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Todo lo que debes sobre la parvovirosis canina o parvovirus canino
La parvovirosis canina o parvovirus canino, también llamado de forma coloquial parvo, es una enfermedad de tipo viral muy contagiosa que afecta a los perros, en especial (pero no solo) a los cachorros y ejemplares sin vacunar.
El parvovirus es bastante frecuente, se transmite con facilidad y puede llegar a ser letal si no se trata a tiempo. Además, en ocasiones sus síntomas pueden confundirse con los de otras dolencias. Por eso, es importante conocerla bien la enfermedad y estar atento para, ante el menor indicio, llevar al perro al veterinario.
En este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber sobre la parvovirosis canina: qué es exactamente, cuáles son sus síntomas más habituales, cómo se transmite y qué opciones de tratamiento hay para tu perro. Si quieres estar bien preparado y mantener a tu perro protegido frente a la parvovirosis, ¡sigue leyendo!

¿Qué es la parvovirosis canina?
La parvovirosis canina es una enfermedad viral que afecta principalmente a los intestinos del perro y el sistema digestivo en general, pero puede acabar extendiéndose a otros órganos: sistema cardiovascular, respiratorio, médula, etc. En general, el virus ataca a aquellas zonas del cuerpo en las que más rápido es el reemplazo celular.
El período de incubación de la parvovirosis es muy rápido, de entre 5 y 10 días.
Si el perro no recibe tratamiento, podrá desarrollar enteritis, miocarditis, septicemia, déficit de glóbulos blancos o rojos, infecciones bacterianas y otras complicaciones de salud graves. Así pues, es importante diagnosticar y comenzar a tratar esta enfermedad lo antes posible, ya que puede llegar a ser letal.
La parvovirosis canina puede ser letal si el perro no recibe tratamiento. Los cachorros de hasta 6 meses, los perros sin vacunar, los inmunodeprimidos y los de edad avanzada son más vulnerables.

La parvovirosis afecta a perros de cualquier edad y condición, aunque es mucho más frecuente en cachorros de hasta 6 meses, perros adultos sin vacunar y perros inmunodeprimidos o de edad avanzada.
Cabe mencionar, además, que algunas razas de perro son más susceptibles de contraer la parvo: es el caso de los dóberman pinscher, pitbull o labradores, por poner varios ejemplos.
Además de a los perros, el parvovirus afecta también a otros cánidos: zorros, lobos, coyotes, etc.
(Por cierto: ¿alguna vez te has preguntado si los zorros u otros animales exóticos serían buenas mascotas? Descúbrelo en nuestro artículo sobre los animales prohibidos como mascotas en España).

¿Cómo se contagia el parvovirus canino?
El contagio del parvovirus canino se produce por contacto directo con el virus, que es muy resistente y puede sobrevivir durante meses en el entorno. Hay cinco vías de contagio principales:
- Contacto con un perro infectado de parvovirus.
- Contacto con un lugar que esté contaminado por el virus: perreras, refugios, parques públicos y zonas de ocio en general.
- Contacto con las heces, orina, leche materna, sangre o vómitos de un animal infectado o, indirectamente, con superficies y objetos que en su momento hayan estado en contacto con esas excreciones y fluidos.
- Ingestión de alimentos o agua contaminados por excreciones o fluidos de un animal infectado.
- Transmisión por vía intrauterina: una perra infectada con la parvo puede transmitirles el virus a sus cachorros.
El parvovirus es muy contagioso y puede sobrevivir durante meses. Los perros infectados pueden contagiar a otros cánidos incluso tiempo después de haber superado la enfermedad.
Un perro infectado puede transmitir el virus durante semanas e incluso meses, incluso si está recuperado y ya no muestra ningún síntoma de la enfermedad. Así pues, si tu perro tiene parvovirosis, deberás mantenerlo aislado de los demás canes durante un tiempo.
Además de los perros infectados, los insectos y roedores también actúan como vectores de transmisión del virus.

Parvovirosis de perros a humanos: ¿puede contagiarte tu perro?
Si tu perro se contagia de parvovirus, podrás cuidar de él y manipularlo sin miedo: la parvovirosis canina NO puede contagiarse a los humanos.
Existe un parvovirus que afecta a los humanos (el parvovirus humano B19), pero no tiene ninguna relación con la parvovirosis canina. Ambos virus pertenecen a la misma familia, pero, por lo demás, son enfermedades muy diferentes.

Parvovirosis canina: síntomas más frecuentes y fases de la enfermedad
Ya hemos visto que el parvovirus canino afecta principalmente a los intestinos y el sistema digestivo, por lo que los síntomas que son más comunes durante la fase aguda de la enfermedad están muy relacionados con esa parte del cuerpo del perro.
Son los siguientes:
- Vómitos espesos, en ocasiones acompañados de sangre.
- Fiebre (te recomendamos consultar nuestro artículo: cómo saber si un perro tiene fiebre).
- Falta de apetito.
- Pérdida de peso.
- Diarrea abundante acompañada de sangre y con fuerte olor.
- Dolor al palpar el abdomen.
- Deshidratación rápida y severa.
- Apatía y aletargamiento.
- Enteritis.
- En casos avanzados, miocarditis, déficit de glóbulos blancos y otras complicaciones.
Con este cuadro sintomático, la parvovirosis canina a veces suele confundirse con la gastroenteritis o con un envenenamiento o intoxicación, un error que puede retrasar el diagnóstico.
En ocasiones el diagnóstico de la parvovirosis canina se retrasa porque los síntomas se confunden con los de la gastroenteritis, un envenenamiento…

Una vez confirmado que el perro tiene la parvo, será fundamental comenzar el tratamiento lo antes posible, ya que esta enfermedad puede hacer que el perro se deshidrate con gran rapidez. Durante las primeras 24 – 72 horas de la enfermedad, las más peligrosas, el animal puede morir por la propia deshidratación si no recibe el tratamiento y los cuidados adecuados
Por lo tanto, ante la sospecha de que tu perro puede tener parvovirosis, te recomendamos acudir a tu veterinario lo antes posible. Así reducirás el riesgo de que surjan complicaciones que podrían ser fatales para tu perro.
De forma resumida, podríamos decir que la parvo en perros tiene tres fases diferentes:
- Contagio e incubación: entre 5 y 10 días.
- Fase aguda: 24 – 72 horas desde la aparición de los primeros síntomas.
- Fase de remisión: a partir de las 72 horas, como máximo, se considera que el perro ya ha pasado lo peor de la enfermedad.

¿Cómo prevenir la parvovirosis canina?
La principal medida que puedes tomar para prevenir la parvovirosis canina es la vacunación a partir de las 8 semanas de edad. Si bien ninguna vacuna es 100% efectiva, la incidencia de la parvovirosis en los perros vacunados es mucho más reducida.
Si adoptas a un nuevo perro, deberás informarte acerca de su estado de vacunación y, para asegurarte, realizarle pruebas para descartar la presencia de parvovirus y otras enfermedades infecciosas. Esto es especialmente recomendable si ya tienes otros perros en casa.
En el día a día, procura evitar que tu perro ingiera las heces de otros canes y mantén un nivel de higiene adecuado. Báñalo con la frecuencia que te indique tu veterinario y desinfecta de forma regular su comedero, bebedero, mantas, cama, juguetes, etc. Para esto último, te recomendamos lejía diluida en agua, ya que el parvovirus es muy residente.
La medida más efectiva para proteger a un perro frente a la parvovirosis es la vacunación a partir de las 8 semanas de edad.

Tratamiento para la parvovirosis canina
La parvovirosis es una enfermedad grave, como ya hemos comentado, por lo que siempre será necesario que el perro reciba atención veterinaria lo antes posible.
La enfermedad en sí no tiene cura, por lo que el tratamiento se centra en reducir el vómito y la diarrea, prevenir la deshidratación y proteger al perro frente a la septicemia y las infecciones bacterianas oportunistas. Para ello, el veterinario le administrará al perro una combinación de antibióticos y antieméticos.
En el caso de los perros no vacunados, es posible que el veterinario recomiende que se queden ingresados durante varios días para observar su evolución y mejorar sus opciones de supervivencia.
La rehidratación del can se realizará no solo con agua, sino también con la administración dosificada de suero. En muchos casos se realizan también transfusiones de sangre para compensar la que el perro pierde con los vómitos y la diarrea.

Hay que señalar que no existe ningún remedio casero para la parvovirosis canina, más allá de mantener al perro bien hidratado durante los primeros días de la enfermedad. Además de agua, puedes darle también bebidas isotónicas, que le ayudarán a reponer los minerales perdidos. Eso sí: alimentos sólidos deben evitarse durante los primeros días (de hecho, tu perro probablemente no tendrá ningún apetito).
La parvovirosis no tiene cura. El tratamiento consiste en evitar la deshidratación y prevenir otras infecciones mientras el sistema inmunológico del perro hace su trabajo.
Una vez superada la fase aguda de la enfermedad, que ya hemos visto que puede durar hasta 72 horas, tu perro podrá empezar a consumir de nuevo alimentos blandos y limpios: comida húmeda, caldo de pollo, arroz blanco, etc. A partir de ahí, observa la evolución de tu perro y espera a que el veterinario te indique que ya puedes volver a darle pienso.

Recuerda que tu perro aún podrá contagiar a otros peludos durante un tiempo, incluso aunque no presente síntomas y esté totalmente recuperado. Así pues, es aconsejable que lo mantengas alejado de los demás perros tanto en casa como en la calle. Si estás pensando en adoptar un nuevo perro, deberías esperar al menos 6 meses, por precaución, antes de traerlo a casa.
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