INDICE
Todo lo que tienes que saber sobre el jerbo, una mascota encantadora
Si quieres saber más sobre el jerbo y sus cuidados, estás en el lugar adecuado: en este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber sobre estos curiosos animales que, aunque siguen siendo desconocidos para muchas personas, se están volviendo cada vez más populares entre los amantes de los roedores.
Cabe mencionar, antes de nada, que el animal al que comúnmente nos referimos como jerbo es en realidad el gerbil o gerbillo de Mongolia (Meriones unguiculatus), un roedor emparentado con la rata. El auténtico jerbo es otro roedor (Jaculus jaculus, jerbo de Egipto o jerbo del desierto), mucho menos común como mascota.
En cualquier caso, en este artículo llamaremos jerbo al Meriones unguiculatus o gerbil de Mongolia para evitar confusiones. En España también se los conoce como gerbillos o meriones.
Los jerbos de Mongolia, en realidad gerbiles, son animales dulces, juguetones, divertidos y fáciles de cuidar. También son sociables, por lo que disfrutan con el contacto con las personas y otros miembros de su especie. Todas esas cualidades los convierten en unos animales de compañía excelentes a los que te invitamos a conocer mejor en este artículo.


¿Cómo son los jerbos o gerbiles de Mongolia?
Los jerbos de Mongolia son roedores de pequeño tamaño, similares a pequeñas ratas. Destacan por su larga cola, que puede llegar a medir hasta 12 centímetros (la mitad de la longitud del animal), y sus fuertes patas traseras, que les permiten erguirse y desplazarse dando pequeños saltos. Pesan entre 70 y 90 gramos, por lo que son muy fáciles de coger y manipular.
Como su propio nombre indica, estos animales son originarios de Mongolia. Proceden, pues, de un entorno desértico y están acostumbrados a las altas temperaturas. Como veremos más adelante, pueden excavar con gran rapidez y habilidad, pues en su entorno natural crean redes de túneles en los que cobijarse cuando la temperatura sube demasiado.
Los jerbos o gerbiles son pequeños roedores con muy buen carácter, curiosos y activos. Proceden de Asia, donde viven en entornos desérticos.

Los jerbos se comunican entre ellos en frecuencias que nosotros no podemos percibir, por lo que son animales muy silenciosos. En raras ocasiones (cuando tienen miedo, por ejemplo) es posible escucharlos emitir curiosos sonidos similares a silbidos o al piar de un pájaro.
Aunque superan en esperanza de vida a varias especies de hámsters, los jerbos no son animales especialmente longevos: rara vez superan los 4 – 5 años (si quieres conocer la esperanza de vida de otros animales, consulta nuestro artículo sobre cuántos años viven las mascotas).

Comportamiento y carácter de los jerbos
Los jerbos son animales encantadores, muy curiosos, sociables y cariñosos. En la naturaleza suelen vivir en grupos, por lo que les gusta tener contacto con otros miembros de su especie. Si adoptas a varios jerbos (lo que es recomendable) comprobarás lo entretenido que es ver cómo juegan entre ellos, se acicalan y duermen amontonados unos sobre otros.
Estos roedores pueden estar activos tanto de día como de noche, ya que suelen alternar períodos de sueño y vigilia. Cuando están despiertos muestran una gran energía y sencillamente no paran quietos: saltan de aquí para allá, curiosean, se acicalan, juegan, roen…
Los jerbos son animales muy sociables que en su hábitat natural siempre viven en grupo. Por eso, es recomendable adoptar al menos dos jerbos.

Los jerbos son inteligentes, lo que unido a su gran agilidad los convierte en excelentes escapistas. Pueden escurrirse incluso por los agujeros o rincones más insospechados, por lo que es importante mantenerlos vigilados siempre que se los saca de su jaula.
Al igual que los hámsters, los jerbos son animales independientes y limpios que cuidan de sí mismos sin problemas. Por ello, son uno de esos animales especialmente recomendables para las personas que tienen menos tiempo o como la primera mascota de un niño.
Cabe mencionar, además, que no son nada agresivos y normalmente solo muerden si se les hace daño o se los manipula de forma inadecuada. Se acostumbran con rapidez a ser cogidos y acariciados, siempre y cuando, como decimos, se haga con delicadeza.

Pros y contras de tener un jerbo como mascota
Ahora que ya sabes un poco más sobre el jerbo y sus cuidados, vamos a darte una perspectiva general de cómo es compartir tu vida con estos adorables roedores. Estas son las ventajas y desventajas (o, más bien, posibles pegas que es importante tener en cuenta) de tener un jerbo como mascota:
PROS de tener un jerbo como mascota:
- Los jerbos son animales muy curiosos y divertidos. Es una gozada verlos ir de aquí para allá, jugar entre ellos, corretear y realizar todas sus actividades.
- Son mascotas muy silenciosas, por lo que no te darás cuenta de que están ahí si no les prestas atención. No perturbarán para nada la tranquilidad de tu casa.
- El jerbo necesita cuidados muy sencillos. No necesitan paseos (aunque sí que se los saque de la jaula un rato cada día), apenas tienen olor y se administran la comida y se limpian a sí mismos.
- Por su reducido tamaño es posible tener jerbos incluso en pisos de pequeño tamaño.

CONTRAS de tener un jerbo como mascota:
- Al ser una mascota aún poco común puede ser difícil encontrar alimentos específicos para jerbos. No obstante, se les puede dar comida para hámsters.
- Los jerbos se reproducen a gran velocidad. Si tienes varios ejemplares, lo que ya hemos visto que es recomendable, deberán ser del mismo sexo o estar esterilizados. Si no, rápidamente te encontrarás con un problema de cría incontrolada.
- Deberás tener mucho cuidado cuando los saques de su jaula, ya que son tan pequeños que pueden perderse o hacerse daño con facilidad. Es fácil que se cuelen por pequeños agujeros, que mordisqueen cables eléctricos…
El jerbo y los cuidados que necesita
Ya hemos mencionado que el jerbo o gerbil necesita pocos cuidados en comparación con perros o gatos, por ejemplo, lo que lo convierte en un animal con el que es muy fácil convivir. Cuidar de un jerbo no es muy diferente de cuidar de un hámster, con algunas particularidades.
Estas son todas las necesidades que deberás cubrir para que tus jerbos vivan felices y en buenas condiciones:

La jaula del jerbo
Los jerbos son animales pequeños, pero nerviosos y muy inquietos, por lo que necesitan una jaula relativamente espaciosa.
Aunque en el mercado encontrarás jaulas de todo tipo de modelos y tamaños, para uno o dos jerbos te recomendamos que elijas una cuyas dimensiones sean, al menos, 50 x 50 x 50 cm. Si tienes más jerbos o más espacio, no dudes en comprar una jaula incluso mayor.
En la jaula no solo debe haber espacio para que los jerbos se muevan con comodidad, sino que también deben entrar un comedero, un bebedero, una bañera con arena y juguetes para roer y morder.
Los jerbos son pequeños, pero muy activos: es recomendable que vivan en jaulas espaciosas que cuenten con varios pisos y en las que puedan excavar a placer.

Otros factores que deberías tener en cuenta al elegir la jaula son los siguientes:
- Material: es mejor que sea de metal, ya que los jerbos podrían roer el plástico y escaparse o intoxicarse. Además, las jaulas de barrotes son más frescas y están mejor ventiladas que las de paneles de plástico.
- Pisos: si es posible, elige una jaula que tenga al menos dos pisos (lo mismo se aplica a las jaulas de chinchillas y hurones, por ejemplo). Así los jerbos dispondrán de más espacio y ambientes diferentes.
- Separación de los barrotes: procura que la separación de los barrotes sea de entre un centímetro y centímetro y medio para que los jerbos no se queden enganchados entre ellos.
- Sustrato: los jerbos tienen tendencia a excavar, por lo que deberías elegir un sustrato que les permita dar rienda suelta a este instinto de forma segura. El maíz y el papel prensado son buenas opciones.

Socialización del jerbo
Ya hemos comentado que los jerbos son animales muy sociables que en la naturaleza siempre viven en grupo. Ese es el motivo lo que no es recomendable tener ejemplares aislados, ya que podrían desarrollar problemas de conducta. Tener en cuenta las necesidades sociales del jerbo es una parte fundamental de sus cuidados.
Así pues, te recomendamos adoptar a un mínimo de dos jerbos para que puedan hacerse compañía, interactuar y darse seguridad el uno al otro.
Ten en cuenta, eso sí, lo que te hemos mencionado líneas arriba de la gran capacidad que tienen estos animales para reproducirse: elige jerbos del mismo sexo (y a ser posible que se conozcan desde pequeños) o esterilízalos para evitar encontrarte con camadas no deseadas.

Limpieza de la jaula
Los jerbos apenan tienen olor, pero sí lo tienen su orina y heces, así como los restos de comida que puedan dejar. Seguir una rutina de limpiezas adecuada será, por lo tanto, fundamental para mantener a tus pequeños peludos saludables y en buenas condiciones.
Deberás limpiar la jaula de los jerbos un mínimo de dos veces al mes y, si tienes tiempo, incluso una vez por semana.
Los jerbos son muy limpios, pero hay que retirar sus heces y orina de la jaula con frecuencia. Deberás limpiarla y cambiar el sustrato al menos dos veces al mes.

¿Qué comen los jerbos?
Una cuestión que es importante conocer sobre el jerbo y sus cuidados es la de la alimentación. En su hábitat natural los jerbos se alimentan fundamentalmente de semillas, raíces y vegetales, pero son animales bastante oportunistas que pueden llegar a comer insectos e incluso huevos de aves, si los encuentran.
Son, pues, animales omnívoros, aunque en cautividad lo más aconsejable es alimentarlos con un pienso que cubra todas sus necesidades nutricionales.
Como los jerbos no son aún mascotas muy conocidas, en ocasiones puede ser difícil encontrar piensos hechos para ellos. Si no lo consigues, puedes darle comida para ratones o hámsters, combinada con un poco de heno, vegetales, frutos secos (sin sal) y fruta en pequeñas cantidades. Nunca debes darle a tu jerbo comida para humanos, y mucho menos si se trata de alimentos ricos en sal o azúcar.
Por supuesto, el jerbo debe disponer siempre de agua limpia y fresca en abundancia. Deberías cambiar el agua de su bebedero al menos una vez al día.