INDICE
Todo lo que debes saber sobre la dermatitis en perros
La dermatitis en perros es una patología cutánea que afecta con mucha frecuencia a nuestras mascotas. No suele ser una enfermedad grave, pero sí es muy molesta y tiene un impacto significativo en la calidad de vida del animal.
Aunque hay perros que muestran una mayor predisposición genética a la dermatitis, lo cierto es que puede afectar a cualquiera, independientemente de su raza, edad o condición.
Como es una de las enfermedades más habituales y por lo tanto es fácil que te enfrentes a ella en algún momento, en este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber sobre la dermatitis en perros para que puedas cuidar bien de tu mejor amigo. Descubre qué tipos de dermatitis existen, cuáles son los síntomas, qué causa esta enfermedad y mucho más. Sigue leyendo y descubre cómo actuar frente a la dermatitis canina.

¿Qué es la dermatitis en perros?
La dermatitis canina es una enfermedad que afecta a la piel del perro y le provoca inflamación, erupciones o úlceras, normalmente acompañadas de un intenso picor. Al rascarse o morderse para aliviarse el perro empeorará los síntomas y podría provocarse a sí mismo heridas y costras.
Esta es solo una descripción general de la enfermedad, ya que la dermatitis puede tener diversas causas y sintomatologías. Distinguimos entre:
- Dermatitis atópica.
- Dermatitis por alergia alimentaria.
- Dermatitis por alergia a la picadura de pulgas.
- Dermatitis por picadura de moscas.
- Dermatitis seborreica.
- Dermatitis fúngica.
- Dermatitis por contacto.
- Dermatitis húmeda aguda.
- Dermatitis por ácaros.
- Dermatitis acral por lamido.
La dermatitis es una afección cutánea que suele causar picores intensos, pérdida de pelo, descamación… ciertas variantes de dermatitis pueden aparecer en zonas diferentes del cuerpo o causar otros síntomas específicos.

Tipos de dermatitis canina con fotos
Veamos ahora con detalle todos los tipos de dermatitis en perros que existen y cuáles son las causas y características de la enfermedad en cada caso:
1. Dermatitis atópica
La dermatitis atópica es la más habitual en los perros. Afecta a los canes, generalmente jóvenes, que tienen predisposición genética a reaccionar de forma negativa a ciertos alérgenos como el polvo, el polen, la caspa, etc. El perro no mostrará síntomas si no se expone al elemento que le causa alergia, aunque no siempre será posible identificar cuál es.
Los síntomas de la dermatitis atópica en perros pueden ser sutiles al principio, pero se irán haciendo más intensos con el paso del tiempo: rascado intenso de la piel, mordiscos, rinitis alérgica, ojos llorosos, decoloración de la piel, pústulas (no confundir con las verrugas en perros), pérdida de pelo, etc.
La dermatitis atópica en perros puede manifestarse en varias zonas del cuerpo y presentar diversos niveles de gravedad. El tratamiento variará dependiendo de la intensidad de los brotes, pero siempre será necesario que lleves a tu perro al veterinario ante la aparición de los síntomas de esta dermatitis.
La dermatitis atópica es la variante más frecuente y está causada por la exposición a un elemento alérgeno, aunque no siempre es sencillo identificar a cuál.

2. Dermatitis por alergia alimentaria
La dermatitis por alergia alimentaria en perros es la segunda variante más frecuente de esta enfermedad. Los perros pueden desarrollar alergias a alimentos a cualquier edad y estas a menudo se manifiestan no solo en forma de complicaciones digestivas (como la diarrea en perros), sino también con dermatitis: enrojecimiento de la piel, ronchas en ciertas zonas del cuerpo (detrás de las orejas, en vientre…) y picor intenso.
Si tu perro muestra señales de dermatitis por alergia a algún alimento, deberás proporcionarle una dieta hipoalergénica, bajo la supervisión de tu veterinario, con un número bajo de ingredientes para así identificar el alimento o componente que le está causando problemas. Una vez sepas cuál es, bastará con retirarlo de la dieta habitual para evitar los síntomas de la dermatitis.

3. Dermatitis por alergia a la picadura de pulgas (DAPP)
Las pulgas son unos parásitos realmente insidiosos, no solo por lo molestos que resultan y lo difícil que es eliminarlos, sino también porque sus picaduras pueden causar dermatitis a perros y gatos.
Como en otras variantes de esta enfermedad, los síntomas son picor intenso, enrojecimiento de la piel, aparición de costras y manchas en la piel y alopecia. Si el perro tiene predisposición, bastará la picadura de una sola pulga para desencadenar la enfermedad.
El tratamiento para la dermatitis por alergia a las picaduras de pulgas pasa por controlar la infestación y eliminar a los parásitos, lo que puede ser complicado. Te contamos cómo hacerlo en nuestro artículo sobre las pulgas en perros, y puede que también te interese saber más sobre los medicamentos para perros de uso más frecuente.
Basta la picadura de una pulga para desencadenar la dermatitis por alergia a estos parásitos. La solución es eliminar la infestación, lo que no siempre resulta sencillo.

4. Dermatitis por picadura de moscas
Este tipo de dermatitis es bastante frecuente en épocas veraniegas y en perros que viven en el exterior. Sus síntomas son muy característicos: la parte superior de las orejas empieza a deteriorarse por los bordes y presentan postillas negras y heridas que sangran a menudo con el constante rascado del perro. Esto también puede suceder en el puente de la nariz.
Es en esas zonas precisamente donde las moscas que causan esta dermatitis pueden posarse con mayor facilidad para alimentarse y depositar sus huevos. Si el perro no recibe tratamiento, la dermatitis puede complicarse y degenerar en infecciones graves e infestaciones parasitarias.
Para combatir esta dermatitis es recomendable mantener al perro en el interior de casa durante la mayor parte de tiempo posible. Utiliza repelentes para insectos y sigue el tratamiento que te indique tu veterinario para recuperar las zonas afectadas.

5. Dermatitis seborreica
La dermatitis seborreica o seborrea en perros se produce por un problema en la queratinización, que es el proceso de renovación de las células de la capa más superficial de la piel. La consecuencia es un aumento de la descamación de la piel y, en la variante oleosa de esta enfermedad, también de la producción de grasa en las glándulas sebáceas. La piel del perro presentará inflamación, caspa y, si hay exceso de grasa, también mal olor.
Hay dos tipos de dermatitis seborreicas en perros:
- Dermatitis seborreica primaria o idiopática: es crónica y hereditaria, pero no tiene una causa identificable. Afecta sobre todo a perros jóvenes. Algunas razas, como el cocker spaniel, el shar pei o el basset hound parecen tener mayor predisposición.
- Dermatitis seborreica secundaria: es la más frecuente y suele surgir como consecuencia de otras enfermedades como la leishmaniosis canina, tumores, alergias, síndrome de Cushing…
Para tratar este tipo de dermatitis será fundamental, en primer lugar, identificar la causa (si es que la hay). En cualquier caso, sigue las indicaciones de tu veterinario.

6. Dermatitis fúngica
Cuando hablamos de dermatitis fúngicas o causadas por hongos, la más frecuente es la dermatitis por malassezia en perros.
La malassezia (M. pachydermatis) es un hongo de la familia de las levaduras que está presente de forma natural en la piel tanto de los humanos como de los perros. Normalmente no causa problemas, pero puede reproducirse de forma descontrolada si el animal tiene el sistema inmunológico debilitado o la piel dañada.
Los síntomas de la dermatitis por malassezia, que puede presentarse con diversos niveles de gravedad, son similares a los que ya hemos descrito: alopecia, enrojecimiento de la piel, picor intenso, costras, descamación, etc. En ocasiones se puede desencadenar también una dermatitis seborreica secundaria como efecto de la proliferación de la malassezia. No hay que confundir esta enfermedad con la tiña en perros, que es un problema diferente (aunque también provocado por un hongo).
Para tratar esta dermatitis, tu veterinario te recetará lociones y champús especiales, así como diversos medicamentos, especialmente en los casos más serios.
La dermatitis por malassezia en perros es la dermatitis fúngica más frecuente. Se produce cuando un hongo presente de forma natural en la piel del perro, la malassezia, empieza a reproducirse de forma descontrolada.

7. Dermatitis por contacto
Esta dermatitis se produce cuando el perro entra en contacto con alguna sustancia o elemento irritante. Pueden causarla productos de limpieza o higiene, platos de ciertos materiales, correas, arneses, etc.
Los síntomas son, de nuevo, los habituales en una dermatitis: enrojecimiento, inflamación, picor, costras… la diferencia es que en esta caso su presencia se limitará a la parte del cuerpo del perro que haya entrado en contacto con la sustancia u objeto irritante.
Como es lógico, deberás evitar que tu perro interactúe con la sustancia o el objeto que le produzca dermatitis. Por lo demás, sigue las indicaciones de tu veterinario para tratar la zona afectada.

8. Dermatitis húmeda
La dermatitis húmeda, también llamada piotraumática, se caracteriza por lesiones que aparecen de la noche a la mañana y son de un color rojo intenso, con aspecto pegajoso y purulento. Estas heridas suelen aparecer en las mejillas, el cuello, la espalda, los muslos y la base de la cola.
Esta dermatitis, que es más frecuente en perros de pelo largo y denso, puede tener muchas causas diferentes, desde infecciones bacterianas hasta parásitos como las garrapatas. El perro sentirá dolor y un intenso picor, y al rascarse puede empeorar el estado de las lesiones e incluso extender el problema a otras zonas del cuerpo.
Es imprescindible llevar al perro al veterinario y seguir el tratamiento que este indique. Las lesiones de la dermatitis húmeda pueden ser tan dolorosas que en ocasiones será necesario anestesiar al perro para curarlas.

9. Dermatitis por ácaros
La infestación por ácaros también produce dermatitis, más conocida como sarna. Puede afectar tanto a perros como a gatos. Dependiendo del ácaro que esté causando el problema podemos distinguir entre:
- Sarna sarcóptica, causada por el ácaro sarcoptes scabiei o arador de la sarna.
- Sarna demodécica o sarna roja, causada por el ácaro demodex canis.
- Sarna notoédrica, causada por el ácaro notoedres cati y más habitual en felinos.
- Sarna cheyletiella o enfermedad de la caspa andante, causada por el ácaro cheyletiella spa.
- Sarna otodéctica, causada por el ácaro otodectes cynotis, más frecuente en gatos.
- Sarna pneumonyssoides, un raro tipo de sarna causada por el ácaro pneumonyssoides caninum.
De todas estas variantes de la sarna, sus síntomas y tratamiento te hablamos con más detalle en nuestro artículo sobre la sarna en perros.

10. Dermatitis acral por lamido
Esta dermatitis, también llamada granuloma por lamido o forunculosis acral, es más frecuente en los perros de razas grandes. En esta variante de la dermatitis, el perro se lame de forma insistente las patas hasta crearse dolorosas heridas. La piel tendrá un aspecto endurecido y acorchado, pero fresco, como consecuencia de los lamidos continuos.
La dermatitis acral normalmente suele tener un origen psicológico, es decir, es un comportamiento compulsivo fruto de la ansiedad, el estrés o el aburrimiento. No obstante, en ocasiones la causa puede ser física: una dermatitis atópica (el perro se lame para aliviarse el picor), infestaciones parasitarias, lesiones, etc.
Esta variante de la dermatitis también requiere una visita al veterinario para identificar el origen del problema. Ten en cuenta que aunque la causa inicial de la dermatitis por lamido sea física, el lamido compulsivo con el que reacciona el perro puede tener igualmente un origen psicológico.
La dermatitis acral por lamido puede combinar un origen físico con un problema psicológico que lleva al perro a lamerse de forma compulsiva. Es imprescindible que consultes con tu veterinario.

Causas de la dermatitis canina
Ya hemos visto que la dermatitis puede surgir por muchos motivos diferentes. A modo de recopilación, los más frecuentes son las siguientes:
- Parásitos externos o internos.
- Trastornos genéticos.
- Ácaros.
- Hongos.
- Alergias.
- Contacto con alérgenos.
- Sustancias irritantes (por ejemplo, la segregada por las orugas procesionarias).
- Lamido excesivo.

Dermatitis en perros: síntomas más frecuentes
Hay síntomas que son comunes a todas o casi todas las variantes de la dermatitis, mientras que otros son específicos de ciertas variantes. En cualquier caso, las señales generales más habituales de esta enfermedad son estas:
- Enrojecimiento de la piel.
- Alopecia localizada.
- Descamación.
- Oscurecimiento de la piel.
- Picor intenso.
- Dolor.
- Heridas.
- Granos, úlceras…
- Inflamación.
- Presencia de parásitos.

¿La dermatitis en perros es contagiosa?
La dermatitis en sí no es contagiosa, pero hay que tener en cuenta que algunos de los problemas que la causan sí pueden serlo: ácaros, hongos, pulgas, etc.
Así pues, dependiendo de cuál sea el origen de la dermatitis de tu perro, puede que debas proteger a tus otras mascotas no frente a la dermatitis en sí (que puede ser solo un síntoma), sino frente lo que la esté causando.
¿La dermatitis en perros se contagia a humanos?
La respuesta es la misma: la dermatitis en sí no es contagiosa, pero algunos de los problemas que la causan sí que pueden transmitirse a los humanos. Es el caso, por ejemplo, de ciertos ácaros de la sarna.
La clave, por lo tanto, es identificar lo antes posible la causa de la dermatitis, de la mano de tu veterinario, para saber si existe algún riesgo de transmisión.
Ten en cuenta que la dermatitis en sí no puede transmitirse a otros animales ni a los seres humanos, pero algunas de sus causas (sarna, pulgas…) en ocasiones sí son contagiosas.

Dermatitis en perros: tratamientos indicados para tu mascota
En el tratamiento de la dermatitis hay que distinguir entre dos partes diferentes: en primer lugar, la lucha contra la causa subyacente, si la hay, y en segundo lugar, el tratamiento de los síntomas para recuperar la piel del perro.
La primera parte puede variar mucho dependiendo de cuál sea la variante de la dermatitis que ha contraído el perro, es decir, de cuál sea la causa: hongos, ácaros, pulgas, etc. Es probable que tu veterinario le recete al perro medicamentos específicos como antibióticos, antiinflamatorios, antiparasitarios y otros.

Para la segunda parte es habitual emplear champús específicos para la dermatitis, pastillas y pomadas para calmar el picor, reducir la inflamación y mejorar poco a poco la salud de la piel. Hay muchas variantes de todos estos productos, cada uno con sus propios beneficios, así que deberás elegir en función del tipo de dermatitis de tu perro y su nivel de gravedad. Si tienes dudas, consulta con tu veterinario.
Hay que mencionar que en ciertas ocasiones la dermatitis por desgracia no tiene cura y se convierte en una enfermedad crónica. En ese caso, todos los esfuerzos irán dirigidos a mejorar la calidad de vida del perro de cara al futuro.

Remedios caseros para la dermatitis en perros
Existen ciertos remedios caseros que pueden suavizar los síntomas de un perro con dermatitis y ayudar a acelerar su recuperación. Es importante recordar, sin embargo, que en ningún caso pueden sustituir al tratamiento veterinario.
Aquí tienes 4 ejemplos de remedios caseros que pueden aliviar a tu amigo peludo:
- Aloe vera: es uno de los remedios caseros para la dermatitis más utilizados, por sus propiedades hidratantes, tonificantes y regenerativas. Extiende un poco de aloe vera sobre las zonas afectadas y déjalo actuar durante 20 o 30 minutos sin permitir que el perro lo lama. Le aliviará los picores y acelerará la recuperación de la piel.
- Avena: utiliza un champú de avena o avena mezclada con agua para darle a tu perro suaves masajes por las partes dañadas de la piel. Deja que el producto actúe sin que el perro lo lama y después seca la zona con mucho cuidado.
- Baños caseros: introduce a tu perro en una bañera con agua tibia y masajea su cuerpo suavemente con jabón neutro. Después sécalo sin frotarlo, solo dándole toques suaves con la toalla.
- Aceite de oliva: extiende un poco de aceite de oliva sobre las partes del cuerpo afectadas y, de nuevo, deja que actúe durante 20 o 30 minutos sin que el perro lo lama.