INDICE
Hiperestesia felina o síndrome del gato nervioso: todo lo que debes saber
La hiperestesia felina es un trastorno de tipo nervioso que suele afectar a los gatos más estresados o con propensión a sufrir de ansiedad. Se trata de una enfermedad poco frecuente, pero muy molesta para los animales que la padecen a causa de sus insidiosos síntomas: sensibilidad extrema en la piel, comportamientos compulsivos, autolesiones, etc.
Precisamente a causa de esta sintomatología tan diversa -de la que te hablaremos con más detalle enseguida- la hiperestesia felina es también una afección difícil de diagnosticar. No suele pasar desapercibida, pero sus señales pueden confundirse en un primer momento con las de otros problemas de salud. Por eso, a menudo el diagnóstico llega por descarte.
Conocer la hiperestesia en gatos, sus síntomas y los posibles tratamientos te ayudará a reconocerla con rapidez si en algún momento la sufre tu felino. Sigue leyendo y te contaremos todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad y qué opciones tienes para ayudar a tu gato.

¿Qué es la hiperestesia felina?
La hiperestesia felina, también conocida como síndrome del gato nervioso, es una alteración del sistema neuromuscular que provoca un drástico aumento de la sensibilidad de la piel del lomo. En ocasiones incluso puede verse cómo la piel del gato se ondula desde el cuello hasta la cola; por ese motivo, otro nombre que recibe la enfermedad es síndrome de la piel ondulante.
El gato no solo se vuelve muy sensible al tacto, sino que llega a sentir que tiene algo debajo de la piel del lomo o que le persiguen sin parar. Ansioso, el animal llegará a causarse heridas a sí mismo a base de lamerse y rascarse continuamente. También se mostrará muy inquieto, nervioso e incluso un poco agresivo.
Los gatos con hiperestesia se vuelven muy sensibles al tacto y se comportan como si los persiguiesen o como si tuvieran algo debajo de la piel. Pueden llegar a lesionarse a sí mismos a base de morderse y lamerse constantemente.
La hiperestesia felina suele manifestarse en episodios de varios minutos de duración, tras los que el gato puede volver a hacer vida normal.

Causas de la hiperestesia felina
Los investigadores aún no están seguros sobre cuál es la causa última de la hiperestesia felina, aunque se la suele asociar a la ansiedad. Así, los gatos sometidos de forma prolongada a un ambiente tenso (inquietud constante, alteraciones, ruidos fuertes…) serían más proclives a desarrollarla.
Hay estudios que vinculan esta enfermedad a la epilepsia felina, de la que podría ser una primera manifestación. Otros la consideran un trastorno de tipo obsesivo-compulsivo desencadenado por el estrés. También es posible que esté relacionada con enfermedades derivadas de las picaduras de pulgas o deficiencias en la alimentación.
En cualquier caso, y como ya hemos dicho, no hay una certeza clara acerca del origen de la hiperestesia felina. Lo que sí parece claro es que puede afectar a gatos de cualquier raza, edad y condición.

Hiperestesia felina: síntomas más frecuentes
Como indicábamos líneas arriba, uno de los principales problemas que presenta la hiperestesia felina es que sus síntomas son muy variados y podrían encajar con muchas enfermedades diferentes. Por ese motivo, el diagnóstico se retrasa y suele llegarse a él por puro descarte, cuando las pruebas confirman la ausencia de otras dolencias.

Las señales más frecuentes del síndrome del gato nervioso son los siguientes:
- Ondulaciones en la piel de lomo.
- Acicalamiento compulsivo.
- El gato se lame e incluso se muerde el lomo constantemente (lo que provoca heridas, costras y caída de pelo localizada).
- El gato persigue y ataca a su propio rabo o lo mueve con violencia.
- El gato persigue a cosas que tú no puedes ver.
- Aumento de la agresividad.
- Sialorrea (salivación excesiva).
- Hipersensibilidad al tacto en la zona del lomo.
- Espasmos musculares y tics nerviosos.
- Dilatación de las pupilas.
- Vocalización constante y ruidosa.
- Convulsiones antes, después o incluso durante las crisis.
- Espasmos musculares involuntarios.
Cada caso de hiperestesia felina es único, por lo que todos estos síntomas pueden variar notablemente en duración e intensidad. Algunos gatos pasan crisis de solo unos pocos segundos, mientras que otros las sufren de varios minutos.
No todos los gatos con hiperestesia experimentan los mismos síntomas. Además, en algunos felinos las crisis son muy breves, de apenas unos segundos, mientras que en otros duran varios minutos.

El diagnóstico de la hiperestesia
Para diagnosticar la hiperestesia felina, el veterinario realizará todas las pruebas que sean necesarias para descartar otras enfermedades que podrían encajar con los síntomas del gato.
El acicalamiento compulsivo y la hipersensibilidad en la zona del lomo son probablemente las dos señales más frecuentes de hiperestesia, pero también podrían estar causadas por una dermatitis u otros problemas de piel, dolores musculoesqueléticos, parásitos, etc.
Como siempre te recomendamos, lo mejor es que acudas al veterinario ante la menor señal de que tu gato podría sufrir de hiperestesia o de cualquier otra enfermedad.

Tratamiento para un gato con hiperestesia
Por desgracia, la hiperestesia en gatos no tiene cura. Así pues, y dado que parece guardar una fuerte correlación con niveles de ansiedad elevados, la solución pasa por proporcionarle al animal un entorno estable y sosegado como sea posible.
Asegúrate de que tu gato tiene zonas adecuadas o incluso privadas donde comer y dormir sintiéndose seguro y procura evitar los juegos e interacciones más agresivos. Una alimentación e hidratación adecuadas también ayudarán mucho a mantener a tu gato saludable y equilibrado.
La hiperestesia no tiene cura. El tratamiento para un gato con hiperestesia pasa por proporcionarle un entorno equilibrado y estable, rutinas fijas y una alimentación de calidad.

Es fundamental que el gato tenga rutinas fijas y que todo a su alrededor funcione siempre de la misma forma.
Procura servirle la comida y limpiarle el arenero siempre a la misma hora y que no haya grandes variaciones en las horas de despertaros e iros a dormir. De la misma forma, deberás adaptarte siempre sus ritmos y preferencias: no le cojas ni toques si no quiere y respeta sus ratos de soledad, si los hay.
En los casos más graves de hiperestesia felina, es probable que el veterinario le recete al gato calmantes, además de corticoesteroides para reducir las molestias en la piel y los medicamentos y antibióticos que puedan ser necesarios para curar las heridas autoinfligidas y evitar posibles infecciones.