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Te contamos cómo viajar en barco con perro de forma segura y confortable
Si te estás preguntando cómo viajar en barco con perro seguramente será porque planeas una escapada en la que tendrás que cruzar una masa de agua. O también es posible que dispongas de un barco privado o que estés pensando en coger un crucero pet friendly.
Sea cual sea el tipo de viaje que tengas en mente, es normal que dudes: los perros son parte de nuestra familia y queremos que nos acompañen a todas partes, pero… ¿estarán a gusto en un barco? Y, si es un barco de gran tamaño, de una compañía naviera, en un viaje largo… ¿Qué normas habrá que cumplir?
En el caso de los viajes largos (como los que se realizan en crucero), te adelantamos que las normativas de las compañías navieras pueden llegar a ser muy diferentes entre sí, por lo que para ese tipo de travesías siempre será recomendable que investigues con bastante antelación y, sobre todo, que contactes con la empresa que gestione la ruta que planees hacer.
Pero no te preocupes: en este artículo vamos a contarte todo lo que hay que saber para viajar en barco con perro sin riesgos ni sobresaltos, con comodidad tanto para ti como para tu amigo peludo. ¡Vamos allá!

7 consejos generales para viajar en barco con perro sin problemas
Antes de nada, hay que tener en cuenta que el barco y el mar en general no son precisamente el entorno natural de un perro. Como nos sucede a nosotros, los perros pueden marearse, vomitar, cansarse y sentirse algo desconcertados a bordo de un barco.
Para que vayas preparado para la travesía, en primer lugar queremos darte 7 consejos básicos que te ayudarán a mantener a tu peludo lo mejor posible mientras estéis en el barco:
- Visita al veterinario con antelación para que evalúe el estado de tu perro y te confirme que puede viajar en barco sin problema.
- Pídele a tu veterinario que te recete algún medicamento que evite mareos y vómitos: es mejor tenerlo y no necesitarlo que lo contrario. No obstante, si tu perro se suele marear en el coche, por ejemplo, habrá bastantes probabilidades de que se maree también en el barco. Nunca mediques a tu perro por tu cuenta.
- Haz que tu perro empiece el viaje en ayunas. Eso ayudará a reducir la probabilidad de que se maree durante las primeras horas de travesía. Más adelante hablaremos con más detalle sobre cómo alimentar a un perro durante un viaje en barco.
Tu perro debería empezar la travesía en ayunas para reducir el riesgo de mareos y vómitos. Si el viaje es largo, más adelante podrás darle algo de comer.

- Ten preparado un botiquín de emergencia con gasas, agua oxigenada, medicamentos antiparasitarios, analgésicos, antidiarreicos, etc. Añade todas las medicinas que tu veterinario te recomiende en función del estado de salud y las necesidades de tu perro.
- Acostumbra a tu perro con suficiente antelación al uso del transportín y el bozal, ya que ambos serán imprescindibles en muchos viajes en barcos.
- Infórmate en profundidad sobre la normativa de la naviera en lo relacionado con el transporte de animales de compañía.
- Es muy recomendable que tu perro ya haya tenido experiencias previas con el mar en general y los barcos en particular. Sobre todo en el caso de los barcos pequeños, si tu perro no sabe nadar o no siente mucho cariño por el agua, la experiencia puede ser un poco desagradable para él.
Por cierto, si aún estás planificando tus vacaciones con tu mejor amigo, consulta nuestras guías para viajar con perro en coche, avión y tren:

Viajar en barco con perro: todas las posibles opciones
A la hora de viajar con perro en barco, hay tres posibles alternativas: escapadas en embarcaciones privadas de pequeño tamaño (yates y similares), travesías en transbordadores o ferris que nos llevan de un punto a otro en unos minutos o unas horas y, finalmente, viajes largos en cruceros.
Vamos a ver todo lo que debes tener en cuenta para viajar en barco con tu perro con seguridad y confort en los tres casos:

1. Viajar con perro en embarcaciones privadas
Si eres el afortunado poseedor de un barco particular o tienes familiares o amigos que lo sean, seguramente en más de una ocasión te habrás planteado llevarte a tu perro contigo en una de esas excursiones.
La principal ventaja de que viajar con tu perro en un barco privado es, por supuesto, que no tienes que estar pendiente de las normativas de ninguna compañía. Podrás olvidarte de transportines obligatorios (aunque puede ser recomendable tenerlo a mano por si tu perro se pone nervioso), horarios de visitas y demás complicaciones.
Así pues, en este tipo de escapadas lo más importante que deberás tener en cuenta son los consejos que te hemos mencionado en el apartado anterior: que tu perro esté acostumbrado al mar y en buen estado de salud (lo que debería certificar tu veterinario), reducir el riesgo de posibles mareos y llevar contigo un botiquín bien equipado.
El transportín no es obligatorio en las embarcaciones privadas, pero es recomendable que lo lleves contigo por si tu perro se pone nervioso en el barco.

Adicionalmente, te aconsejamos:
- Antes de la escapada, dale un largo paseo a tu perro para que llegue al barco lo más cansado posible. Asegúrate también de que haga sus necesidades.
- Es muy recomendable contar con un chaleco salvavidas para perros.
- En las escapadas en barco durante los meses de verano, los golpes de calor son un riesgo muy real para los perros. Lleva contigo una provisión abundante de agua fresca y asegúrate de que hay una zona de sombra en el barco para él. Te recomendamos consultar nuestro artículo sobre cómo saber si un perro tiene calor.

2. Viajar con perro en ferris y transbordadores
La mayor parte de los ferris y barcos rápidos de España admiten perros, casi siempre con la condición de que vayan acompañados de un humano. Es decir (y esta es la primera limitación que debes conocer): normalmente no podrás enviar a tu perro en un ferri para que otra persona lo recoja en el puerto de destino.
A nivel general, en este apartado podemos distinguir entre dos tipos de barcos:
- Transbordadores y barcos rápidos que realizan trayectos de unos minutos para cruzar pequeñas masas de agua.
- Ferris que realizan trayectos de varias horas, como los que unen la península con las Baleares, las Canarias o Ceuta y Melilla.
En el primer caso, que es quizás el menos habitual, normalmente los perros son admitidos sin problemas ni mayores limitaciones que el uso de correa corta y, en algunos casos, bozal. Como siempre, será importante que te informes sobre las posibles condiciones adicionales que pueda marcar cada compañía y que cuides de que tu perro no se maree durante la travesía.

En el segundo caso, en líneas de ferris como los de Balearia, Naviera Armas o Transmediterránea, los perros deben viajar en zonas especiales con jaulas o en su transportín. Si el viaje dura varias horas, puede ser buena idea poner una toalla impermeable en el transportín para facilitar su posterior limpieza.
En los ferris, tu perro deberá viajar dentro de una jaula o transportín en una zona habilitada para mascotas. Algunos buques cuentan con áreas en las que podrás pasar todo el viaje sentado junto a tu perro.
Dependiendo de la compañía y el barco, podrás acceder solo en algunos momentos o durante todo el trayecto a la zona de las jaulas para visitar a tu mascota. Sea como sea, ten en cuenta que visitar a tu perro muchas veces puede incrementar su excitación.
Algunos buques incluso disponen ya de zonas especiales para viajar con animales en las que podrás sentarte durante toda la travesía junto al transportín.
Al hacer la reserva, deberás abonar un cargo extra por llevar a tu mascota (de nuevo, la cantidad dependerá de la compañía, pero suelen rondar los 10 – 15€). Aunque no siempre te exigirán la documentación del perro en el propio momento de la reserva, es importante que la lleves contigo durante el viaje. También será muy recomendable que tu peludo disponga del microchip para perros.
En los viajes más largos, si tu perro tiene permitido salir a la cubierta, recuerda que es responsabilidad tuya evitar molestias a los demás pasajeros y mantener limpio el entorno.

3. Viajar con perro en cruceros y grandes buques
En líneas generales, viajar con perro en crucero no suele ser posible. Las pocas excepciones que hay, como el crucero Queen Mary 2 de Cunard Lines, no son aptas para todos los bolsillos.
La mayor parte de las compañías navieras vetan la presencia de animales en sus buques por razones de higiene y seguridad. Esto último se debe a que suelen carecer de veterinarios durante las travesías.
Incluso en los pocos cruceros pet friendly que existen, los perros deben dormir fuera de los camarotes de sus dueños y permanecer en zonas habilitadas para ellos, parecidas a las que encontraríamos en los ferris.

Por encima de todo, hay que señalar que los cruceros de larga duración tampoco son la opción de vacaciones más recomendable para los perros. En ellos se vverían obligados a pasar días o incluso semanas en un espacio artificial y muy reducido en el que además estarían mucho tiempo a solas.
Con la excepción de los perros de servicio y terapia, los animales no suelen tener permitido viajar en crucero, con unas pocas excepciones.
La excepción son los perros de servicio y terapia, que no se consideran mascotas. Pueden viajar sin limitaciones tanto en cruceros como en ferris y otros barcos.
(Si buscas alternativas para tus vacaciones con tu peludo, échale un vistazo a nuestra guía con los 40 mejores lugares para viajar con perro en España).

Alimentación de tu perro durante el viaje en barco
Lo más habitual será que el veterinario te aconseje que tu perro empiece el viaje en barco estando en ayunas. Así se reducirá el riesgo de vómitos y mareos.
Como ya hemos mencionado, si tu perro se marea durante los viajes en coche, es muy probable que también le sucede en el barco. Si es así, tu veterinario probablemente te recetará algún tipo de medicamento contra el mareo.
En cualquier caso, si la travesía tiene cierta duración, tu perro deberá comer en algún momento. La clave para que no vomite al hacerlo es controlar la velocidad y las cantidades. Si el can come demasiado, o demasiado rápido, será mucho más probable que sufra una indigestión o nuevos mareos.

Así pues, ofrécele una ración menor de la habitual (podrás darle de comer de nuevo una vez en tierra) y evita que coma a toda velocidad. No eliminarás totalmente los posibles riesgos, pero al menos los reducirás de forma significativa.
Aparte de la comida, tu perro deberá tener agua fresca a su disposición durante todo el viaje en barco. Esto será especialmente importante si navegáis durante los meses más calurosos del año.