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Si no sabes cómo darle una pastilla a un gato, te contamos lo que debes hacer
Si no tienes claro cómo darle una pastilla a un gato, descuida: no estás solo.
Son muchos los dueños de felinos que ven cómo su mejor amigo, normalmente tranquilo y cariñoso, se resiste con fiereza cuando llega el momento de administrarle una pastilla, comprimido o medicamentos similares.
Y es que la toma de una pastilla por vía oral puede llegar a convertirse en un momento muy desagradable… y dejar al dueño del gato con más de un arañazo o mordisco de recuerdo.
Es un hecho: a la mayor parte de los gatos no les hace ninguna gracia tener que tragarse una pastilla.
No obstante, a veces no queda más remedio que hacerlo, así que en este artículo vamos a repasar los mejores trucos que puedes emplear para que tu felino se trague la pastilla con las menores molestias posibles, tanto para él como para ti. ¡Manos a la obra!

Antes de nada, entiende a tu gato: ¿por qué se resiste a tomar pastillas o comprimidos?
Cuando hay que darle una pastilla a un gato y este se resiste, muchos dueños se agobian, se estresan y acaban enfadándose con el animal.
Es comprensible, pero hay que hacer todo lo posible por evitarlo. Si tú te pones nervioso, el gato también se alterará (más aún) y todo acabará siendo más difícil.
Lo primero de todo es entender que el gato no se resiste a tomarse la pastilla por fastidiar, por hacer rabiar o por diversión. Tampoco es una cuestión de desconfianza hacia ti.
Simplemente sucede que para el gato la pastilla es algo muy extraño, potencialmente desagradable, y todo su instinto le fuerza a rechazarla.
Nosotros sabemos que las medicinas, como los antiparasitarios o los antibióticos, por poner dos ejemplos, son buenas para los animales. Pero ellos, por desgracia, no pueden entenderlo.

Si tú te enfadas o te pones nervioso, tu gato también se alterará y todo será mucho más difícil. Mantén la calma.
Los animales son inteligentes, más de lo que solemos imaginar, por lo que distinguen perfectamente una pastilla de una chuchería o cualquier otro tipo de alimento.
Tu felino sabe muy bien que eso que intentas darle no es “lo de siempre”.
Dicho esto, también hay que tener en cuenta que los gatos son especialmente astutos, por lo que tu amigo peludo enseguida se pondrá en guardia y nervioso si te ve actuar de forma extraña.
Así pues, y a modo de resumen: cuando te preguntes cómo darle una pastilla a un gato, lo más básico es que tanto el animal como tú estéis tranquilos y confiados. Manéjalo en todo momento con suavidad y cariño.

Engañar a tu gato con comida: una solución clásica que no siempre funciona…
El truco más elemental para darle una pastilla a un gato es, por supuesto, confundirle con la comida.
Para ello, en primer lugar, deberemos asegurarnos de que la píldora en cuestión puede mezclarse con alimentos, una duda que tendremos que consultarle al veterinario.
La técnica de mezclar o disimular una pastilla con comida suele funcionar con la mayor parte de los perros, pero los gatos, como ya hemos dicho, tienden a ser más suspicaces.
Hay varias cuestiones que tener en cuenta:
- A diferencia de los perros, los gatos no engullen con rapidez, sino que mastican poco a poco y cuidadosamente. Por eso es fácil que tu gato detecte la pastilla, por muy disimulada que esté. Si te pasa eso, sigue leyendo: en el siguiente apartado encontrarás más trucos para darle el medicamento.
- Existen en el mercado pastillas que simulan el sabor de la comida y que, por lo tanto, pueden “engañar” con mayor facilidad a algunos felinos. Pero no a todos.
- Aunque parezca que el gato se ha comido la pastilla, lo mejor es que te asegures. Muchos gatos son sorprendentemente hábiles esquivando los comprimidos escondidos en la comida, por lo que puede que creas que por fin lo has conseguido… solo para encontrarte la pastilla unas horas después en el rincón más inesperado de tu hogar.
No te desesperes si no consigues engañar a tu gato con comida para tragarse la pastilla. Los felinos suelen ser muy hábiles y mastican lenta y cuidadosamente.

5 trucos para darle una pastilla a un gato y que no la rechace
Si camuflar la pastilla en la comida favorita de tu gato no funciona, no desesperes: es lo más normal.
A continuación, te proponemos otros 5 trucos para darles pastillas a los gatos más testarudos.
1. Retrasa su hora de comer y vuelve a intentarlo
Como pasa con todos los animales, la hora de la comida es sagrada para los gatos.
Por eso, una buena forma de facilitar que se tome el comprimido sin darse cuenta es dejarle unas horas en ayunas.
Cuando por fin le pongas su ración del día (con la pastilla camuflada en ella), tu gato se abalanzará sobre el plato y comerá a toda velocidad, con mucho menos cuidado del que pone habitualmente.
Este truco, como todos los relacionados con la comida, no servirá con todos los felinos, pero vale la pena probarlo.
Quizás hacer que tu gato pase un poquito de hambre os ahorre el mal rato de la pastilla a los dos.
Si dejas que tu gato llegue a la comida con más hambre de la normal, pondrá mucho atención al masticar.
Un consejo extra: algunas comidas pueden engañar a tu gato con mayor facilidad que otras. Si puedes elegir, dale comida húmeda, o algún tipo de caldo o salsa…
Alimentos, en suma, con olores y sabores intensos que disimulen el “regalo” que llevan dentro.

2. Parte o tritura la pastilla (pero antes consulta con tu veterinario)
Este truco para darle una pastilla a un gato también requiere que previamente hables con tu veterinario, ya que no todos los medicamentos pueden triturarse o partirse siquiera.
En algunos casos los comprimidos pierden sus propiedades, por lo que todo tu esfuerzo no serviría para nada.
Pero si la medicina que tienes que darle a tu gato es de las que no pierden eficacia, estás de suerte.
Podrás dividir la pastilla en varios trozos, o incluso triturarla y espolvorearla o mezclarla con la comida y tu gato seguramente se la comerá sin darse ni cuenta.
Por si acaso, y como ya te decíamos en el apartado anterior, procura escoger alimentos con sabores fuertes que tapen cualquier resto del sabor u olor de la pastilla.

3. Busca una alternativa líquida a la pastilla
Algunos medicamentos para animales se venden tanto en pastillas como en formato líquido, en polvos, etc. Solemos pensar siempre en pastillas o comprimidos, pero tal vez haya alternativas en tu caso.
Es decir, que es posible que la pastilla que tu gato se resiste a tragar se venda también como un medicamento líquido o en polvo que podrías mezclar con su comida con mayor facilidad.
Por si caso, ya los sabes: consúltalo con tu veterinario.
Siempre será mucho más fácil «engañar» a tu gato con una pastilla triturada o un medicamento líquido y una comida con sabores y olores fuertes.

4. Tranquiliza e inmoviliza a tu gato para darle tú mismo la pastilla
Si todo lo anterior falla, queda una solución: meterle tú mismo la pastilla en la boca al gato.
Por supuesto, con algunos felinos esto puede ser más fácil de decir que de hacer (los más nerviosos o desconfiados se resistirán mucho), pero, siendo paciente y cuidadoso, lo conseguirás.
A continuación, te contamos cómo darle una pastilla a un gato utilizando una toalla y un poco de maña, paso a paso:
- Coge una toalla lo suficientemente grande como para que el gato quepa en ella y colócala extendida en una mesa.
- Manteniendo la calma, con movimientos lentos, sitúa al gato en la mesa, encima de la toalla.
- Envuélvelo en ella con cuidado, pegando sus patas delanteras al cuerpo, pero dejando la cabeza fuera.
- Ahora estás a salvo de los arañazos, pero cuidado con los mordiscos: los gatos pueden hacer mucho daño con los dientes, igual que los perros. En ese sentido, te recomendamos leer esta guía sobre cómo evitar que un gato muerda.

- Con la mano izquierda, sujeta la cabeza del gato desde detrás, agarrándolo por los pómulos con suavidad, pero firmemente. Ahora mueve su cabeza hacia atrás y hacia arriba e introduce lentamente las puntas de tus dedos pulgar e índice por los extremos de su boca, que quedará entreabierta.
- Con la mano libre, coloca la pastilla en la boca del gato, tan al fondo como sea posible.
- Suéltale la boca para permitir que trague.
- Déjale beber un poco de agua. Incluso puedes introducírsela tú mismo ayudándote de una jeringuilla. Así, el gato tragará con mayor facilidad y evitarás el riesgo de que la pastilla se quede atorada en el esófago. ¡Misión cumplida!

5. Utiliza una jeringuilla especial para pastillas
Si meterle la pastilla en la boca al gato te causa aprensión o crees que hay demasiado riesgo de hacerle daño o llevarte un buen mordisco, hay una solución: las jeringuillas de píldoras.
Estas jeringuillas, que se venden en las clínicas veterinarias, son muy similares a las convencionales, salvo que cuentan con una boquilla de goma en la que se pone la pastilla.
Realiza el procedimiento del apartado anterior -uso de la tolla, inmovilizar la cabeza del gato, etc.-, pero, cuando llegue el momento de darle la pastilla, recurre a la jeringa.
Al empujar el émbolo, la jeringuilla situará la pastilla en el fondo de la garganta del animal, junto con un poco de líquido que ayudará a que trague con suavidad.

Las jeringuillas para pastillas son una buena solución si no logras o si te causa aprensión colocarle la pastilla en la boca al gato tú mismo.
Para facilitar las cosas, un pequeño truco: antes de colocar la pastilla en la jeringuilla, úntala en un poco de paté o algún tipo de comida húmeda parecida.
Se trata de una pequeña ayuda lo justo para que se deslice mejor y, de paso, para reforzar el reflejo de tragar.
Utiliza siempre el refuerzo positivo… y ten en cuenta que los gatos poseen buena memoria
Ya has comprobado que saber cómo darle una pastilla a un gato es toda una odisea.
Algunos gatos lo pasan peor que otros, pero para todos ellos es una situación extraña y desconcertante, por lo que te sugerimos emplear siempre el refuerzo positivo.
Sea cual sea el método al que hayas recurrido para hacer el gato se trague la pastilla, asegúrate de compensarle siempre por el esfuerzo.
Ofrécele una buena ración de chucherías, acarícialo, juega con sus juguetes favoritos durante unos minutos y felicítalo efusivamente.
En definitiva, dedícale tiempo, incluso aunque hayáis pasado un mal rato o se haya puesto un poco tozudo.

De esta forma, el gato asociará la pastilla a una situación positiva, o por lo menos reducirás el riesgo de que la asocie a algo muy negativo.
Esto último te lo decimos porque los gatos, como los perros y otras mascotas, aprenden de la experiencia con una rapidez sorprendente.
Si el episodio de la pastilla ha sido especialmente desagradable para él, tu gato lo recordará y es fácil que te rehúya o se muestre incluso menos cooperativo la próxima vez que tengas que medicarle.
Tu gato tiene buena memoria y aprende de la experiencia: utiliza el refuerzo positivo para evitar que las próximas tomas sean más difíciles.

Tu gato puede intuir lo que viene si te observa actuar de la misma forma que la primera vez que le diste una pastilla o, por ejemplo, si ve la toalla, una jeringuilla, etc.
No obstante, ahora que ya conoces estos trucos para darle una pastilla a un gato, estamos seguros de que tu próxima experiencia en este campo será mucho más grata.