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Todo lo que debes saber sobre el síndrome de Horner en los perros
El síndrome de Horner en perros es una patología que se manifiesta en los ojos del animal y que, por lo tanto, puede detectarse con facilidad. Lo complicado, como veremos enseguida, es identificar su causa, ya que puede haber muchas. Dependiendo de qué sea lo que en realidad le pase a tu perro, podemos encontrarnos ante escenarios muy diferentes.
Si conoces este síndrome o has oído hablar de él y crees que tu perro podría padecerlo, sigue leyendo: en este artículo vamos a contarte qué es exactamente el síndrome de Horner, qué causas y síntomas tiene y qué se puede hacer en cada caso para ayudar a tu mejor amigo.

¿Qué es el síndrome de Horner?
Un síndrome, en general, no es otra cosa que un conjunto de síntomas asociados a una enfermedad determinada o a una combinación de varias. La aparición de un síndrome nos alerta de que algo le está pasando a quien lo sufre, en este caso a tu perro.
El síndrome de Horner, en concreto, se caracteriza por la aparición de varios síntomas oftalmológicos que revelan que algo falla en el sistema nervioso simpático del animal. Es la parte del cuerpo que se encarga de regular las acciones involuntarias.
El síndrome de Horner está relacionado con la aparición de síntomas oftalmológicos que indican que el sistema nervioso simpático del perro está fallando.

Así pues, el origen del síndrome es un problema de tipo neurológico: las señales nerviosas simpáticas procedentes del cerebro dirigidas a los globos oculares y los músculos de los alrededores no llegan como deberían.
Esto puede provocar que el párpado del animal esté caído (ptosis palpebral), que las pupilas tengan un tamaño diferente (anisocoria) y otros problemas de los que hablaremos en los siguientes apartados.
El síndrome de Horner en los perros puede ser unilateral o bilateral, dependiendo de si afecta a uno o a los dos ojos.

Causas del síndrome de Horner en perros
Como ya comentábamos al principio, el síndrome de Horner en perros puede tener causas muy diversas. A pesar de que los síntomas se manifiestan en los alrededores de los globos oculares, el daño puede estar a cierta distancia de esa zona.
Todo problema que afecte de alguna forma a los nervios que van del cerebro a los ojos puede estar detrás del síndrome, y eso incluye:
- Otitis o infecciones del oído medio. Esta es una de las causas más frecuentes del síndrome.
- Traumatismos por accidentes, caídas, peleas…
- Inflamación del encéfalo o encefalitis, lo que a su vez puede deberse a infecciones, parásitos, etc.
- Lesiones en la médula espinal.
- Neoplasias o tumores.
- Neuropatías periféricas.
- Traumas emocionales intensos.
El síndrome de Horner puede deberse a muchos problemas diferentes. No es raro que no llegue a identificarse la causa y en ese caso hablamos de un síndrome de origen idiopático (desconocido).

Hay tantas posibles causas del síndrome de Horner que en un número considerable de casos simplemente no se llega a dar con el problema.
Cuando eso sucede y ya se han explorado y descartado todas las causas evidentes, hablamos de un síndrome de Horner idiopático (lo que significa justo eso: sin causa conocida).
Todos los perros pueden sufrir el síndrome de Horner, aunque algunas razas parecen mostrar una predisposición un poco mayor. Es el caso, por ejemplo, de los golden retriever.

Síndrome de Horner en perros: los síntomas más comunes
Los síntomas del síndrome de Horner se manifiestan en los ojos y los músculos que los rodean, como ya hemos explicado. Los más comunes son estos:
- Ptosis palpebral o caída más o menos pronunciada del párpado superior.
- Anisocoria o pupilas de diferente tamaño. Una puede estar contraída (miosis) y la otra dilatada (midriasis).
- Protrusión de la membrana nictitante. Esto significa que el tercer párpado del animal, normalmente oculto en los ejemplares sanos, se hace visible. Para conocer mejor esta parte de su anatomía te recomendamos consultar nuestro artículo sobre el tercer párpado en gatos (ambos animales lo tienen, así como muchas otras especies).
- Enoftalmia o hundimiento del ojo en su cuenca.
- Enrojecimiento del ojo y el tejido de la conjuntiva.
Aunque el daño que ocasiona el síndrome puede estar en otra zona del cuerpo, este se manifiesta en los ojos y los músculos que los rodean. El párpado caído (ptosis palpebral) es su síntoma más característico.

Son síntomas fáciles de detectar, y por eso señalábamos al principio de este artículo que el síndrome de Horner en perros no suele pasárseles por alto a los dueños de los perros que lo sufren.
Dada la gran cantidad de posibles causas del síndrome de Horner, algunas de las cuales (como los tumores) son graves, lo más recomendable es que lleves a tu perro al veterinario ante la menor sospecha de que pueda tener este problema. Aunque reconozcas la patología, es imposible que por tu cuenta puedas saber qué es lo que realmente le pasa a tu perro.

Tratamiento para el síndrome de Horner en perros
El síndrome de Horner no tiene un tratamiento específico, ya que, como hemos visto, su aparición siempre se debe a una causa subyacente, que es el auténtico problema. Por lo tanto, el tratamiento puede variar mucho dependiendo de cuál sea el problema del perro.
Por ejemplo, si el síndrome se debe a una otitis, curar esta desbloqueará el camino de las señales nerviosas y hará que los ojos vuelvan a la normalidad.

Si la causa es más grave o compleja, el síndrome puede llegar a ser irreversible. En el extremo contrario, también hay veces que los síntomas remiten de forma espontánea sin necesidad de ningún tratamiento.
Así pues, insistimos en que es fundamental llevar a tu perro al veterinario ante la aparición de síntomas que sean compatibles con los de este síndrome. Solo así podrás saber con certeza si es posible ayudarlo y qué pasos hay que seguir.
No hay un tratamiento específico para el síndrome de Horner, dada la gran variedad de causas que pueden provocarlo. Lo primero será que el veterinario determine cuál es el origen del problema.

¿Es posible prevenir el síndrome de Horner?
Lo cierto es que frente a muchas de las causas del síndrome de Horner (por ejemplo, los tumores o los daños en la médula) no hay medida preventiva alguna que podamos tomar. Sin embargo, para otros casos puede ser de ayuda seguir estos dos consejos:
- Es fundamental cuidar la higiene de los oídos del perro. Revísaselos con regularidad, límpialos cuando sea necesario y permanece atento ante comportamientos como un rascado continuo o movimientos extraños con la cabeza, que pueden indicar que el perro tiene molestias. Esta es la medida preventiva más importante que puedes tomar.
- En la medida de lo posible, procura que tu perro no se mueva por zonas peligrosas o se acerque a otros perros que puedan mostrarse agresivos. Así evitarás caídas, traumatismos y mordiscos que podrían provocar el síndrome de Horner.