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Descubre a la cobaya, uno de los mejores roedores para tener como mascota
¿Quieres saber más sobre la cobaya y sus cuidados? Si es así, has llegado al lugar adecuado: estos dóciles y cariñosos roedores provenientes de los Andes, en Sudamérica, son mascotas muy populares, y por buenas razones. Como verás a lo largo de este artículo, no solo tienen un carácter muy agradable, sino que también son divertidas y fáciles de cuidar.
Domesticadas originariamente como fuente de alimento por parte de los nativos de la cordillera andina, las cobayas se han convertido con el tiempo en un animal de compañía muy buscado, hasta el punto de que han pasado por un proceso de selección tan intenso como el de los perros, salvando las distancias. El resultado es que hoy en día existen varios tipos y razas de cobayas, con significativas diferencias en tamaño, tipo de pelo, color, etc.
En este artículo vamos a contarte todo lo que necesitas sobre la cobaya, los cuidados que necesita, sus características y más. Si estás planteándote compartir tu vida con uno de estos adorables animales, te invitamos a seguir leyendo.

¿Cómo son las cobayas?
La cobaya, cuyo nombre científico es Cavia porcellus, es un roedor doméstico que desciende de la especie Cavia tschudii o cuy silvestre. Así pues, las cobayas que solemos tener en casa son híbridos que no existen en la naturaleza.
Este animal recibe todo tipo de nombres curiosos, muy diferentes entre sí: cuy, cuyi, acure, conejillo de Indias, cerdo de Guinea… entre todos estos apelativos sin duda destaca el de “cuy”, ya que es así como se refieren a las cobayas en su región de origen y hace referencia, por cierto, a los graciosos sonidos que emiten.
Los cuyes son relativamente grandes para ser roedores, ya que pueden pesar alrededor de un kilo y medir unos 30 cm de largo. Su esperanza de vida es de entre 5 y 8 años. Alcanzan su tamaño máximo en aproximadamente 6 meses desde su nacimiento.
Las cobayas son roedores domésticos que han sido criados como mascotas y ganado durante siglos en la región de los Andes. Reciben todo tipo de nombres curiosos: cuy, cuyi, acure, conejillos de Indias…

Las cobayas han sido muy apreciadas históricamente en Sudamérica, región de la que son originarios y en la que han sido criadas durante siglos por su carne, su piel y como animales de compañía. Viven en el mismo entorno que otros roedores con los que están emparentadas, como la chinchilla, la vizcacha o el degú.
En Occidente las cobayas llevan también mucho tiempo utilizándose como apreciados animales de compañía, y particularmente en la experimentación biológica. De hecho, incluso hoy “cobaya” y “conejillo de Indias” continúan siendo sinónimos de sujeto de investigación.
Esta popularidad tradicional de los cuyes o cobayas se debe al mismo motivo por el que hoy en día son tan queridas como mascotas: estos roedores tienen un carácter muy dócil, afable y afectuoso. Son muy gregarias y disfrutan con la compañía tanto de sus congéneres (de hecho, te adelantamos que es recomendable adoptarlas al menos en parejas, ya que sufren con la soledad) como de sus familiares humanos. Son animales diurnos, lo que facilita la convivencia.
Hay que señalar, no obstante, que también son un poquito miedosas, por lo que normalmente necesitarán un tiempo para adaptarse a una nueva casa y, en cualquier caso, deben ser tratadas con delicadeza y cariño.

Razas de cobayas
Como decíamos al principio de este artículo sobre la cobaya y sus cuidados, estos animales han sido sometidos a un intenso proceso de selección desde que fueron domesticados. Como resultado, en la actualidad existen hasta 13 razas de cobayas reconocidas de forma oficial.
Las principales diferencias entre las razas de cobayas son la longitud del pelo y el esquema de colores. Así, encontramos cobayas de pelo largo y arremolinado (abisinias), cobayas con un gracioso tupé en la cabeza (crestadas), cobayas de pelo denso y rizado (teddy), etc.

En cuanto a las variedades de color, se distinguen algunas como la self (un solo color), Dutch (un solo color con una franja en la parte trasera del cuerpo), brindle (dos colores distribuidos de manera uniforme), etc. ¡Incluso existen cobayas sin pelo!
(Por cierto: si te gustan las mascotas de ese tipo, consulta nuestros artículos sobre los perros sin pelo y los gatos sin pelo. Te van a enamorar 😉).
Cabe mencionar que, aunque cobayas son animales muy limpios que se asean a sí mismos, los ejemplares de pelo largo necesitarán una rutina de cepillados y baños ocasionales, siempre con agua típica y un jabón específico.
En cualquier caso, la mayor parte de las cobayas que solemos tener como mascotas en casa son mestizas. Igual que en el caso de los perros, esto no supone ningún problema: ¡siguen siendo totalmente adorables!
Existen 13 razas de cobayas reconocidas de forma oficial que se diferencian entre sí por el color y la longitud del pelo. Sin embargo, la mayor parte de las cobayas que tenemos en casa son mestizas.

Comportamiento y carácter de las cobayas
Ya te hemos adelantado que la cobaya es de cuidados fáciles, pero estos animales destacan, sobre todo, por su carácter. Son muy sociables y, a diferencia de otros roedores, como los hámsters, se dejan coger y acariciar sin problema. Una vez tu cobaya se haya acostumbrado a ti, podrás manipularla -siempre con cuidado y delicadeza, eso sí- sin que te ponga pegas.
Las cobayas son animales muy gregarios que, como sus parientes los cuyes salvajes, prefieren vivir en grupo. Es recomendable que adoptes al menos dos cobayas juntas, o incluso tres. Comprobarás, además, que es muy divertido ver cómo juegan y se relacionan entre ellas. Las cobayas no suelen ser agresivas entre sí, pero, para minimizar el riesgo de conflictos, es mejor que si es posible adoptes grupos de hembras.

Los cuyes también pueden convivir sin problema con perros, gatos, chinchillas, jerbos, conejos, etc. Ten en cuenta, eso sí, que otros animales (el hurón, por ejemplo, los felinos…) podrían ver a la cobaya como una presa o un juguete, por lo que deberías realizar la presentación con cuidado y preferentemente cuando ambos animales sean aún cachorros.
Comprobarás que las cobayas rara vez muerden, ni siquiera cuando tienen miedo (ya sea de ti o de otro animal), pero sí chillan, con un sonido similar a “cuy, cuy”. De hecho, estos roedores vocalizan a menudo por diferentes motivos (felicidad, comunicarse con otros cuyes, pedir algo…), lo que forma parte de su encanto.
Antes de adoptar una cobaya hay que tener claro que estos animales necesitan espacio, tiempo y atención. No son animales que puedan vivir las 24 horas del día metidos en una jaula: necesitan al menos 2 o 3 horas diarias de ejercicio, socialización y exploración en libertad.
Las cobayas pueden convivir con otros animales, pero haz las presentaciones con cautela: gatos, hurones y ciertos perros podrían ver a la cobaya como una presa o un juguete. Es mejor que ambos animales se conozcan desde cachorros.

Ventajas e inconvenientes de tener a una cobaya como mascota
Como sucede con todas las mascotas, la convivencia con una cobaya presenta tanto pros como contras. Vamos a resumirte cuáles son para que puedas decidir si estos pequeños animales son compatibles con tu estilo de vida y, sobre todo, si puedes proporcionarles todo lo que necesitan para ser felices.

Ventajas de tener una cobaya como mascota:
- Son animales muy tranquilos con los que es fácil convivir. Más allá de los curiosos sonidos que emiten, las cobayas son bastante discretas y silenciosas.
- Pueden estar sueltas por casa y convivir con otros animales y con los miembros de la familia sin problema. A diferencia de los hámsters, por ejemplo, que pueden perderse o escaparse, las cobayas normalmente no se irán demasiado lejos.
- Una de las ventajas más claras de la cobaya son sus cuidados, que son pocos y muy sencillos: una jaula de buen tamaño, alimentación adecuada y compañía. Por ello, las cobayas son perfectas como la primera mascota de un niño.
- Las cobayas se dejan coger, manipular y acariciar sin quejas: no intentar escapar ni se muestran inquietas y es muy raro que muerdan. Eso sí: generalmente no son animales que pidan caricias o contacto de forma proactiva. Más bien se dejan hacer, por así decirlo.
- Con las atenciones adecuadas las cobayas gozan de una larga esperanza de vida (hasta 8 años), por lo que con uno de estos roedores en casa tendrás un amigo peludo durante mucho tiempo.

Inconvenientes de tener una cobaya como mascota:
- Rara vez las cobayas aprenden a utilizar un arenero, ya que, a diferencia de los conejos o los gatos, no poseen el instinto de hacer sus necesidades en un sitio concreto. Suelen defecar y orinar con frecuencia y en cualquier lugar, por lo que hay que estar atento para mantener su jaula y la casa limpias.
- Como animales de presa que son, pueden ser miedosas, sobre todo al principio. Ganarse la confianza de una cobaya requiere tiempo y trabajo y algunas nunca suelen mostrarse totalmente tranquilas.
- Tal y como hemos explicado, las cobayas han de adoptarse en parejas o tríos. Eso duplica o triplica el gasto en alimentación y el espacio necesario en casa. Como mascota, la cobaya es de cuidados simples, pero igualmente exige cierto desembolso económico.
- Esa cuestión, la del espacio, merece un apunte aparte: las cobayas son relativamente grandes (hasta 1 kg de peso, como hemos comentado) y muy activas, por lo que necesitan jaulas espaciosas y al menos 2 horas diarias de libertad en una zona un poco amplia. Pueden no ser la mascota más adecuada para las personas que vivan en pisos pequeños.
Las cobayas no suelen aprender a hacer sus necesidades en un arenero: orinan y defecan en cualquier parte, incluso en su propio comedero. Tenlo en cuenta si eres muy estricto con la limpieza.
La cobaya y los cuidados que requiere
Ahora que ya conoces mejor a las cobayas llega el momento de hablar sobre los cuidados que necesitan, que se resumen en una jaula adecuada, compañía y alimentación de calidad. Vamos a hablar con más detalle sobre cada uno de estos apartados:

La jaula de la cobaya
Las cobayas necesitan jaulas de un tamaño relativamente amplio. Las medidas mínimas para una sola cobaya deberían ser 120 x 60 x 45 cm, pero si el espacio es mayor, mucho mejor. En cualquier caso, ya sabes que las cobayas no deberían vivir en solitario. Así pues, elige tu jaula teniendo en cuenta el número total de cobayas que vayas a adoptar.
Por lo demás, te recomendamos tener en cuenta las siguientes cuestiones a la hora de escoger una jaula adecuada y de calidad:
- Procura que sea lo más alta posible para poder crear al menos una segunda planta y que así tus cobayas tengan varios ambientes diferentes.
- Son preferibles las jaulas con barrotes metálicos, puesto que son más resistentes y cuentan con una ventilación mucho mejor que las de paneles de plástico. La separación entre los barrotes no debe ser tan amplia como para que los animales puedan meter la cabeza entre ellos.
- Evita las jaulas con suelo de barrotes, ya que las cobayas podrían hacerse daño en las patas.
- Dentro de la jaula deben caber sin estrecheces las casetas donde dormirán las cobayas, así como los comederos, los bebederos y los juguetes o accesorios.

Tres factores importantes relacionados con la jaula son el sustrato, limpieza y la ubicación:
- Para el sustrato, elige materiales como la madera prensada o el papel reciclado. Tras cada limpieza deberás cubrir totalmente el suelo de la jaula con una capa de dos dedos de sustrato.
- Limpia la jaula y reemplaza todo el sustrato al menos una vez por semana, o con mayor frecuencia si en algún momento observas que está demasiado sucia. Ten en cuenta que cuantas más cobayas tengas, lógicamente mayor deberá ser también la frecuencia de las limpiezas.
- Coloca la jaula en un lugar protegido tanto frente a las corrientes de aire como frente a la luz solar directa. La temperatura ideal para estos animales es de entre 18 y 24°C.
Limpia la jaula de las cobayas y sustituye todo el sustrato al menos una vez por semana. Cuantas más cobayas tengas, más tiempo deberás dedicar a la limpieza de su espacio.

Compañía y salidas de la jaula
Lo recordamos de nuevo: las cobayas son animales sociables, por lo que siempre es preferible tenerlas en grupos. Como los machos suelen pelearse entre sí, en especial si hay hembras cerca, la mejor opción es adoptar una pareja o trío de cuyes hembras.
Las cobayas no son especialmente nerviosas, pero tienen energía y son animales activos. Por lo tanto, no pueden pasar todo el día metidas en la jaula. Para prevenir problemas como la ansiedad y la obesidad, sácalas al menos 2 horas al día y deja que se muevan libremente por el piso o una habitación.
Asegúrate también de que tus cobayas dispongan de juguetes y actividades en su jaula que las mantengan estimuladas a nivel físico y mental durante el resto del día. Y es que, como ves, la socialización y el entretenimiento son una parte muy importante de lo que hay que tener en cuenta sobre la cobaya y sus cuidados.

¿Qué comen las cobayas?
La alimentación es una parte fundamental siempre que se habla de la cobaya y sus cuidados, ya que estos animales tienen una marcada tendencia al sobrepeso.
Las cobayas son herbívoros estrictos y su alimentación se basará en una combinación de heno, verdura y fruta:
- El heno será la base de la dieta de una cobaya y su principal fuente de fibra. También juega un papel fundamental en el cuidado de sus dientes, que como les pasa a todos los roedores siguen creciendo durante toda la vida del animal. Alrededor de un 70% del alimento que tus cobayas consuman cada día deberá ser forraje de heno.
- La fruta y la verdura supondrán un 20% de la dieta de la cobaya. En el día a día, las cobayas pueden comer, por ejemplo, rúcula, canónigos o escarola. La fruta (manzana, sandía, fresa, kiwi…) debe administrárseles de forma más puntual, sobre todo en el caso de las frutas más calóricas o con mayor contenido de azúcar.
- El 10% restante de la dieta de la cobaya será pienso específico para estos animales, que le aportará el resto de las nutrientes que necesita, y sobre todo vitamina C.

El cuye deberá disponer siempre de un suministro ilimitado de heno de calidad y agua fresca y limpia. El resto de los alimentos (verduras, frutas y pellets de pienso) se le administrarán de forma diaria en raciones controladas.