable utilizarla para nada más que para el arenero de un gato.
Nunca deberías utilizar ni papel de periódico ni arena para gatos como lecho para la jaula de la chinchilla. Ambos pueden ser muy perjudiciales para ella.
Los sustratos más comúnmente recomendados para las chinchillas son los de bloques de viruta prensada, maíz, virutas de madera o papel reciclado.
Dependiendo de la marca, podrás encontrar también lechos con algunos beneficios especiales (mayor capacidad de absorción, olor, etc.). La variedad es muy amplia, por lo que es recomendable que pidas consejo en tu tienda de mascotas de confianza. Elegir bien el sustrato es una parte importante de los cuidados de una chinchilla.
Aquí tienes varios ejemplos de sustratos adecuados para una chinchilla:
- CUNIPIC – Lecho de papel reciclado para chinchillas. – Desde 14,75€.
- SMALL LIFE – Lecho de pellets de madera para chinchillas. – Desde 15,96€.
- COMINTER – Lecho de maíz para roedores. – Desde 5,89€.

Limpieza de la jaula
La jaula de la chinchilla requiere dos tipos de limpieza diferentes:
- Una vez al día, deberás darle un repaso para retirar las heces (ya hemos mencionado que las chinchillas defecan a menudo) y sustituir las zonas del sustrato que se hayan quedado apelmazadas por la orina. Aprovecha también para cambiar el agua y cerciórate de que la chinchilla tiene suficiente comida.
- Una vez a la semana habrá que realizar una limpieza en profundidad de la jaula: reemplaza completamente la capa de sustrato y lava el comedero, el bebedero y todos los accesorios de tu mascota.
En la mayor parte de los casos, bastará con emplear agua y jabón para la limpieza. Puedes utilizar también un poco de lejía si ves que hay suciedad incrustada, pero en ese caso enjuaga muy bien la jaula cuando hayas terminado.
Nunca pospongas la limpieza de la jaula. Las chinchillas son animales muy limpios y sufrirán si se ven obligadas a vivir en un entorno sin la higiene adecuada. Además, la falta de limpieza podría crearles todo tipo de enfermedades y problemas de salud (parásitos, hongos…).

La chinchilla, cuidados relacionados con la higiene
Las chinchillas no necesitan lavarse con agua, pero sí baños diarios en una arena especial que podrás encontrar en cualquier tienda para mascotas.
Con los revolcones en la arena, estos roedores no solo se divierten de lo lindo: también mantienen su piel hidratada y eliminan el exceso de grasa que se les acumula en el pelo.
Ten en cuenta que durante sus sesiones particulares de spa la chinchilla puede esparcir mucha arena, por lo que puede que te interese comprar una bañera cerrada. Si no, limpia bien los alrededores de la bañera después de cada visita.

En ocasiones a la chinchilla se le quedarán granitos de arena pegados en los ojos después del baño. Para evitar infecciones y problemas oculares, revisa a tu mascota después de cada baño y, si es necesario, aplícale unas gotitas de suero fisiológico en el ojo afectado.
Revisa los ojos de tu chinchilla después de cada baño por si se le han quedado granitos pegados. Si los hay, límpiaselos con suero fisiológico.
Aquí tienes varios ejemplos de arena para chinchillas que podrían venirte bien:
- VITAKRAFT – Arena higiénica para chinchillas. – Desde 4,99€.
- XTRAVITAL – Arena higiénica para chinchillas. – Desde 14,50€.
- FLAMINGO – Arena higiénica para chinchillas. – Desde 12,99€.
Y también bañeras para chinchillas cerradas:
- LIVING WORLD – Bañera para chinchillas (21 cm de diámetro / 22 cm de altura). – Desde 18,10€.
- TUBAYIA – Bañera para chinchillas (26 cm de diámetro / 20 cm de altura). – Desde 16,42€.
- TRIXIE – Bañera para chinchillas (27 cm de diámetro ( 17 cm de altura). – Desde 17,08€.

Mantenimiento del pelo de la chinchilla
Al hablar de la chinchilla y sus cuidados, el pelo merece una mención especial. El pelo de la chinchilla es una de sus características anatómicas más interesantes: es extraordinariamente denso, brillante y suave. Mientras que los humanos tenemos un solo pelo por folículo, las chinchillas tienen hasta 50.
El propósito de esta sorprendente densidad capilar es, en su origen, defensivo. Los pelos de la chinchilla tienen un anclaje relativamente frágil, así que cuando la chinchilla se ve amenazada un depredador, se agita y el pelo se suelta en grandes cantidades. Parte del pelo desprendido se introduce en el hocico del depredador y le hace estornudar, lo que concede a la chinchilla unos pocos y valiosos segundos de margen para escapar.
En el entorno doméstico, hay dos cuestiones que tener en cuenta para mantener el pelaje de la chinchilla en buenas condiciones:
- La primera es que hay que manipular y acariciar a la chinchilla con suavidad y cuidado. Un exceso de fricción podría hacer que perdiese parte del pelo.
- La segunda es que, además de los baños de arena, tu pequeño peludo necesitará cepillados frecuentes (al menos una vez por semana) con un cepillo específico para roedores, cuyas cerdas son mucho más suaves.

Salidas de la jaula
Las chinchillas, como otros roedores, necesitan salir de su jaula (por muy grande que sea esta) con cierta frecuencia. Ya hemos comentado que son animales muy activos, por lo que los ratos de juego en los que puedan correr y saltar con libertad son básicos para su bienestar.
Deberías sacar a tu chinchilla de la jaula al menos media hora al día y dejar que se mueva a su aire. Por supuesto, comprueba siempre que no haya nada peligroso para ella o algo que pueda estropear con sus dientes (los cables son la víctima más habitual de los roedores).
Te recomendamos que, si es posible, intentes sacarla más tiempo o más veces al día, al menos de vez en cuando. También es buena idea que vayas cambiando su habitación de juegos para que siempre tenga algo nuevo que descubrir.
Por cierto: como animal nocturno que es, la chinchilla estará más activa y disfrutará mucho más si la sacas por la noche o en el crepúsculo.
Tu chinchilla debería salir de la jaula al menos media hora al día, como mínimo. Revisa bien la habitación donde la sueltes para asegurarte de que no hay nada peligroso para ella.

Alimentación: ¿qué comen las chinchillas?
La última cuestión que queremos mencionar en esta guía completa sobre la chinchilla y sus cuidados es la alimentación. Si estás pensando en adoptar a uno de estos animales, seguramente te preguntarás: ¿qué comen las chinchillas?
Aunque pueden comer algún pequeño insecto de vez en cuando, las chinchillas son animales herbívoros. Así pues, deberás proporcionarle a la tuya una dieta equilibrada consistente en pienso específico para estos animales, heno de alfalfa y otros vegetales. De media, las chinchillas consumen unos 25 g de alimento cada día.
Te recomendamos que evites darle a tu chinchilla semillas, frutos secos y fruta, salvo de forma muy ocasional y a modo de premio. De lo contrario, podría desarrollar problemas de salud de forma prematura, sufrir sobrepeso o rechazar su comida habitual.